Naturgy, antigua Gas Natural Fenosa, ha saldado su primer ejercicio bajo nueva marca y con Francisco Reynés al frente de la compañía, con unas pérdidas de 2.822 millones de euros tras la depreciación de activos de generación de electricidad por 4.851 millones.

Las pérdidas se contraponen con las ganancias de 1.360 millones que tuvo en 2017, entonces como Gas Natural Fenosa, y se deben a la revisión del valor de sus activos que ya anunció la compañía cuando presentó su plan estratégico el pasado mes de junio.

Sin ese ajuste contable, el resultado neto ordinario de Naturgy hubiera sido de 1.245 millones de euros, un 57 % superior al neto ordinario de 2017, de 793 millones.

En la rueda de prensa de presentación de resultados, Reynés ha indicado este miércoles que 2018, en que cambió el nombre de la compañía y se presentó un nuevo plan estratégico, ha sido un año de transformación y de "sentar las bases" y que 2019 será "de cumplimiento", y se verá una mejora más sustancial de resultados.

El beneficio bruto de explotación (ebitda) reportado de Naturgy ascendió en 2018 a 4.019 millones, un 3 % más, que se habría elevado en un 11,8 % en términos ordinarios, hasta los 4.413 millones, sin los mencionados impactos.

Por negocios, el de Gas y Electricidad aportó 1.360 millones al ebitda, un 38,8 % más; el de infraestructuras en Europa, Oriente Medio y África -que incluye las redes de gas y electricidad- generó 1.802 millones, un 1,8 % más, mientras ese mismo negocio en América del Sur aportó 791 millones, un 7,9 % menos, y en Norteamérica supuso 232 millones, un 15 % menos.

Reynés ha señalado que la revisión del valor contable de activos se ha traducido en una depreciación de 4.851 millones de euros.

Las desinversiones efectuadas por la compañía en activos no estratégicos y la evolución del negocio han generado 5.500 millones de caja en 2018 y la deuda financiera se redujo en un 10 % respecto al cierre de 2017, hasta los 13.667 millones de euros.

Naturgy invirtió 2.321 millones de euros en 2018, un 30 % más que en 2017, y para 2019 la compañía tiene previsto invertir en nueva capacidad renovable 663 millones de euros.

También ha destacado el incremento del dividendo de un 30 % en 2018, hasta 1,30 euros por acción y hasta 2022 lo aumentará un mínimo del 5 % anual.

Además, la compañía puso en marcha el año pasado un programa de recompra de acciones y desde la presentación del plan estratégico en junio y hasta finales de enero ha recomprado títulos por importe de 145 millones de euros.

A través de este programa y con el pago del dividendo, los accionistas de Naturgy han sido retribuidos con 1.500 millones de euros, un 50 % más que en 2017.

Naturgy adelanta este año su Junta General de accionistas, que en 2018 celebró en junio, al 5 de marzo y en ella someterá a aprobación la amortización de títulos adquiridos en el programa de recompra.

A preguntas de los periodistas sobre el cierre de las nucleares, ha dicho que, desgraciadamente, ha pasado mucho tiempo sin un calendario para el cierre de las centrales nucleares "y ahora alguien ha cogido el toro por los cuernos y va a plantear un calendario", ha indicado en alusión a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Reynés, que el lunes pasado participó en una reunión con la ministra junto con el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, y el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha dicho sobre las fechas límites que han trascendido que ninguna nuclear cerrará antes de 2025 y ninguna después de 2035 o 2036, y que tendrá una opinión cuando "haya un calendario definitivo sobre la mesa".