Banco de España.

Banco de España. Wikimedia Commons.

Economía

El Banco de España revisa al alza las previsiones de PIB hasta 2027 y avisa de que la creación de empleo se reducirá a la mitad

Ya en el cuarto trimestre de este año alerta de una "moderación" de la inversión productiva a pesar de los Next Generation y la destinada a la vivienda.

Más información: En España hay 1,2 millones de trabajadores de baja cada día: los empresarios piden revisar el "exceso" de normativa laboral.

Publicada

Las claves

El Banco de España eleva su previsión de crecimiento del PIB al 2,9% en 2025, un 2,2% en 2026 y un 1,9% en 2027.

La creación de empleo se reducirá a la mitad en dos años, pasando de 500.000 empleos anuales a 250.000 en 2027.

Se prevé una desaceleración en la inversión y el consumo doméstico, aunque la demanda interna y la llegada de inmigrantes sostienen el crecimiento actual.

El Banco de España advierte de riesgos por el aumento de salarios públicos y su posible efecto en la inflación, aunque espera una moderación de los precios y el déficit entre el 2,5% y el 2,1%.

El Banco de España ha hecho una revisión al alza de sus previsiones de crecimiento de la economía. Será del 2,9% este año, un 2,2% el que viene y un 1,9% en 2027. Pero con una advertencia seria: la inversión y la creación de empleo se quedarán en la mitad en dos años.

A falta de una semana para que acabe 2025, la institución ha reajustado sus datos de septiembre para adaptarlos a los cambios que el INE ha aplicado sobre la evolución reciente del PIB. Eso provoca subida de las previsiones de forma cuasi automática en todos los parámetros.

Aún así, advierte que España entra en una "senda de desaceleración" marcada por un freno del consumo doméstico (aunque siga siendo la base del PIB) y la incertidumbre que pesa sobre la inversión, tanto en bienes de equipo como en el sector de la construcción.

Todo indica que la economía va a cerrar el cuarto trimestre todavía con un crecimiento del 0,6% sobre los tres meses anteriores, para cerrar en e 2,9% anual. Será de nuevo gracias a la fuerza de la demanda interna que genera la llegada de inmigrantes, el empleo que acaparan y el consumo que generan.

Junto a ello, en 2025 se va a cerrar un aumento fuerte del 6% en la formación bruta de capital. Pero esa simbiosis de consumo doméstico e inversión que debería dar lugar a un nuevo modelo de crecimiento es la que amenaza con romperse en los próximos ejercicios.

Ya en el cuarto trimestre de este año, el informe del Banco de España, presentado por su nuevo director de Economía, David López Salido, alerta de una "moderación" de la inversión productiva y la destinada a la vivienda.

Hasta ahora, han sido los fondos Next Generation, unas condiciones de financiación favorables, el dinamismo de la construcción y la adquisición de activos intangibles lo que ha sostenido esa inversión.

Pero la encuesta PMI del mes pasado, que apunta a las previsiones de los directores de compras de las grandes compañías, revela que se ha ralentizado la actividad a finales de año en el caso de los bienes de equipo y las manufacturas, advierte el BdE.

De otro lado, se ha desacelerado el indicador de "ejecución de obras" en construcción, pese a la subida de afiliados en el sector. La subida del 12,8% en los precios de la vivienda demuestra la falta de oferta frente a una demanda disparada para crear nuevos hogares, advierte el banco.

Aún así, López Salido califica de "robusto" el modelo de crecimiento, que permitirá que la inversión total crezca 3,6% en 2026 (casi la mitad que este año). Pero la atonía en la solicitud de crédito de las sociedades no financieras apunta a que ese dato se quedará en el 2,2% en 2027.

Esa sombra que pesa sobre la inversión tiene su reflejo en el empleo. Si hacemos caso a las previsiones de la institución que preside José Luis Escrivá, el medio millón de empleos anuales creados estos años, serán 370.000 en 2026 y se quedarán en la mitad (250.000) en el 27.

Esa cadencia obedece a un ritmo de creación de empleo estimado en el 2,7% para este año, que bajará al 2% en los doce próximos meses y al 1,4 en dos años. Y eso que esa cadencia es menor que la prevista en el pasado mes de septiembre por la institución bancaria.

Tampoco se espera un repunte de la productividad, que se quedará estancada un año más. Y el informe alerta además de que se frena la bajada de la tasa de paro, que sitúa en una media anual del 10,6% este año y no caerá hasta el 9,6% hasta finales de 2027.

El director de Economía de la institución entiende que esa bajada del ritmo de crecimiento del empleo se produce también por la mejora de la productividad que se espera en 2027.

Del lado positivo, el Banco de España augura un aumento de las exportaciones para compensar el tirón importador y recortar la aportación negativa del sector exterior al PIB. De hecho, augura que será positiva en una décima dentro de dos años.

Es notable hasta ahora el crecimiento de las ventas en el exterior de los servicios no turísticos (ingeniería, finanzas, tecnología, etc.), que están en máximos históricos tanto en valor como en creación de empleo.

De hecho, una de las claves de la mejora de las previsiones se debe a una mayor ponderación de este tipo de actividades en su aportación al PIB, que se coloca en el 6%, por debajo de Francia y Alemania, pero mejor que Italia.

Déficit, salarios y precios

El Banco de España confirma la tendencia al alza de los ingresos del Estado, sobre todo por la no deflactación de los impuestos. Eso se compensará con un gasto mayor en pensiones, salarios públicos, intereses de la deuda e inversión pública, incluido el gasto en defensa.

Ese equilibrio permitirá mantener el déficit entre el 2,5% y el 2,1% en estos años. Y el crecimiento previsto, aunque menor que hasta ahora, permitirá dejar la deuda en el 98% del PIB en 2027.

El riesgo que ve el Banco de España es que el acuerdo alcanzado para subir los salarios en la administración pública presione al alza los convenios colectivos del sector privado y genere distorsiones en inflación y precios.

De hecho, apunta a una subida pactada en los nuevos convenios plurianuales en 2025 del 4,6%, que se moderará hasta el 3,1% el año que viene. Esa evolución puede sufrir un "efecto arrastre" de las retribuciones pactadas este mismo mes en el sector público.

Del lado contrario, desde el BdE se espera una moderación clara de los precios del petróleo y de la energía, los alimentos y la inflación subyacente. El repunte previsto para este año, con una media del 2,7%, decaerá al 2,1% el año que viene y por debajo de ese nivel en 2027.