La viñeta.

La viñeta. Tomás Serrano

Bancos centrales

La subida récord de la Fed augura una mayor dureza del BCE que elevará la prima de riesgo de España e Italia

La institución estadounidense ha redoblado su lucha contra la inflación al acometer una subida de tipos de 75 puntos básicos, la más abultada desde 1994.

16 junio, 2022 03:20

Más presión para el Banco Central Europeo (BCE) tras la última reunión de su homólogo estadounidense. La Reserva Federal (Fed) ha incrementado sus tipos de interés al mayor ritmo desde 1994 para luchar contra el problema de la elevada inflación.

Pero la Fed no solo se limitó el miércoles a incrementar las tasas UN 0,75%, sino que anticipó que probablemente se apruebe otra subida de tipos de 0,50 o 0,75 puntos en su reunión de julio.

El próximo mes le llegará el turno a la institución europea, que el pasado jueves anticipó que llevaría a cabo un alza de las tasas de referencia de 25 puntos básicos. Sin embargo, esta parece antojarse insuficiente para luchar contra la escalada de los precios.

El instituto emisor de la eurozona se ve, por tanto, en la tesitura de tener que incrementar los tipos de forma más agresiva. Lo haría a costa de que las rentabilidades de los bonos de los países periféricos -Italia, España o Portugal, entre otros-, así como sus primas de riesgo vuelvan a elevarse.

Justo en un momento, además, en el que el BCE está intentando contenerlas. Para ello mantuvo el miércoles una reunión de urgencia que se saldó con la ratificación de dos cuestiones que ya habían anticipado en varias ocasiones. Por un lado, reinvertirá los reembolsos del programa de compras de emergencia contra la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés).

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Por el otro, acelerará la creación de una herramienta para mantener a raya el encarecimiento de la financiación de los países de la periferia, lo que ha denominado ‘fragmentación’ financiera.

La reunión sirvió para, al menos a corto plazo, frenar el despegue de las primas de riesgo que se viene registrando desde principios de año. La de España, por ejemplo, se ha relajado por debajo de los 125 puntos básicos, tras haber alcanzado los 140. En el caso de Italia, el descenso ha llevado al diferencial, hasta los 225 puntos básicos.

Deuda

Detrás de este impulso no solo se encuentra las expectativas de subidas de tipos. También lo está el final de las compras del programa APP del BCE. El anuncio de la retirada del mercado del organismo ha obligado a los países de la periferia a ofrecer más rentabilidad a los inversores en últimas subastas de deuda realizadas.

Es, por ejemplo, lo que le viene sucediendo a España desde principios de marzo. En todas las emisiones ejecutadas desde entonces, ha tenido que incrementar los cupones ofrecidos.

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En la última de ellas, llevada a cabo el pasado martes, España tuvo que pagar por colocar letras a nueve meses por primera vez desde abril de 2020.

Aunque España haya hecho los deberes en este sentido -el Tesoro ha aprovechado la ventana de tipos bajos para acelerar las emisiones y la vida de la deuda emitida es superior a los 8 años- el aumento del servicio de la deuda, aunque de forma progresiva, se acabará notando.

Inflación

El BCE tiene, por tanto, tres enemigos diferentes que combatir al mismo tiempo. Por un lado “el síntoma”, explica Alberto Matellán, economista jefe de Mapfre Inversión, que es la evolución de las primas de riesgo, y por otro el de “la verdadera enfermedad, que es el endeudamiento y la falta de crecimiento de algunos países europeos”.

El tercero es la propia inflación, que “amenaza con amplificar las dos anteriores”. El alza de los precios en la eurozona volvió a marcar máximos históricos en mayo, al alcanzar el 8,1% respecto al mismo mes de 2021. Esta cifra multiplica por cuatro el objetivo del 2% que se había marcado el BCE.

Por países, la situación es similar. En Alemania la inflación subió al 7,9% en el quinto mes del año, un dato histórico para la economía germana. En Francia se incrementó al 5,8%; en Italia, al 6,9% y en España, al 8,7%.

Franck Dixmier, director de inversiones global de renta fija de Allianz GI, lanza una advertencia al respecto. Apunta que el BCE se ve “lastrado en su capacidad de subir los tipos sin verse obstaculizado por el impacto negativo de un endurecimiento de las condiciones monetarias en los países con las finanzas públicas más frágiles". Señala, por delante de España, a Italia.

El movimiento de la Fed mete más presión al BCE, también de forma interna. Da más argumentos al ala más dura de la institución europea. Se trata de los miembros del Consejo de Gobierno conocidos como halcones, quienes consideran necesarios mayores incrementos de los tipos que los planteados en el ‘discurso oficial’ del instituto emisor.