Las entidades que forman parte de la intermediación financiera no bancaria -fondos de inversión, titulizaciones, establecimientos financieros de crédito, sociedades de valores y sociedades de garantía recíproca- gestionaban a cierre de 2017 activos por valor de 532.000 millones de euros.

De ellos, el 49,5 % pertenecía a los fondos de inversión; el 38,9 % a las titulizaciones; y el 10,8 % a los establecimientos financieros de crédito, según los últimos datos recogidos en el Informe "Intermediación financiera no bancaria en España", publicado este lunes en el Boletín Trimestral de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Dicho informe, que analiza las actividades de intermediación crediticia que llevan a cabo estas entidades ajenas al sistema bancario, pone de manifiesto que los activos gestionados representaban el 6,8 % del sistema financiero español a cierre de 2017.

Una cifra "en expansión, aunque inferior a la de otras economías del entorno", indica el informe, que detalla que en España, las entidades intermediadoras no bancarias con una actividad más relevante son los fondos de inversión.

Las siguen las emisoras de titulizaciones, los establecimientos financieros de crédito, las sociedades de valores y las sociedades de garantía recíproca.

Este sector fue denominado en un primer momento como "banca en la sombra" (shadow banking), pero ha sido sustituido por "intermediación financiera no bancaria" para evitar la connotación negativa que "parecía sugerir la existencia de un grupo de entidades que realizaban actividades similares a las de los bancos sin ningún tipo de regulación". según la fuente.

La mayor parte de las entidades consideradas dentro de la "banca en la sombra" están sometidas a una regulación y supervisión "exigente, generalmente realizada por los supervisores de valores, aunque no sea bancaria", reconoce el informe.

El estudio analiza los riesgos más relevantes de estas entidades, y desvela que los vehículos de titulización presentan riesgos elevados en la mayoría de las categorías analizadas; riesgo de crédito, riesgo de liquidez, apalancamiento y conectividad con el sector bancario.

En el caso de los fondos de inversión, que forman el grueso de estas entidades intermediadoras no bancarias en España, el estudio ve un riesgo más elevado respecto al crédito, ya que tienen un porcentaje elevado de activos crediticios en sus carteras.