El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, junto a su homólogo argentino, Nestor Kirchner.

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, junto a su homólogo argentino, Nestor Kirchner. Daniel Ochoa de Olza Ap / Gtres

Economía Investigación

Renfe, epicentro de un escándalo de corrupción en Argentina

Un juez federal investiga la compra de trenes por presunto fraude a la administración pública.

5 abril, 2016 01:52
Buenos Aires

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A Manuel Vázquez, apodado “El Gallego” aunque haya nacido en Barcelona, le pareció buena idea esconderse en el altillo del vestidor de su chalet, en la calle Pueyrredón, en la localidad bonaerense de Acassuso, el pasado sábado 2 cuando los gendarmes fueron a detenerlo.

Pese a sus 70 años consiguió encaramarse hasta allí pero igualmente los uniformados consiguieron dar con él y aprehenderlo. Así, Vázquez se convertía en el primer español arrestado por corrupción política en Argentina, concretamente por presuntos sobornos y sobreprecios en compras a Renfe en 2005.

Radicado en Argentina hace décadas, Vázquez se dedicó siempre a los negocios. Y en 2003 con la llegada del matrimonio peronista Kirchner a la Casa Rosada consiguió un cargo público como ‘mano derecha’ del secretario kirchnerista de Transportes, Ricardo Jaime. A la vez montó una consultora Controles y Auditorías Especiales de Argentina (Cyaes), con sedes en Madrid y Buenos Aires.

A través de esa consultora y otras, negociaron con las autoridades de Renfe y finalmente el gobierno de Néstor Kirchner compró 416 vehículos usados por un importe total de más de 120 millones de euros, entre los que había 134 unidades Talgo III. El resto eran trenes usados de cercanías.

Material no apto para el desguace

El plan original era traer aquel material rodante a Buenos Aires y aquí remozarlo. También compraron vagones y locomotoras viejas en Portugal. Sin embargo la Auditoría General de la Nación argentina detectó que el 58% de lo comprado era material ni siquiera apto para el desguace.

La mayoría de aquellos trenes viejos quedaron arrumbados en playones del ferrocarril. Y los Talgo III, renovados y pintados con los colores celeste y blanco de la bandera argentina, nunca pudieron desarrollar aquí toda su potencia. Solo transitaron a una velocidad promedio de sólo 76 kilómetros/hora por la falta de mantenimiento.

El juez federal Julián Ercolini ha imputado a Vázquez y Jaime por supuesto cobro de sobornos, al menos 2 millones de euros. En la causa constan las facturas emitidas de 2007 a 2011 por Cyaes a las firmas Expansión Exterior y Sociedad Estatal Española P4R, ambas con sede en la calle Orense de Madrid. Según el diario Clarín, en las negociaciones habría participado el español Miguel Ángel Lorente, de la consultora Ingeniería Técnica Ferroviaria (ITF).

Las facturas de Cyaes estaban firmadas por su supuesto presidente, un señor llamado Ignacio Julián Soba Rojo, en verdad un jubilado octogenario, considerado un "prestanombre" a favor de Jaime y Vázquez, ambos imputados del delito de defraudación a la administración pública, castigados por el código penal con castigos de hasta diez años de prisión.

En coincidencia con la visita a Argentina del ministro español de Exteriores, José Manuel García Margallo, el acusado español compareció este lunes ante el juez y se negó a declarar como imputado.

Además de las compras a España, “El Gallego” proveía de otros servicios más estrafalarios a su jefe y secretario de Estado. Según el periodista Omar Lavieri, que publicó el libro de investigación El reKaudador (Jaime consiguió fondos para las campañas presidenciales de los Kirchner) , fue quien realizó las gestiones para comprarle un avión jet de 4 millones de dólares, un barco crucero de 1,5 millón de dólares, y hasta un reloj de 150.000 dólares.