Este año el día de la liberación fiscal se produjo el 13 de julio.

Este año el día de la liberación fiscal se produjo el 13 de julio. Jose Verdugo.

Economía

Los españoles trabajarán en 2023 hasta el 29 de julio solo para pagar impuestos, un mes más que antes de Sánchez

Son 16 días más que este año. El aumento de la presión fiscal sobre los hogares se ha elevado en seis puntos desde que Sánchez llegó al poder.

17 octubre, 2022 02:32

Cuando termine el próximo año, los españoles tendrán que trabajar 16 días más que en 2022 para pagar impuestos. Si entran en vigor todos los tributos anunciados y se logra la recaudación prevista, la liberación fiscal se podría retrasar en 2023 hasta el 29 de julio, según cálculos de la Fundación Civismo.

En total, serán 210 días de trabajo para cumplir con las obligaciones fiscales, frente a los 177 días que era preciso trabajar para ese fin en el año 2018, cuando la moción de censura permitió a Pedro Sánchez formar su primer Gobierno. Son 33 días más -un mes y dos días de trabajo extra- para costear el pago de IRPF, IVA, tasas o cotizaciones sociales. 

La Fundación Civismo elabora todos los años un conocido estudio con el fin de recordar a los contribuyentes los días que, de media, trabajan para cumplir con el Estado.

En 2022, ese día llegó el 13 de julio (193 días). Pero el aumento de la presión fiscal sobre las familias lo volverá a retrasar en 2023, hasta alcanzar los 210 días, coincidiendo casi con el inicio las vacaciones de agosto.

Para elaborar ese cálculo promedio, la Fundación Civismo utiliza distintos datos, como la renta disponible de los hogares cada año, el número de empleos y los distintos impuestos que hay que pagar al Estado. Todo ello, dividido entre el número de días que tiene el año da como resultado el llamado Día de la Liberación Fiscal.

Así, esta efeméride no es otra cosa que la fecha del año a partir de la que todo el dinero que ganan los contribuyentes en ese ejercicio queda disponible para consumir y ahorrar, una vez, descontado el pago de impuestos.

Teniendo en cuenta que la liberación fiscal es una media, hay contribuyentes con rentas más bajas que en 2023 que terminarán de trabajar para cumplir con el fisco antes del 29 de julio. Sin embargo, para muchos otros, la liberación fiscal llegará más tarde.

De hecho, con el impuesto de la Solidaridad se podría llegar a dar el caso en el que un contribuyente trabaje todo el año y no sea suficiente para pagar impuestos. Ocurriría si la renta del trabajo de ese individuo en 2023 es inferior a los impuestos exigidos por el patrimonio acumulado, lo que le obligaría a tirar de ahorros, endeudarse o a liquidar bienes para afrontar las obligaciones fiscales.

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La liberación fiscal también es distinta por territorios. En comunidades autónomas como Cataluña, Cantabria, Castilla la Mancha, Valencia o Asturias suele llegar más tarde que en la media española.

Por el contrario, Madrid, Murcia, Andalucía, Castilla y León, Canarias, La Rioja y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla suelen ser regiones en las que ese día llega algo antes.

El 41% del PIB

Todas estas cifras permiten ilustrar bien los efectos del aumento de la presión fiscal en España. Según datos aportados por la CEOE esta semana, en 2023 ésta alcanzará el 41% del Producto Interior Bruto (PIB).

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De este modo, el Gobierno casi conseguirá su objetivo de equiparar la presión fiscal en relación al PIB con la media de los países de la Unión Europea a pesar de que la economía crecerá un 1,2% -según el FMI- y podría arrancar el ejercicio en recesión técnica.

No obstante, ese dato debe leerse teniendo en cuenta una salvedad. Debido al mayor peso de la economía sumergida en España, ese esfuerzo fiscal se reparte entre menos contribuyentes que en otros países, se recuerda desde la CEOE.

El 57,7% de la renta

Con las cifras que aporta el proyecto de Presupuestos también se puede analizar la evolución de la presión fiscal sobre las familias en función de su renta, un dato que es fundamental para estimar cuándo llega el día de su liberación fiscal.

Según cálculos elaborados para este diario por el economista e investigador Javier Santacruz, el aumento de los impuestos en relación a la renta familiar aumentará en 2023 desde el 54,91% actual hasta el 57,7%.

También este esfuerzo que se pide a los hogares ha ido en aumento desde 2018, de manera consecuente con la política fiscal del país. En concreto, cuando el PSOE llegó al poder ese porcentaje era del 51,72%, seis puntos menos de lo que será en 2023, según las estimaciones de Santacruz.

No obstante, la mayor parte de la subida de la presión fiscal sobre las rentas familiares se ha producido desde que se formó el Gobierno de coalición del PSOE con Unidas Podemos. Desde 2020, se ha producido un incremento de 4,7 puntos (de los seis antes citados).

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Europa Press

Como avanzó este periódico, con los cálculos del Instituto de Estudios Económicos (IEE), el próximo año, cada hogar tendrá que pagar 4.700 euros más en promedio en impuestos directos e indirectos que en 2018.

Una obligación a la que hay que sumar los compromisos adquiridos por el Estado con los mercados a través de la deuda pública que ha crecido en este tiempo en 18.270 euros por familia, un incremento que estuvo motivado por las medidas excepcionales para hacer frente a la pandemia.

Ingresos fiscales récord

El Gobierno prevé lograr en 2023 unos ingresos récord consolidados de 383.171 millones de euros a pesar del frenazo económico del que están alertando todos los organismos que analizan las cuentas de la economía española.

El último ha sido el FMI que estima un crecimiento para el próximo año del 1,2%, frente al 2,1 con el que se ha elaborado el proyecto de Presupuestos Generales del Estado.

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La recaudación que espera Hacienda por los impuestos subirá un 9,7%, hasta 184.522 millones de euros. Esto a pesar de que en los PGE no se han incorporado algunas de las figuras fiscales anunciadas en los días previos a su entrega en el Congreso, como es el caso del Impuesto de Solidaridad a las grandes fortunas.