El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha advertido de la "urgente necesidad" de que la competitividad de las empresas europeas recupere la "centralidad" en las políticas de la Unión Europa si de verdad se quiere fortalecer la economía del Viejo Continente y garantizar que la región tenga una posición de liderazgo a nivel internacional.

Así lo ha asegurado Garamendi en 'Resilient EU2030', un evento celebrado en la sede de CEOE en el marco de la Presidencia Española de la Unión Europa (UE) y en el que volverá a coincidir con Pedro Sánchez tras varios meses sin apariciones juntos, ya que el presidente del Gobierno será el encargado de clausurar esta jornada. 

Sánchez presentará la propuesta estratégica de la Presidencia española de la UE para fortalecer la seguridad económica y el liderazgo global de la UE en esta década. Según Garamendi, la intervención del presidente supone una "gran oportunidad" para que el sector empresarial conozca las propuestas que enriquecerán las discusiones sobre la autonomía estratégica abierta de la Cumbre Europea de Granada, que se celebrará el 5 y el 6 de octubre.

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Además, ha agregado que, al mismo tiempo, también supone una "magnífica ocasión" para analizar entre la administración, la academia y la empresa las "principales vulnerabilidades" de la economía y la empresa europeas y planear qué medidas deberían acometerse en un contexto internacional "cambiante" y de "profunda transformación económica" marcada por la transición verde y digital. 

El presidente de la CEOE ha señalado que en el mundo empresarial observan "con preocupación" la pérdida de peso de la UE no sólo frente a las economías emergentes, sino también en comparación con otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), como Estados Unidos.

En este contexto, ha señalado que todas las patronales europeas coinciden en que sólo se puede lograr el liderazgo económico de la UE si se adoptan políticas y medidas que permitan que las empresas de la región "crezcan, innoven y compitan en un entorno internacional cada vez más duro". 

"Sólo a través de una mayor competitividad empresarial podremos impulsar un mayor crecimiento económico en la UE, ser más fuertes en el exterior y contribuir de manera más eficaz a la doble transición dentro y fuera de la UE", ha incidido Garamendi.

Propuestas

Ante esta situación, ha planteado una serie de elementos que permitirían unas políticas en el Viejo Continente más orientadas a la competitividad. Por ejemplo, Garamendi ha defendido que es "crucial" que se profundice en el mercado único para conseguir la plena libre circulación de bienes, servicios y capitales.

Además, ha remarcado que es necesario que se complete la unión económica monetaria y se impulse la unión de capitales, elementos fundamentales para que las empresas europeas crezcan y adquieran un mayor tamaño. Asimismo, ha abogado por reducir el "exceso de regulación" que está minando la competitividad de las compañías europeas. 

Asimismo, ha pedido que se impulse la innovación y la capacidad tecnológica de Europa; que no se entre en una competición internacional de subsidios, al mismo tiempo que se facilita el acceso a los fondos; que se afronte la brecha de conocimiento y de habilidades en el mercado laboral y que se refuercen los acuerdos bilaterales comerciales.