Economía

Un acuerdo pone fin al conflicto entre los dirigentes de Essilorluxottica

13 mayo, 2019 12:41

El grupo de lentes Essilorluxottica anunció este lunes un acuerdo que pone fin al conflicto de los últimos meses entre sus dos presidentes, el italiano Leonardo del Vecchio, que es el primer accionista, y el francés Hubert Sagnières, "número uno" de Essilor.

En virtud de ese pacto presentado en un comunicado a tres días de la junta de accionistas de una compañía cuya fusión se formalizó en octubre pasado, Del Vecchio y Sagnières dan un paso al lado y separan las funciones operativas de las suyas como presidentes.

En concreto, delegan las primeras en los directores generales Francesco Milleri (de Luottica) y Laurent Vacherot (de Essilor), que tienen como misión "acelerar la simplificación del nuevo grupo con la integración de las dos sociedades" en un plazo de 12 a 24 meses.

Vacherot se integrará como administrador en el consejo y en su comité estratégico, pero tanto él como Milleri confirmaron que no son candidatos al puesto de consejero delegado, para el que se ha lanzado una búsqueda de un candidato.

Este pacto acaba con todos los contenciosos judiciales que habían iniciado las dos partes enfrentadas, incluida la demanda de arbitraje abierta el 27 de marzo ante la Cámara de Comercio Internacional.

Sobre todo, cierra la grave crisis de gobernanza que ha vivido Essilorluxottica, que no sólo había paralizado sus decisiones, sino que ha tenido consecuencias en la marcha bursátil de la empresa.

De los 54.000 millones de euros de capitalización bursátil en el momento de la fusión, se había llegado a bajar hasta 46.000 millones.

La cotización de Essilorluxottica, que el pasado viernes ya vivió una fuerte recuperación del 3,96 % al calor de las informaciones sobre el compromiso oficializado este lunes, mientras que esta mañana seguía ligeramente orientado al alza en la Bolsa de París, con una subida por encima del 0,30 % a mediodía. Su capitalización ha vuelto a superar los 48.000 millones.

En el origen de esta batalla de dirigentes estaban, por un lado, las sospechas de Essilor de que Leonardo Del Vecchio (dueño a través de Delfin del 32 % del capital y el 31 % de los derechos de voto) quería hacerse con el control imponiendo a su candidato, Francesco Milleri, como responsable ejecutivo.

Por el otro, los italianos reprochaban a Sagnières no haber respetado el pacto de fusión.