Los bancos centrales adoptan la postura de esperar y ver. Este jueves el Banco de Inglaterra se ha sumado al Banco Central Europeo (BCE) y a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) al decidir mantener sin cambios los tipos de interés. De esta forma, el precio del dinero en Reino Unido continúa en el 5,5%, máximos desde 2008.

También como en el caso de la Fed, la entidad liderada por Andrew Bailey ha decidido no tocar las tasas de referencia por segunda reunión consecutiva. La vieja dama de Threadneedle Street -como se conoce el Banco de Inglaterra por estar su sede en esa calle de Londres- mantiene el pie en el freno tras haber subido los tipos de interés en 14 encuentros consecutivos.

La decisión ha sido tomada sin unanimidad. El Comité de Política Monetaria (MPC) votó por mayoría de 6 a 3 a favor de mantener los tipos de interés en el 5,25%. Tres miembros prefirieron aumentar las tasas un cuarto de punto, hasta el 5,5%.

La pausa era ampliamente esperada por el mercado a pesar de que la tasa de inflación interanual de Reino Unido se situó el pasado septiembre en el 6,7%, mismo porcentaje que en el mes anterior.

El Índice de Precios al Consumo (IPC) subyacente -que excluye la volatilidad de los precios de la energía, alimentos, alcohol y tabaco- se moderó ligeramente en septiembre, hasta el 6,1%, una décima menos que en agosto.

[La Fed mantiene los tipos de interés en el 5,5%, máximos desde 2001, por segunda reunión consecutiva]

Por su parte, el Producto Interior Bruto (PIB) británico avanzó un 0,2% en agosto respecto al mes anterior, cuando la economía retrocedió un 0,6%.

A pesar de este repunte, y tal y como explican los expertos de DWS, “los recientes indicadores económicos y de sentimiento apuntan claramente a un debilitamiento de la economía, una buena señal para el banco central de que las anteriores subidas de los tipos de interés están teniendo por fin un impacto en la actividad económica real”.

[El BCE decreta una pausa en las subidas de tipos y deja el precio del dinero en el 4,5%]

“Esto permite al Banco de Inglaterra adoptar una postura de espera”, añaden, tras haber elevado las tasas 515 puntos básicos en algo menos de dos años. Los aumentos dieron inicio en diciembre de 2021 con una subida de 15 puntos básicos y luego las alzas variaron entre los 25, los 50 y los 75 puntos básicos.

El último incremento fue de un cuarto de punto y tuvo lugar el pasado agosto. Aunque los expertos de DWS no creen que “sea necesario un mayor endurecimiento, el Banco de Inglaterra, al igual que la Reserva Federal, probablemente mantendrá su enfoque de "más alto durante más tiempo" durante algún tiempo”.

Los expertos de Mediolanum esperan que los tipos se mantengan en estos niveles al menos hasta mediados de 2024. “La reciente debilidad del sector inmobiliario, el aumento de la morosidad y la moderación del mercado laboral apoyan la idea de que no son necesarias nuevas subidas”, apuntan.