El sector manufacturero estadounidense ha enviado este martes un mensaje más que preocupante. En septiembre, su actividad ha bajado hasta los 47,8 puntos, por debajo de los 49,1 puntos del mes anterior, de los 50,1 puntos esperados y, sobre todo, el peor dato desde junio de 2009. O lo que es lo mismo, desde el último mes de la recesión de 18 meses -la más larga desde la Gran Depresión- que EEUU sufrió tras la crisis financiera desatada en 2007. 

Y así, al situarse además por segundo mes consecutivo por debajo los 50 puntos, que es el umbral a partir del cual se considera que la actividad se expande -cuando está por encima de los 50- o se contrae -cuando está por debajo-, constata que el sector empresarial se encuentra en una fase recesiva que amenaza con extenderse al conjunto de la economía. 

A la espera de los datos que se irán conociendo durante la semana, como los correspondientes a la actividad del sector servicios el jueves o los de empleo el viernes, el mercado reacciona al ISM manufacturero elevando con claridad la probabilidad que concede a que la Reserva Federal (Fed) tenga que bajar de nuevo los tipos de interés este mismo mes. 

El mercado otorga ahora una probabilidad del 75,6% a que la entidad presidida por Jerome Powell reduzca los tipos a finales de este mes en un cuarto de punto, hasta el 1,50-1,75%. El lunes, esta probabilidad se limitaba al 39,6%. Si ejecutara este recorte, sería el tercero consecutivo, tras los efectuados ya en julio y septiembre. 

Por ahora, lo que ya es un hecho es que Donald Trump ha 'aprovechado' el mal dato industrial para redoblar su presión sobre la Fed. El presidente de EEUU ha vuelto a la carga para quejarse de que los tipos de la Fed son "demasiado altos". "Ellos [La Fed] son sus peores enmigos, no tienen ni idea. ¡Patético!", ha afirmado en un mensaje de su cuenta de Twitter. 

Las nuevas expectativas con respecto a la futura decisión de la Fed cotizan en los mercados. En el de divisas, el euro, que este martes había llegado a caer hasta los 1,088 dólares, se estira hasta los 1,093 dólares. Y en el de deuda pública, las compras provocan que el rendimiento de los bonos a 10 años, que baja cuando el precio de los títulos sube, descienda del 1,67% al 1,62%.