El fabricante aeronáutico europeo ATR consiguió el pasado año contratos para 52 de sus aviones turbohélices, una cifra muy alejada de los 113 de 2017, que había sido un ejercicio "excepcional", pero por encima de los 36 de 2016.

ATR, que presentó este jueves sus resultados comerciales, indicó en un comunicado que en 2018 entregó 76 aviones, frente a los 80 del año anterior, y que su facturación se mantuvo estable en 1.800 millones de dólares (unos 1.560 millones de euros).

Una portavoz del constructor hizo hincapié a Efe en que 2017 había sido un año extraordinario en términos de encargos, y que resultaba normal que en el ejercicio siguiente se produjera un reflujo.

En cualquier caso, la portavoz subrayó que ATR mantuvo su liderazgo -como viene sucediendo desde 2010- en el mercado mundial de turbopropulsores, con una cuota del 62 %.

De las 52 aeronaves vendidas, 20 correspondieron a su modelo de 50 plazas (el 42-600) y los restantes al de hasta 70 plazas (el 72-600).

ATR, filial a partes iguales del grupo europeo Airbus y del italiano Leonardo, había firmado un contrato de 20 aviones para Iran Air, pero el embargo impuesto por Estados Unidos a Teherán a partir de agosto impidió la entrega de los 7 últimos aparatos a esa compañía. El fabricante aeronáutico consiguió colocarlos en régimen de alquiler en otras aerolíneas.

Durante el pasado año, tres nuevas compañías empezaron a operar aviones de ATR: Silver Airways en Estados Unidos, Ewa Air en la isla francesa de Mayotte, en el Índico, y HAC en Japón.

Por otro lado, logró incrementar en un 15 % la clientela de su Contrato de Mantenimiento Global (GMA).