Aena está preparada para mitigar la repercusión de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), ha asegurado este martes su presidente, Maurici Lucena, en la Junta General de Accionistas de la compañía.

A pesar de que aún no está claro si se alcanzará un acuerdo o habrá una prórroga adicional, el operador aeroportuario español está preparado para absorber los impactos negativos asociados al nuevo estatus aduanero que generará el "brexit", ha indicado.

Lucena ha transmitido así un mensaje tranquilizador y ha explicado que se han hecho, junto a las autoridades públicas competentes, todas las actuaciones necesarias para minimizar el impacto del divorcio del Reino Unido de la UE.

Lucena ha detallado que la compañía ha hecho "un esfuerzo en tratar de perfilar los flujos nuevos de circulación desde el punto de vista aduanero y de control de fronteras que se generarían con 'el brexit'", algo que no puede hacer unilateralmente, sino en coordinación con los Ministerios de Hacienda y del Interior.

El operador, por ejemplo, no cobrará a los británicos las tarifas que si el "brexit se materializa en los próximos meses deberían ser como a ciudadanos de un tercer país porque sería una medida en términos macroeconómicos "pro-cíclica en lugar de contra-cíclica", ha apuntado.

Aunque Lucena está convencido de que habrá algún efecto del "brexit", no considera que vaya a ser importante en términos de demanda, ya que el tráfico británico hacia España ha crecido en el primer trimestre entre un 3 y un 4 %.

Además, el año pasado, pese al descenso del 3 % del tráfico británico -situándose su cuota por primera vez en muchos años por debajo del 17 %-, Aena logró un aumento del 5,8 % en el conjunto de los aeropuertos españoles.

Este hecho le hace "ser optimista" a Lucena porque, si el año pasado no se notó el impacto del decrecimiento del mercado, en el arranque de 2019, Reino Unido va muy bien y también en cuanto a las reservas previstas para la temporada de verano.

Otro dato importante es el crecimiento del 10 % del tráfico en el aeropuerto londinense de Luton, pese a la depreciación de la libra.

Además, ha quedado ya descartado el escenario "más dramático", el de los derechos de vuelos, que podrían "preocupar al conjunto de la economía española y europea", después de que la propia UE haya dicho que, en ningún caso, va a impedir a corto plazo los vuelos intraeuropeos de compañías cuyo control de propiedad esté en cuestión.