Una cafetera.

Una cafetera.

Economía

El café se va a las nubes: sus precios se disparan un 70% por la fortaleza del dólar y los ataques en el Canal de Suez

La commodity registra en diciembre el precio medio mensual más elevado desde 1977: 299,61 centavos estadounidenses por libra.

Más información: El comercio de petróleo en el Canal de Suez se reducirá en dos tercios por los ataques en el mar Rojo

Publicada

Los precios del café son el primer gran susto agroalimentario de 2025. Han escalado un 70% en apenas un año, entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024, alcanzando en este último mes una media mensual de 299,61 centavos estadounidenses por libra. Es el dato más elevado desde abril de 1977.

Dos factores conspiran para este alza. Uno, la fortaleza del dólar, que ha encarecido el coste financiero del comercio para los principales exportadores -esencialmente Brasil-, y por otro lado, los continuos ataques en el Canal de Suez, que obligan a desvíos por Sudáfrica que ralentizan y en consecuencia hacen subir el precio de los envíos.

Así resume la situación la Organización Mundial del Café, que en los últimos días ha divulgado su boletín de diciembre, a través del que hace un balance de cómo concluye el año y qué perspectiva hay para este que comienza.

Su diagnóstico: las tensiones van a continuar, tanto para las compañías que comercializan el grano como para los consumidores finales. ¿Por qué? Porque se espera que la divisa estadounidense no aminore su potencia. "Los recortes en las tasas de interés continúan siendo desfavorables como resultado de la agenda del presidente electo de Estados Unidos", Donald Trump, avisa la Organización.

Y eso provoca una reacción en cadena para la libra británica y el euro. O dicho de otra forma, para los involucrados en el procesamiento del café, que "tendrán que aumentar sus precios en la cadena de suministro", lo que a su vez se traduce en aumentos para el consumidor final.

Miedo a bancarrota y tensión en puertos

El análisis de la Organización Mundial del Café resalta que el aumento de los precios del café lleva meses poniendo en riesgo a las compañías del sector, a las que ahora se exige que incrementen los depósitos de margen para cubrir posibles pérdidas. Es algo que deja a muchos en una delicada situación.

Como ejemplo, destaca el caso de dos de las mayores exportadoras de Brasil, Atlântica Exportação e Importação y Cafebras, ambas propiedad del grupo Montesanto. Las firmas, que de forma conjunta representan cerca del 10% de las exportaciones de café del país, habían solicitado a un juez local que se les concediera por este motivo un plazo extra de 60 días para negociar con sus acreedores y evitar así la bancarrota.

¿Resultado? Aunque el juez admitió lo problemático de la situación, rechazó la petición al considerar que 60 días extra era algo "poco razonable", según recogió Bloomberg.

Este requerimiento extra se suma a la presión que sufren desde hace meses las compañías brasileñas por los retrasos en puertos, que hacen subir los costes operativos. El Consejo Brasileño de Exportadores de Café (Cecafé) apunta esta semana, en sus datos más recientes, que los exportadores de café han gastado casi 2 millones de dólares en noviembre en concepto de almacenamiento adicional y tasas.

El almacenamiento extra se ha hecho más necesario por las ineficiencias en sus puertos y desafíos logísticos, una situación que también padecen los productores de Colombia, otro gigante cafetero.

A todos estos problemas, se ha sumado el otro gran factor que explica la tormenta de precios: los tránsitos de mercancías se han ralentizado en el último año por los ataques en el Canal de Suez, encareciendo los envíos. 

El Canal de Suez

Por esta ruta, los tránsitos que llegaban a Europa desde Asia se han vuelto más caros y lentos, complicando así toda llegada de grano, dado que desde América también imperan los retrasos. 

El motivo en este caso son los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen a buques comerciales, que comenzaron a finales de 2023. Era una respuesta a los ataques de Israel sobre Gaza, que han tenido fuerte impacto en el canal: un año después de que comenzaran estas acciones, el volumen de tránsito se ha reducido un 70%, según datos de Port Watch, una herramienta de análisis de disrupciones en el tráfico marítimo desarrollada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Universidad de Oxford que recoge Efe.

La mercancía ha buscado rutas alternativas más lentas. En el caso del café, se estima que ha aumentado entre 4 y 5 millones de sacos la carga que todavía no ha llegado a destino, lo que genera escasez de oferta en Europa y dispara los precios.