El presidente de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, se suma a las voces que piden que el banco central de EEUU pise el acelerador en la retirada de estímulos. Más concretamente, jalea a sus compañeros para que la institución suba los tipos de interés oficiales ya en su próxima reunión de marzo.

Si las actas de la Reserva Federal de EEUU (Fed) ya apuntaban hacia esta posibilidad a mediados de la semana pasada, ahora Barkin se descubre como uno de los más entusiastas con el tapering. "Ciertamente creo que es concebible", aseguró sobre una primera subida de tipos para marzo en una entrevista publicada este lunes por The Wall Street Journal.

El mes señalado no es baladí, pues para marzo se ha previsto precisamente el fin de las compras de deuda iniciadas por la institución con el estallido de la pandemia. En este sentido, el presidente de la Fed de Richmond ha asegurado "apoyar mucho lo que se hizo en diciembre", en alusión a la decisión de reducir estas adquisiciones a un ritmo mayor que el anunciado inicialmente.

Voz sin voto

En la entrevista Barkin sostiene que "si tiene una economía que continúa con los niveles de desempleo que estamos viviendo ahora, lo que por supuesto es muy saludable, con presiones de precios elevadas, creo que de acuerdo con nuestro mandato y marco, debemos avanzar hacia la normalización".

Estas declaraciones que son más bien un recado para sus colegas en la Fed, ya que el presidente de la sección de Richmond contó con voz y voto en la institución federal a lo largo de 2021, pero en este 2022 ha perdido su puesto dentro del Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), debido al sistema de rotaciones vigente en la institución.

La institución federal, presidida por Jerome Powell, explicó en diciembre que, "a la luz de la evolución de la inflación y la mejora adicional en el mercado laboral", se decidió reducir el ritmo mensual de compra de activos en 20.000 millones para bonos del Tesoro y otros 10.000 millones en cédulas hipotecarias.

Con estos números, que duplicaron los volúmenes anunciados en noviembre, a partir de enero el banco central estadounidense ha aflojado su ritmo de adquisición hasta 40.000 millones de dólares mensuales en bonos y hasta 20.000 millones en cédulas hipotecarias. Así, previsiblemente, la institución concluiría su tapering (retirada de estímulos) en marzo, tres meses antes de lo que se estimaba hasta entonces.

Sin embargo, las subidas de tipos se estaban planteando para la segunda mitad del año, aunque se habían señalado hasta tres subidas hasta final de año. Si estas previsiones se consuman e incluso se aceleran, la tasa oficial de referencia en EEUU pasarían del actual 0%-0,25% hasta el 0,75%-1%.