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El mes de julio siempre marca un punto de inflexión en el empleo anual, una vez en marcha las contrataciones del verano, las rescisiones de los profesores y las 'sustituciones' en la sanidad pública.

Pero este año lo es más todavía, porque aparecen los primeros síntomas de agotamiento del modelo de empleo del Gobierno de coalición: contratación pública y mano de obra intensiva para el comercio, la hostelería y los servicios que atienden al turismo.

Las afiliaciones a la Seguridad Social crecen menos este año, los ocupados extranjeros se estancan en tres millones y los 30.000 o 40.000 empleos que generaba la hostelería sólo en julio hace apenas dos años se han reducido a una tercera parte.

El turismo es capaz de mover el 13% de todo el empleo que hay en España (según los datos de la EPA). Es decir, unos tres millones de personas cada año. Pero sus fluctuaciones y expectativas se han frenado con más puestos fijos discontinuos y un tope de llegada de turistas extranjeros que descarta ya los cien millones anhelados.

Frente al triunfalismo oficial de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, si nos vamos a los datos desestacionalizados del paro de julio, el empleo de actividades como el alojamiento, el transporte aéreo, las comidas y bebidas o las agencias de viaje, ha dejado de crecer.

No se puede ocultar que en los últimos doce meses hay medio millón de ocupados más. Si contamos desde julio de 2023, se han creado casi un millón de empleos. Es el modelo que fundamenta esos datos el que está agotado y apunta a ciertos cambios, tal y como vienen advirtiendo algunos analistas.

El ritmo de aumento de afiliados se situó en el 2,26% en julio, siete décimas más que el mes anterior. Sin embargo, no deja de ser una de las cotas más bajas desde 2014, junto a mayo y junio.

En los últimos doce meses ha habido 482.397 ocupados más, un dato en la línea con los que se vienen registrando desde enero. No obstante, está ya por debajo de los más de 500.000 anuales que se acumulan desde 2015, salvo el año de la pandemia y el posterior.

Hay dos cifras adicionales a tener en cuenta en julio. Una, que las mujeres ocupadas acaparan el 46,2% del total del empleo (10,3 millones), casi 58.000 menos que un mes antes. Dos, el número de afiliados extranjeros (inmigrantes) lleva tres meses atascado en poco más de tres millones, frente a las subidas continuadas desde hace varios años.

Desde la consultora de empleo Randstad se añade un dato más para certificar que julio ha sido "un mes malo en empleo". España ha seguido recibiendo gente en edad de trabajar, hasta acumular 4,28 demandantes de empleo en julio, 96.300 más. Pero sólo se ha recortado esa cifra en 27.500 personas en un año.

Ese desfase acumulado en los últimos meses alerta de que la economía ya no es capaz de generar todo el empleo necesario para recortar el paro de forma contundente. De hecho, Sánchez ha abandonado ya el objetivo del pleno empleo en sus discursos.

Con los datos del SEPE de julio, la consultora de recursos humanos calcula que hay más de un millón de fijos discontinuos, de los que unos 736.500 estarían inactivos.

A su entender, eso genera un mercado laboral dual, donde unos "afortunados" consiguen trabajar y 4,3 millones de personas tienen dificultades para ello.

Otras plataformas, como Infojobs, advierten del exceso de empleo turístico en este mes, con subidas similares en la afiliación en hostelería y en el dato de la afiliación neta total (en torno al 2%).

Esa comparación alerta de la ralentización en 2025 de la afiliación en la hostelería, que "ha llevado a este sector a crecer por debajo de la media total, algo que no sucedía desde la irrupción de la Covid-19", señalan.

Síntomas de cambio

Frente a los datos que apuntan a un agotamiento del modelo laboral de Sánchez y Yolanda Díaz, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Borja Suárez, ha apuntado los indicios que nos llevan a uno nuevo donde la industria y los servicios profesionales de valor añadido tendrían más cabida.

Basta acudir a los datos sobre los sectores en que se divide la afiliación al régimen general para ver como actividades como 'Información y Comunicaciones' o 'Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas' crecen a mayor ritmo que la hostelería o el comercio.

Evidentemente, sus cifras de empleo están por debajo. Cuentan con un millón y medio de afiliados frente a los tres que mueve el turismo. Pero si se le añaden los otros tres millones de empleos técnicos de la industria y la construcción, sobrepasan esa cifra y marcan el paso al nuevo mercado laboral.

Hay que reseñar, además, que esas dos áreas de nueva generación de empleo son especialmente activas en el régimen de autónomos, con subidas de dos dígitos en algunos casos. También acaparan buena parte del empleo joven, de menos de 30 años, con actividades de alta cualificación.

En julio de 2023 apenas se crearon 3.600 autónomos nuevos en un año; un año después fueron ya 36.900 más; y el mes pasado se había crecido en 32.889 en comparación con doce meses antes, con subida en esas nuevas actividades y caídas en hostelería y comercio.

Entre una y otra parte de esa estructura se coloca el millón de empleos que mueve la logística, los 335.000 del sector financiero y el millón y medio de personas que trabajan en actividades administrativas y servicios auxiliares, que operan en todos los ámbitos del empleo.

La patronal CEOE alerta de la ralentización que se ve en la creación de empleo, pese a estar en niveles récord. Señala que los datos de julio están muy por debajo de los 40.000 o 50.000 ocupados más en ese mes antes de la pandemia.

Los empresarios reiteran su compromiso con la creación de empleo, pero recuerdan que, para estimular la inversión y frenar su desaceleración, "resulta imprescindible evitar la proliferación de anuncios de cambios normativos, que generan incertidumbre, rigidez y mayores costes".