Una pintada en Cádiz sobre el convenio del metal, origen de las protestas a mitad de junio.

Una pintada en Cádiz sobre el convenio del metal, origen de las protestas a mitad de junio. Europa Press.

Economía

Navantia y Dragados Offshore, la diana del último intento de los 'rebeldes' del metal por revivir la huelga en Cádiz

La patronal advierte del impacto tras siete días de protestas. La situación ha provocado la marcha de una naviera de Cádiz y se teme que otras la imiten.

Más información: Acuerdo para desconvocar la huelga del metal en Cádiz: UGT y patronal firman mientras CCOO vuelve a desmarcarse

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El acuerdo para rubricar un nuevo convenio y terminar con la huelga indefinida del sector del metal se cerró el viernes pasado en Cádiz con suspicacias. A favor, la patronal, Femca, y UGT, que firmaron el pacto; en desacuerdo, CCOO, el otro sindicato en la mesa, que rehusó imitarles entre críticas.

Por esta razón, muchas voces advirtieron sobre la posibilidad de que esa desunión abonara el rechazo al acuerdo ya expresado por otros minoritarios, como CGT y la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM). Esos temores se concretan ahora frente a las instalaciones de Navantia y Dragados Offshore, convertidas en foco de unas reavivadas protestas que insisten: su huelga continúa.

Así que allí han vuelto los piquetes y el bloqueo a la entrada de subcontratas, pese a estar oficialmente desconvocada la huelga indefinida que duró cinco días durante la semana pasada. A esto se unieron dos días de paro la semana anterior; en total, siete jornadas de inactividad que se creyeron superadas.

Ver que no es así ha desatado la preocupación en la patronal. "El impacto es ya enorme para muchas empresas auxiliares. Si esto sigue así, algunas valoran avanzar con un ERTE o un cierre patronal", advierte en conversación con EL ESPAÑOL-Invertia José Muñoz Flores, secretario general de Femca.

Los trabajadores de la industria auxiliar son precisamente la diana de los piquetes de CGT y CTM, que han decidido focalizarse en los astilleros de Navantia en San Fernando, Puerto Real y Cádiz y las instalaciones de Dragados Offshore por ser estas zonas en las que concentran mayor poder de acción, mientras el resto de la industria gaditana recupera la normalidad.

En estas 'aldeas galas' se concentran ahora las asambleas, como la que ha reunido este martes a 300 trabajadores ante la entrada a la factoría de Dragados Offshore en Puerto Real, una escena replicada en Navantia San Fernando. Consecuentemente, aquí se ha desplazado también el refuerzo policial para evitar enfrentamientos.

A veces sin éxito. El lunes se saldaba con cinco detenidos en Puerto Real por destrozar una furgoneta de trabajo cerca de la entrada a Dragados. Diferentes fuentes mencionan además otros conatos de violencia y amenazas a las puertas de estas compañías, las que se están llevando "la peor parte" dentro del universo del metal en Cádiz, en el que hay más de 3.000 empresas.

Temor por la carga de trabajo

Con la entrada de subcontratas bloqueada de forma intermitente, el calendario de trabajo previsto empieza a preocupar. Estas compañías llevaban siete días de retrasos en el calendario, con consecuencias que ahora temen agravar.

En el caso de Navantia, ya han perdido la obra de reparación del crucero 'Carnival Liberty', que ante la demora se fue del astillero de Cádiz sin terminar. Con ello se esfumó casi un mes de trabajo, señalan diversas fuentes.

No es lo único en vilo en Cádiz. Está en el aire la reparación la del buque hospital 'Global Mercy', considerado el más grande del mundo, que lleva días esperando su entrada.

Nadie descarta que siga los pasos del Liberty si no hay normalidad pronto.

El atasco afecta además a una fragata de la Armada, 'Numancia'. Las mismas fuentes apuntan a que en este caso resulta poco atrativo trasladarla al astillero de Ferrol por los costes de personal que acarrearían, y se confía en su paciencia. Es un suspiro de alivio mientras otros astilleros echan cuentas.

Es lo que sucede en las instalaciones de Navantia en San Fernando. Su calendario aquí indica que deben avanzar sin más demora con la construcción de un patrullero para Marruecos y tres corbetas para Arabia Saudí. Mientras, en Dragados Offshore, dos plataformas eólicas están en el punto de mira.

Incertidumbre

La incertidumbre es ahora la norma en estos lugares. Porque nadie sabe cuándo pueden terminar unas protestas con exigencias que tanto la patronal como otros sindicatos aseguran no poder responder por su naturaleza imprecisa sobre el papel. Piden, sostienen, que se les garantice el trabajo.

"La carga de trabajo no es materia que competa a Femca, depende de las empresas tractoras del sector, y nosotros también deseamos que aumente", sostiene Muñoz, que insiste en que solo pueden hablar de cosas concretas dentro del convenio.

CGT les ha pedido una reunión con mediadores de la Junta de Andalucía el próximo día 9 a la que la patronal asegura que no acudirá. Argumentan que los únicos con legitimidad para hablar del asunto son UGT y CCOO por la representativa que ostentan.

Pero las reticencias entre estos tres actores se mantienen. CCOO insiste en que estudiará el convenio una vez esté redactado, sin descartar acciones legales. La paz del metal no ha vuelto aún a Cádiz.