Madrid, 12 sep (EFECOM).- El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, ha dicho que no ve problemas de conectividad en la actual huelga de los tripulantes de cabina (TCP) de Ryanair, que sigue de cerca, y ha minimizado el impacto de los paros en Iberia y Renfe de este verano.

Ábalos ha comparecido por primera vez en la XIII Legislatura en la Comisión de Fomento del Congreso para hacer un balance de la situación a finales de agosto en el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y de la convocatoria de paros en los servicios ferroviarios.

El ministro en funciones ha destacado que la antelación tanto de Aena y de Renfe como del Ministerio de Fomento hizo que la operativa de huelga se desarrollara con normalidad, sin incidencias destacables y sin un elevado número de reclamaciones.

Además, ha avanzado que las actuales huelgas convocadas por Ryanair se ciñen a un problema laboral que no ha ocasionado problemas en los vuelos, aunque Fomento está haciendo "un seguimiento continuo de los paros".

En el caso de las huelgas de Iberia y de la empresa de vigilantes del Aeropuerto Trablisa en Barcelona, ha destacado que hasta el 30 de agosto hubo 38 reclamaciones, 3 vinculadas con la aerolínea y el resto de la compañía de seguridad.

También ha resaltado la "complejidad" del sector del transporte aeroportuario en España, donde operan no sólo instituciones públicas y aerolíneas privadas sino otros muchos agentes, como empresas de todos los sectores con una gestión de recursos humanos propia y con diferentes convenios colectivos.

Ha recordado que en los 46 aeropuertos españoles y 2 helipuertos hay 6.200 empresas y sólo en Barcelona 1.000.

Ábalos ha valorado que Fomento y Aena evitaran aglomeraciones en las zonas de embarque, reforzando la información a los pasajeros, y que tuvieran una coordinación constante con las aerolíneas para, incluso, prolongar los horarios de los restaurantes del aeropuerto y dar mejor servicio a los viajeros afectados.

Con respecto a las huelgas de Renfe en julio, agosto y septiembre, convocadas por CCOO y la CGT, el ministro en funciones ha lamentado que no se pudiera haber llegado a un acuerdo previo a la convocatoria.

Pero ha restado importancia a su incidencia, y ha dicho que mientras el paro convocado por CCOO fue secundado por 260 trabajadores de 4.000, los de la CGT fueron seguidos por 100 efectivos sobre 5.000 empleados.

"El escaso seguimiento de los paros es muestra del esfuerzo del Gobierno por avanzar en los convenios colectivos", ha dicho, una vez que ha argumentado que la tasa de reposición de Renfe es actualmente la más alta de la historia de la operadora, de un 105 % sobre las bajas causadas en 2018, y que supone un ingreso de 1.032 efectivos nuevos.

Ábalos ha recordado el segundo convenio colectivo de Renfe cerrado en diciembre de 2018 y la renovación de otros muchos convenios paralizados desde hace años, como el de Correos, Adif o Puertos del Estado.

"Hay una comunicación fluida con los sindicatos y no han sido pocas las convocatorias que, gracias a los contactos, no se han desarrollado. Han sido más las anunciadas que las realizadas", ha aseverado, después de incidir en que el anterior ministro de Fomento del PP Íñigo de la Serna, tuvo que afrontar huelgas parecidas el verano pasado con una incidencia mayor.