Economía

El azulejo reclama al Gobierno un estatuto del consumidor de gas intensivo

12 junio, 2019 12:19

Madrid, 12 jun (EFECOM).- El sector del azulejo aumentó sus exportaciones aproximadamente el 2 % entre enero y marzo de este año con respecto al mismo periodo del año pasado a pesar del efecto negativo del proteccionismo y el creciente coste del gas y la luz.

En este sentido, destaca el crecimiento que se está produciendo en Estados Unidos (10 %) y Arabia Saudí (21 %), lo que el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER), Vicente Nomdedeu, ha atribuido este jueves en una comparecencia a la imposición de mayores aranceles por parte de Trump o medidas "anti dumping".

En el plano europeo, el presidente de la patronal ha destacado el crecimiento del mercado del Reino Unido, lo que ha atribuido al temor de los compradores a un Brexit duro que encarezca el producto.

Nomdedeu ha reclamado un estatuto de consumidores de gas intensivo, ya que el gas supone un 13 % de los costes de la industria, lo que dificulta su competitividad en el exterior.

Las ventas internacionales supusieron en 2018 un 75 % de los ingresos del sector de la cerámica, en el que España es el mayor exportador en volumen de la Unión Europa y el segundo del mundo.

El presidente de la patronal ha mostrado su preocupación por el efecto que pueden tener la desaceleración económica mundial o las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos.

Uno de los países donde la industria se ha visto perjudicada es el mercado argelino, donde se han impuesto aranceles del 60 % al producto, lo que se ha traducido en un descenso del 83 % en las exportaciones a este país.

En el mercado español, la industria cerámica mantiene los ritmos de crecimiento del año pasado con un crecimiento del 7 % en lo que va de año.

La producción se recortó un 6 % hasta abril, pero la facturación creció gracias a la liquidación de existencias.

La industria del azulejo cerró 2018 con 3.597 millones de euros de ingresos, lo que supuso un crecimiento del 2,9 % respecto al año anterior.

Este crecimiento, no obstante, fue menor que en años anteriores y estuvo lastrado por las medidas proteccionistas tomadas en varios países y la ralentización de la economía mundial con un descenso de las exportaciones a partir de junio.

Sin embargo, el crecimiento se mantuvo sostenido por el fuerte aumento de los ingresos en España (7,5 %) hasta alcanzar 870 millones de euros.