La digitalización de las pymes españolas es positiva, pero no suficiente.

La digitalización de las pymes españolas es positiva, pero no suficiente.

Europa

Europa confía en la inteligencia artificial para cerrar la brecha de productividad frente al resto de potencias

Un informe revela que si las grandes empresas mejorasen sus capacidades de IA se podrían generar 200.000 millones adicionales en ingresos anuales.

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La mitad (56%) de las grandes empresas europeas no han realizado a día de hoy una inversión importante en la inteligencia artificial (IA) a escala, según revela uno de los últimos informes publicados por Accenture. En la misma línea, el 55% de las firmas a nivel nacional tampoco ha apostado aún un desembolso notable en este campo.

El estudio, que analiza las 800 organizaciones más grandes de Europa, entre las que se encuentran las 100 más grandes de España, afirma que, si todas las que operan en territorio comunitario (de 1.000 millones de euros o más) mejorasen sus capacidades de IA para alcanzar el nivel de adopción que ya muestran los sectores más avanzados, se podrían generar casi 200.000 millones de euros adicionales en ingresos anuales.

Esta situación podría reducir la brecha de la productividad que existe, actualmente, entre Europa y el resto del mundo, ya que se calcula que un trabajador de esta región solo produce un 76% de lo que lo hace su homólogo estadounidense, lejos de la paridad que existía hace tres décadas. Entre las razones, los expertos citan la falta de inversión en tecnología.

En este escenario, Europa tiene en las pymes una oportunidad significativa para reducir esa distancia con Estados Unidos, ya que tiene una mayor concentración de esta tipología de firmas que el territorio americano. No obstante, a pesar de su predominancia, los datos apuntan que estas aún se encuentran muy por detrás de las compañías de mayor tamaño a la hora de integrar la inteligencia artificial.

Así, mientras el 48% de las grandes empresas han escalado al menos una iniciativa transformadora de IA generativa, apenas un 31% de las más pequeñas lo han hecho. Si esta situación se mantiene, lejos de ser una ventaja, puede incrementar aún más la diferencia entre la productividad y competitividad entre ambas potencias.

Diferencias por sectores

Las diferencias también son notables en función de la industria, ya que hay algunas como la automoción, el sector aeroespacial o la defensa que lideran la incorporación de esta tecnología, pero otras como los servicios públicos o las telecomunicaciones se encuentran más alejadas de este escenario.

El informe destaca, en concreto, la situación del industrial, que, según precisan los autores, representa más de una cuarta parte del PIB de Europa, pero todavía no ha aprovechado todo el potencial de la IA. Ante esta situación, los expertos subrayan la necesidad de abordar un enfoque más unificado para aprovechar la oportunidad y solventar el problema de la competitividad frente a otros actores.

En el caso español destaca, especialmente, el hecho de que, aunque un amplio porcentaje (79%) de grandes firmas han nombrado un directivo relacionado con la IA, como los Chief Artificial Intelligence Officer, solo el 39% han implementado una estrategia en su organización. Esto hace que, junto a Italia, el país se encuentre más rezagado en la obtención de valor de las inversiones en relación a esta área, frente a otros como Suiza, Alemania o Reino Unido.

Más allá de la directiva, las compañías de España identifican otras barreras para escalar la IA como la construcción de una base de datos sólida (39%), la creación y el mantenimiento de equipos multidisciplinares (38%), la gestión de riesgos de seguridad y privacidad (32%), la personalización del modelo de IA (21%) y, por último, la demostración de valor comercial (19%).

“Es el momento”

La presidenta y CEO de Accenture en España y Portugal, Mercedes Oblanca, afirma que el país, por la situación geográfica, el nivel de desarrollo económico y de infraestructuras, entre otros factores, reúne las condiciones óptimas para “convertirse en el hub tecnológico que impulse la innovación en Europa”.

Eso sí, Oblanca precisa que, para lograrlo, es fundamental que las grandes empresas "aceleren sus procesos de transformación y reinvención invirtiendo en la adopción de la IA y las tecnologías digitales que la hacen posible”, así como “impulsando modelos de colaboración y compartición de datos” que refuercen “el crecimiento y la competitividad en toda la cadena de valor".

En la misma línea, el CEO de Accenture en EMEA, Mauro Macchi, señala que encontrar una solución a la brecha de productividad de Europa “nunca ha sido tan crucial” debido al momento de incertidumbre geopolítica que marca el contexto actual. “La IA ofrece una oportunidad única para que Europa reinvente su economía y aumente significativamente su competitividad”, insiste. “Europa tiene todo lo necesario para aprovechar la revolución de la IA, ahora es el momento de ejecutarla".