San Fernando de Henares (Madrid), 17 sep (EFECOM).- La defensa del ex consejero ejecutivo de Bankia José Manuel Fernández Norniella ha asegurado este martes ante la Audiencia Nacional que "quien conocía cómo estaban las cajas que conformaron el grupo era el Banco de España" no su cliente, que a pesar de proceder de Caja Madrid no contaba con información sobre "los pormenores de la entidad".

Durante la exposición del informe final, el abogado Gonzalo Rodríguez-Mourullo ha insistido en que el grado de conocimiento de Norniella era igual al del resto de consejeros, ya que su cargo "no era ejecutivo", y ha lamentado que "a veces se olvide" de que las cuentas de la caja madrileña "ofrecían resultados positivos y estaban debidamente auditadas sin salvedades".

Ha rechazado así que el hombre de confianza del expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, fuera consciente de los supuestos problemas que arrastró Caja Madrid al nuevo grupo BFA-Bankia en la integración de 2010, pues "si hubiera tenido que hacer uno a uno todos los apuntes contables, no se habría encargado de sus competencias".

También le ha desmarcado de cualquier posible irregularidad contable en Bancaja, la segunda entidad más relevante de esta fusión por volumen de activos, ya que admitir lo contrario "no tiene sentido".

"Es como decir: 'Oye, me dice el señor Olivas (en alusión al expresidente de la caja levantina y exvicepresidente de Bankia, José Luis Olivas) que viene con una mochila cargada de deterioros. Dile a tu mujer que no vas a cenar porque tenemos para toda la noche'. Pues obviamente esa conversación nunca se dio", ha puntualizado Rodríguez-Mourullo.

De este modo, ha añadido el letrado, quien sabía cómo estaban las cajas "era el Banco de España", cuyos inspectores "eran perfectamente conocedores" de la realidad de las siete.

Tanto es así que, tal como hiciera el propio Norniella durante su declaración ante el tribunal, ha dicho que su representado "nunca" antes había ejercido su condición de consejero "con tanta seguridad" como en Caja Madrid.

"Tenían dentro de la casa al Banco de España, que recibía numerosa información que le permitía tener un conocimiento profundo, in situ, y una comunicación más intensa y día a día con la entidad", ha aseverado.

Respecto a la salida a bolsa de Bankia, la defensa del que fuera secretario de Estado de Comercio entre 1996 y 1998 ha subrayado que la "confianza" de Norniella "le llevó a invertir importantes cantidades de dinero", lo que, en su opinión, disipa cualquier duda sobre su diligencia profesional.

No obstante, ha querido aclarar que "no tuvo ninguna intervención porque no se había delegado en él, no intervino en ningún grupo de trabajo ni firmó el folleto informativo".

La Fiscalía Anticorrupción solicita para Norniella la segunda pena más elevada del caso, seis años de cárcel, por presuntos delitos de estafa a inversores y falsedad contable.

En su relato, la fiscal Carmen Launa considera probado que "estaba bien enterado de la precaria situación de Caja Madrid al tiempo de la integración, siendo perfecto conocedor de todas las deficiencias del inicial registro a valor razonable que tuvo lugar en la constitución del grupo BFA".