Economía

La entrada en vigor de la directiva de pagos producirá caídas en las ventas

23 septiembre, 2019 13:39

La entrada en vigor de la nueva Directiva de Pagos (conocida como PSD2 por sus siglas en inglés) producirá en los primeros momentos caídas en las ventas como consecuencia de los nuevos requisitos de autenticación reforzada.

El director general de Adigital, José Luis Zimmerman, ha explicado en un encuentro con medios de comunicación organizado por Visa y en el que también ha participado la Asociación Española de la Banca (AEB) que las ventas se recuperarán cuando que el consumidor se acostumbre a los nuevos requisitos de los medios de pago.

La directiva entró en vigor el pasado 14, pero la falta de preparación en el conjunto de los agentes implicados en la cadena hizo que la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) y los supervisores nacionales concedieron un tiempo adicional -todavía pendiente de acotar- para la adaptación.

Se exigirán cuando se aplique plenamente dos elementos de seguridad diferentes, a elegir entre algo que se sabe (por ejemplo, el pin), algo que se tiene (la tarjeta) y algo que se es (huella digital) y será necesaria tanto para hacer pagos por internet como en comercios físicos, según la fuente.

Si se hubiera aplicado plenamente en esas fechas, habría habido una caída "muy grande" de las ventas por un aumento del rechazo de las operaciones, pero "lo peor" hubiera sido la pérdida de confianza en el comercio electrónico, según Zimmerman.

Las cifras que maneja el sector sitúan la caída de la conversión (cuando una venta online decae en el momento del pago) habitualmente entre un 20 y un 25 % y este porcentaje subirá en los primeros momentos cuando se aplique plenamente la Directiva.

El responsable de Producto de Visa para el Sur de Europa, Andrea Fiorentino, cree que es fundamental para que la experiencia de cliente sea positiva que ninguno de los participantes en la cadena se quede atrás, especialmente todo el tejido de pymes.

Es crucial, en su opinión, que los clientes no pierdan la confianza depositada en los medios de pagos, especialmente en Europa, que tiene una posición de privilegio y las tasas más bajas de fraude en el mundo (en torno al 0,5 % del volumen de operaciones).