La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. Reuters

Bancos centrales

El BCE pondrá fin al dinero barato con el interés de los bonos en máximos desde 2014 y un euro en niveles de 2017

Se espera que dé algún detalle sobre el uso de un mecanismo que contenga la escalada de las primas de riesgo en caso de que fuera necesario.

9 junio, 2022 02:11

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Los focos de los mercados financieros se fijan sobre el Banco Central Europeo (BCE). Se da por hecho que este jueves la institución anunciará el fin de su programa de compras de deuda. Servirá como paso previo a la primera subida de tipos en más de una década. Será entonces cuando comience el final de la era del dinero barato.

A la espera de que el alza de tasas de referencia tenga lugar, los inversores esperan que la institución dé más información sobre la conclusión del programa de compras de activos (conocido como APP, por sus siglas en inglés).

Será la segunda vez que el BCE frene este programa desde que lo lanzó en octubre de 2014. Entre enero y octubre de 2019, el organismo ya paralizó las compras netas de activos, únicamente limitándose a reinvertir los vencimientos.

Retirada del mercado

La institución informará de su retirada del mercado en un momento en el que la rentabilidad de los bonos europeos se encuentra en máximos de 2014. Alcanzan dicho nivel tras el notable repunte registrados durante la primera parte de este ejercicio.

En el caso del bono alemán a 10 años -conocido como bund y utilizado como referencia en Europa por ser considerado el más seguro- ha pasado del -0,124% a rondar el 1,4%. Lo mismo sucede con los intereses de la deuda a largo plazo de España, Italia o Francia.

La escalada de la rentabilidad del bono español desde que arrancó 2022 es de casi 200 puntos básicos. Ahora se acerca al 2,5%. La del italiano se sitúa en torno al 3,5% y la del francés, cerca del 2%.

A pesar de la escalada del interés del bund, la diferencia con los países de la periferia se ha incrementado. Es decir, las primas de riesgo -el sobrecoste que los estados deben pagar respecto a Alemania para financiarse- también han subido.

De forma general, llegan a la cita del BCE en torno a niveles de mayo de 2020, cuando se vivían algunos de los momentos más duros de la pandemia.

En este contexto, se espera que los miembros del Consejo de Gobierno del BCE hagan algún guiño a un posible mecanismo de política monetaria para mantener las rentabilidades de los bonos periféricos bajo control. El objetivo es evitar la fragmentación de las condiciones de financiación en la eurozona.

Aunque es pronto para ponerse en marcha, cada vez son más las voces en el seno del BCE que abogan por empezar a proponer instrumentos de este tipo dados los niveles que han alcanzado las primas de riesgo de países periféricos respecto a los centrales”, apuntan en A&G.

Este jueves, el BCE también se verá obligado a dar alguna pista sobre la próxima subida de tipos. Tras las últimas declaraciones de su presidenta, Christine Lagarde, el mercado da por seguro un incremento de al menos 25 puntos básicos en la reunión de julio.

Tipos

El escenario central prevé otro en la misma proporción en la cita de septiembre como requisito previo para salir de los tipos negativos a finales del tercer trimestre.

Sin embargo, varios miembros del BCE se han mostrado favorables a un movimiento más agresivo, al poner sobre la mesa una subida de 50 puntos básicos de un sólo golpe.

Los analistas de Ebury sospechan que “la mayoría de sus miembros apoyará una menor subida de tipos para empezar”, aunque creen que los responsables de la política monetaria estarán abiertos a discutir subidas de 50 puntos básicos en las próximas reuniones.

“Si el BCE indica el jueves que es posible que se produzcan mayores subidas en el segundo semestre, esto se consideraría una clara señal alcista para el euro”, subrayan los mismos analistas.

Afectado, entre otras cuestiones, por el retraso en el endurecimiento de la política monetaria del BCE respecto a la Reserva Federal (Fed), el euro se cambia a algo más de 1,07 dólares.

Con una pérdida del 5,5% de su valor frente a la divisa estadounidense, la moneda única se encuentra en niveles de 2017.

Por último, este jueves el BCE también actualizará sus previsiones de crecimiento e inflación para la eurozona. “No debe descartarse una recesión técnica en los próximos trimestres”, apuntan en La Française AM.