Economía

Un ex número dos del Popular apoyó el cese de Ángel Ron porque él se lo pidió

11 diciembre, 2019 19:48

Madrid, 11 dic (EFECOM).- El ex consejero delegado del Banco Popular Pedro Larena ha asegurado este miércoles en la Audiencia Nacional que Ángel Ron le pidió personalmente que votara a favor de su cese como presidente de la entidad ya que no quería ser un "obstáculo" ni crear una confrontación "entre dos bandos".

Larena, que ha declarado como investigado en el caso Popular, ha tildado de "desastre" y "chapuza" el relevo en la presidencia del banco, que supuso la llegada de Emilio Saracho, y ha dicho que el proceso estuvo promovido por los consejeros dominicales y la presidenta de la comisión de nombramientos, Reyes Calderón.

En este sentido, según han informado a Efe fuentes jurídicas, ha reiterado que muchos integrantes del consejo de administración del Popular no tenían conocimiento del plan que se estaba gestando por entonces -finales de 2016- para sustituir a Ron, y ha asegurado que advirtió de que Saracho no le parecía un perfil oportuno.

Para Larena, elegir a ese candidato, que finalmente acabó liderando la entidad durante 108 días hasta su resolución el 7 de junio de 2017, era decir al mercado que el Popular estaba a la venta.

Asimismo, ha reconocido que mantuvo discrepancias con Saracho porque le obligó a paralizar el plan de negocio en el que confiaba el propio Larena, además de que quería que la dirección financiera reportara directamente a la presidencia.

A preguntas del juez José Luis Calama sobre su experiencia personal, el número dos del banco entre finales de agosto del 2016 y abril de 2017 ha relatado que fue precisamente Calderón quien le contactó para que desembarcara en el Popular, un "bancazo" que no había recibido ayudas públicas y que, por tanto, debía aumentar sus provisiones para adecuarse a las exigencias de los reguladores.

De este modo, ha proseguido, su idea principal era ejecutar el plan de negocio aprobado por el equipo de Ron y cuyo eje central era el conocido como "proyecto Sunrise", una especie de banco malo al que traspasar buena parte del lastre inmobiliario.

Por aquellas fechas, la cuota de pymes del Popular era del 17 % del mercado, y su capacidad de generar beneficios alcanzaba los 1.500 millones al año, ha apuntado Larena, que ha relatado que tras destinar 100.000 euros a la compra de acciones del banco pidió un préstamo para adquirir más.

No obstante, la entidad se negó a concederle dicha financiación al estar prohibido por política interna.

Como hiciera durante su declaración el exvicepresidente del Popular Roberto Higuera, Larena ha lamentado la premura con la que el banco comunicó al mercado la reexpresión de las cuentas del 2016, que hizo ascender a 3.611 millones las pérdidas de dicho ejercicio.

Durante la declaración, que ha durado algo más de dos horas, Larena ha hecho alusión al plan de capital con el que el Popular pretendía conseguir 3.000 millones de euros mediante desinversiones, sin captar capital.

Tal estrategia fue aprobada durante el consejo de administración del 10 de abril de 2017, el mismo en el que fue relevado como consejero delegado por Ignacio Sánchez-Asiaín y que se produjo apenas dos meses antes de que Europa acordara resolver el banco por su situación de "quiebra o próxima a la quiebra".