Economía

Los aranceles siguen amenazando al sector aéreo pese a ser finalmente menores

6 octubre, 2019 11:19

Madrid, 6 oct (EFECOM).- Los aranceles que prevé imponer los EE.UU. a los aviones europeos siguen poniendo en riesgo al sector aéreo, a pesar de ser finalmente del 10 %, un porcentaje bastante inferior al 100 % que temía la industria.

Estados Unidos anunció, tras obtener el pasado miércoles la autorización de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que sancionará a una serie de productos europeos por las ayudas y subsidios a Airbus, entre ellos los aviones nuevos, excluidos los militares, de más de 30.000 kilogramos, con gravámenes aduaneros del 10 %, mientras que al resto se le aplicará un 25 %.

En los próximos meses, la OMC determinará el importe de las contramedidas arancelarias que la Unión Europea (UE) podrá imponer a los productos estadounidenses, incluidos los aviones Boeing importados, en la causa paralela que se sigue sobre la ilegalidad de subvenciones concedidas al fabricante estadounidense.

El sector aéreo considera que la única manera de evitar los efectos negativos de tales aranceles sería que EE.UU. y la UE encontraran una solución a esta disputa que ya se prolonga quince años, mediante un acuerdo negociado.

Estos aranceles impuestos por ambas partes tendrían un impacto muy grave para las industrias estadounidense y europea, que repercutiría en unos costes más elevados para la adquisición de aviones nuevos por parte de las aerolíneas de ambos lados el Atlántico.

Esta nueva tensión se añade a problemas de suministro asociados a la crisis del Boeing 737 MAX que lleva sin volar desde marzo pasado, tras los accidentes mortales de Indonesia y Etiopía, y aún no hay una fecha para que se levante esta suspensión.

Tanto aerolíneas estadounidenses como europeas están pendientes de recibir nuevos aviones de ambos fabricantes como, por ejemplo, American Airlines, que espera la entrega de aproximadamente 90 unidades Airbus entre junio de 2019 y 2026, JetBlue o Hawaiian Airlines, entre otras.

Del lado contrario, Boeing entrega de media más de 100 aeronaves al año a operadores europeos, cifra que puede elevarse en 2020, cuando el 737 MAX vuelva a surcar los cielos.

Aunque Delta Airlines expresa, en twitter, sentirse satisfecha de que los aviones fabricados y entregados en la planta de Airbus en Mobile (Alabama, EE.UU.) se quedan fuera de los aranceles, en contra de lo que se temía, remarca que el gravamen del 10 % propuesto para las aeronaves procedentes de la UE ya bajo contratos de compra, es un impuesto "injusto" para las aerolíneas de EE.UU..

Delta espera que la Administración estadounidense y la UE sean capaces de resolver este dilatado conflicto de manera que se respeten los derechos contractuales existentes y sin crear barreras "antinuaturales" para la adquisición de aviones Boeing o Airbus.

Credit Suisse considera que los aranceles del 10 % que quiere imponer EE.UU. a las aeronaves europeas -en vez del 25 % que se preveía en general o el máximo del 100 %- son perjudiciales, "pero no lo suficiente como para que lo más obvio sea tomar la decisión de no hacer entregas".

Además, la entidad apunta a que Airbus trabajará con las aerolíneas estadounidenses para encontrar una manera de dividir o evitar estos costes y el fabricante de aviones europeo podría posponer algunas de sus entregas.

Para la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), el fallo de la OMC encarecerá los aviones y, por tanto, el precio de los billetes y será el usuario quien pague esta disputa.

Aunque es demasiado pronto para cuantificar el impacto económico de este litigio comercial, perjudicará a toda la industria, incluida la de EE.UU. y creará "inseguridad".

Ambas partes "van a perder con este problema legal", ya que la industria de la construcción de aviones es global y Airbus es un "paradigma" de esta colaboración entre países.