El Gobierno portugués decidió mantener hoy la intervención parcial de la huelga de transportistas y no ampliar su alcance, en una tercera jornada de paro en la que el sindicato convocante invitó a la patronal a volver a las negociaciones.

El gabinete del ministro de Ambiente luso, João Pedro Matos Fernandes, informó en un comunicado de que decidió mantener la intervención parcial de la huelga vigente, al verificar que los servicios mínimos fueron "genéricamente cumplidos".

Los únicos casos de incumplimiento identificados este miércoles fueron en el suministro a los aeropuertos de Lisboa y Faro, ya incluidos en la intervención parcial, y del que se están encargando 24 equipos de los cuerpos de seguridad y las Fuerzas Armadas del país.

El Ejecutivo decretó el lunes la intervención parcial de la huelga a través de la "requisición civil", un instrumento extremo que no sólo moviliza a los militares para garantizar el suministro, sino que obliga a trabajar a los huelguistas que sean necesarios para el abastecimiento esencial.

Si se niegan, pueden afrontar incluso penas de cárcel por desobediencia.

El Sindicato de Transportistas de Mercancías Peligrosas llegó a denunciar hoy que dos huelguistas habían sido detenidos en su casa por la Guardia Nacional Republicana (GNR) para ser obligados a trabajar.

Sin embargo, la GNR emitió un comunicado en el que aseguró que no hay ningún conductor detenido y que se limitó a notificar a cuatro transportistas de que si no comparecían en su lugar de trabajo estarían incurriendo en un crimen de desobediencia.

Los cuatro trabajadores "decidieron voluntariamente cumplir el servicio para el que estaban designados", señaló la GNR.

El portavoz del sindicato, Pedro Pardal Henriques, había advertido esta mañana de que los trabajadores no acatarían la obligación de acudir a trabajar.

El sindicato informó este miércoles de que no iba a desconvocar la huelga, pero invitó a la patronal del sector, Antram, a volver a la mesa de negociaciones este jueves, aunque todavía no obtuvo respuesta.

La huelga de los transportistas está convocada por tiempo indeterminado y mantiene al país en alerta por emergencia energética.