La economía griega creció un 0,8 % en el segundo trimestre de 2019 en comparación con los tres meses anteriores, seis décimas más que en el primer trimestre del año, según los datos provisionales ajustados estacionalmente publicados este martes por la oficina helena de estadísticas (Elstat).

El crecimiento interanual del producto interior bruto (PIB) se sitúa en el 1,9 %, ocho décimas más que en el primer trimestre.

Las exportaciones aumentaron un 3,3 % respecto al periodo comprendido entre enero y marzo, mientras que las importaciones decrecieron un 0,8 %.

El consumo aumentó un 0,7 %, mientras la formación bruta de capital fijo se incrementó un 2,4 %.

En la comparación anual, las exportaciones se incrementaron un 5,4 % y las importaciones un 3,7 %.

La formación bruta de capital fijo se redujo un 7,9 % y el gasto en consumo final aumentó un 1,2 %.

El crecimiento de la economía es un factor determinante para la salida del país de la crisis, pues Grecia está obligada a mantener un superávit primario (que excluye el pago de intereses y deuda) del 3,5 % del PIB hasta 2022 y del 2,2 % a partir de entonces hasta 2060.

Para este año, las estimaciones oficiales parten de un crecimiento económico del 2,3 %.

Según las estimaciones de la Comisión Europea, el crecimiento será del 2,2 %, mientras el Banco de Grecia prevé un crecimiento del 1,9 %.

Para la salida definitiva del país de la crisis es necesario, según los analistas, un ritmo de crecimiento de la economía superior al 3 % durante muchos años y una coyuntura internacional favorable.

El nuevo Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis pretende conseguir un ritmo de crecimiento al menos doble al actual y por eso quiere crear un ambiente económico más favorable al empresariado para atraer inversiones extranjeras.

En su discurso de inauguración de la Feria de Salónica, el próximo sábado, el primer ministro presentará su política económica para el próximo año y las primeras medidas que pretende tomar para facilitar las inversiones.