Las acciones de Samsung han caído un 4,3 % en la Bolsa de Seúl desde que trascendieran el pasado miércoles los fallos registrados en el Galaxy Fold, el primer modelo de teléfono móvil con pantalla plegable, sin que los analistas se atrevan a aventurar si el desplome ha pasado o si los títulos seguirán cayendo.

Las acciones de Samsung han cotizado este lunes, a cierre de mercado, a 45.350 wones (35,27 euros), si bien el 17 de abril llegaron a 47.400 wones (36,86 euros), según datos de Bloomberg.

Los analistas no se atreven a aventurar si los títulos seguirán bajando o si ya han tocado fondo, ya que, a pesar del descenso registrado en los días pasados, las acciones se han mantenido este lunes e incluso han subido un 0,11 % al cierre.

El economista Darío García, analista de XTB, ha explicado a Efe que es difícil aventurar cómo se comportarán los títulos de Samsung en los próximos días.

"Veremos qué hacen por ejemplo hoy competidores como Apple", ha explicado García al referirse a la evolución de las acciones de la compañía estadounidense en Wall Street este lunes y especialmente cuando confluyan con la apertura de la bolsa surcoreaana, donde cotiza Samsung.

"Entonces se verá si Samsung sigue la senda bajista o si ya cayó lo suficiente", ha opinado.

Independientemente de lo que ocurra, la caída en bolsa de Samsung "podría haber sido mayor" si estos fallos se hubieran detectado tras la salida al mercado del dispositivo.

Esto ya le ocurrió a la compañía surcoreana en 2016 con el Galaxy Note 7, cuando apenas unos días después de su lanzamiento, el 19 de agosto de ese año, se recibieron reportes de baterías que se incendiaban durante el proceso de carga.

Tras ofrecer entonces a los 2,5 millones de personas que habían comprado el dispositivo aparatos de reemplazo con baterías fabricadas por otro proveedor y que volvieron a dar problemas, Samsung decidió el 11 de octubre de 2016 dejar de fabricar ese modelo.

Ello generó a la compañía una pérdida operativa de unos 4.863 millones de euros, según reconoció Samsung entonces.

En el caso del Galaxy Fold, los inversores han penalizado en bolsa a la compañía porque se han detectado fallos en un móvil que iba a salir al mercado a un precio de unos 2.000 dólares (unos 1.775 euros), pero no se había producido aún el lanzamiento por lo que ha tenido margen de maniobra y no ha sido necesario sustituirlo.

Sobre la fecha de lanzamiento de este nuevo dispositivo, no existen ni siquiera rumores en el mercado, según este analista, que ha recordado que este tipo de compañías "se mueven con contratos de confidencialidad" y es muy difícil que trascienda una fecha sin que se efectúe de forma oficial.

Tampoco se puede aventurar el coste de las pérdidas por el fallo detectado en el Galaxy Fold, un asunto que están investigando los técnicos de la compañía, según han confirmado a Efe lunes fuentes de la empresa en España, que no han precisado si se trata de un fallo generalizado o de algo puntual.