La presidenta del BCE, Christine Lagarde.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde. EP

Economía

El efecto dominó de la inflación: la Navidad será más cara, la energía seguirá al alza y el BCE tendrá que subir tipos

Fráncfort esperaba que los precios tocaran su pico en noviembre. Pero la Navidad y la subida de los precios de la energía desarman su discurso.

30 noviembre, 2021 05:30

Con los ciudanos cada vez más preocupados por el encarecimiento del coste de la vida, el Banco Central Europeo (BCE) cada vez tiene más difícil sostener su discurso de que la inflación es un fenómeno "transitorio". La alemana, Isabel Schnabel, miembro del consejo de gobierno del BCE, afirmó este lunes que la inflación en Europa habría tocado techo en noviembre para comenzar a moderarse en los próximos meses. Una premisa indispensable para que Fráncfort pueda retrasar la retirada de estímulos y no subir los tipos de interés, con el daño que esto haría a la recuperación. Sin embargo, cada vez hay más datos que desmontan ese discurso.

El dato de IPC adelantado para este mes que se publicó este lunes en España reveló un récord en la escalada de los precios al situarse en el 5,6% interanual, su nivel más alto en los últimos 29 años. En Alemania, las cosas no están mejor y la inflación escaló en noviembre hasta el 6% en tasa anual, desde el 4,6% de octubre.

En el caso español, a diferencia de lo que venía ocurriendo en los meses anteriores, el 'gran culpable' de este encarecimiento del coste de la vida no fue la factura eléctrica sino la alimentación, seguida de los carburantes. En Alemania, los alimentos también se dispararon, aunque menos que la energía.

A la espera de la Navidad, el aumento del coste de la cesta de la compra es un varapalo para las familias españolas, que en el mes de diciembre gastan más en alimentos. Sin embargo, el final de año no solo va a estar marcado por este revés para el bolsillo de los hogares: la energía también va a volver a subir y registrará nuevos máximos históricos, tras la leve tregua de noviembre. 

Un escenario que permite augurar nuevas subidas de la inflación en España. Y lo que es más preocupante, también en la Eurozona, lo que de confirmarse obligaría a adelantar la subida de tipos de interés y supondría un nuevo bache para la recuperación económica en un contexto internacional lleno de obstáculos por los problemas del comercio y las nuevas variantes de la Covid-19.

Energía más cara

Los expertos esperan que en diciembre de 2021 los precios de la energía marquen su nivel más alto de la historia en España antes de empezar a relajarse en 2022. Una evolución que no será homogénea en todo el Viejo Continente, ya que en países, como Alemania, tocarán sus máximos en el primer trimestre de 2022.

En España, "muy probablemente el precio promedio del mercado mayorista MIBEL sea superior a los 200 €/MWh e incluso de los 225 €/MWh. Estos serían los precios más altos de la historia para un mes de diciembre y para cualquier mes del año", explica a este periódico el CEO y fundador de AleaSoft Energy Forecasting, Antonio Delgado Rigal.

Según sus previsiones, en el segundo semestre de 2022, la crisis energética mundial se habrá relajado, al igual que el coste de la electricidad y el gas. Esto colocaría los precios en España alrededor de un 50% por debajo de los de diciembre de 2021. Pero aún así es un nivel "muy por encima de los niveles de 2019, anteriores a las crisis energética actual y a la crisis de la Covid-19", advierte Delgado.

Energía en Europa 

En este contexto, aunque en nuestro país se podría haber pasado lo peor cuando se despida este año, en el resto de Europa la energía no tocará techo hasta 2022.

En el caso de Alemania, desde el pasado verano, los precios han ido subiendo mes a mes hasta registrar en noviembre el máximo histórico de 176,15 euros MWh.

"Como en el resto de mercados europeos, se espera que los precios continúen altos durante el invierno y el pico se podría alcanzar en el primer trimestre de 2022", recuerda el CEO de AleaSoft Energy, antes de señalar a Italia como otro de los países muy expuestos al gas y en el que se esperan tensiones "al menos hasta el primer trimestre" del próximo año.

A esto se suma que, en los últimos días, Francia ha lanzado una nueva alerta preocupante para los economistas que siguen la inflación. El parón de centrales nucleares en este país -para prepararlas con el fin de que funcionen a pleno rendimiento en invierno- en un contexto de descenso brusco de las temperaturas ha provocado un coctel explosivo que ha provocado un subidón de los precios.

"Cuando estas centrales vuelvan a estar disponibles los precios bajarán, aunque seguirán altos porque se espera que se mantengan el resto de factores que lo empujan al alza", puntualiza Delgado.

El discurso del BCE

Con los precios de la energía presionando a las cuatro mayores economías del euro, el Banco Central Europeo tiene cada vez más complicado sostener su hoja de ruta de retrasar la subida de tipos y la retirada de las compras de deuda del programa de emergencia que diseñó para combatir la pandemia.

A la espera de que se publiquen los datos del IPC en la Eurozona por parte de Eurostat, la tasa de inflación armonizada de Alemania que publicó la Oficina Federal de Estadística (Destatis) es incluso superior a la de España, algo que es preocupante.

En este contexto, el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, reconoció este lunes durante una visita a Madrid que en este momento es más preocupante la inflación que las nuevas variantes de la Covid-19.

Sin embargo, subrayó que la previsión del organismo es que la escalada de los precios sea temporal. En la misma línea, se manifestó el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos que, consciente de que el debate sobre una subida de tipos está sobre la mesa, pidió prudencia para no endurecer la política monetaria antes de tiempo, al tiempo que recordó que es importante que esta escalada del IPC no se traslade a los salarios para convertirse en un fenómeno permanente.

Si Fráncfort cede a las presiones de los países frugales para acelerar esa retirada de estímulos, las economías más endeudadas de la Eurozona sufrirán un bache adicional en la recuperación tras la pandemia. Pero de momento, la tesis que impera es la de esperar a que la economía vuelva a crecer con fuerza y se corrijan los desequilibrios antes de endurecer la política monetaria.

Las palabras de Schnabel -recogidas por Reuters este lunes- defendiendo que la inflación es "transitoria" son un alivio para los gobiernos de España e Italia. Pero la escalada de los precios y las previsiones de los mercados energéticos son una amenaza cada vez más seria para quienes piden que se retrase la retirada de estímulos.