Manuela Pedraza, gerente de la EGM Parc Tecnològic Paterna. Parc Tecnològic Paterna
Como gestores de un parque tecnológico en el que conviven todo tipo de empresas y entidades, observamos que existe un deseo genuino de implantar sistemas y modelos de trabajo más sostenibles que ayuden a reducir el impacto ambiental. Así lo entienden, y así lo instan también, las administraciones, que nos encauzan hacia una normativa cada vez más exigente en materia de sostenibilidad.
Este objetivo, realmente importante para nuestro futuro, puede percibirse a menudo como una barrera, ya que la complejidad regulatoria, la falta de información clara o las dudas sobre la rentabilidad real pueden frenar o retrasar la adopción de medidas por parte de las empresas.
Sin embargo, si logramos que estas obligaciones se presenten de forma adecuada y se acompañen de herramientas que simplifiquen su aplicación, el panorama cambia por completo. La sostenibilidad deja de verse como una carga y pasa a ser lo que realmente es: una ventaja competitiva de gran valor, capaz de generar ahorros económicos importantes y de reforzar la posición de cualquier empresa en un mercado que, no lo olvidemos, siempre está orientado a la eficiencia.
En los últimos años, la transición energética ha avanzado a un ritmo acelerado, pero para muchas pymes la adopción del autoconsumo sigue generando enormes dudas. ¿Cuántos paneles necesito? ¿Qué inversión implica? ¿Qué ahorro obtendré? ¿Cuánto tardaré en amortizarlo?
Desde nuestra posición, consideramos que es clave ayudar a despejar estas dudas. En lo que respecta al fomento del autoconsumo, esto puede lograrse mediante la puesta en marcha del mapa solar digital. Esta herramienta analiza las cubiertas de cada edificio y ofrece a cada empresa un diagnóstico adaptado a su caso: instalación recomendada, inversión aproximada, porcentaje de autosuficiencia y ahorro anual, entre otros parámetros.
Ese nivel de detalle permite que, en pocos minutos y sin ningún coste, cualquier compañía obtenga una visión clara de la viabilidad de una instalación fotovoltaica. Además, mediante un análisis global, es posible dimensionar el potencial del conjunto de un parque científico o tecnológico para apoyar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya que las acciones orientadas a la sostenibilidad, cuando se impulsan de forma colectiva, multiplican su impacto.
Las entidades gestoras de áreas empresariales no podemos ser meros espectadores de las auténticas revoluciones a las que asistimos. Debemos desempeñar un rol cada vez más activo. Las empresas esperan de nosotros capacidad para acompañarlas en sus procesos de adaptación, especialmente en ámbitos tan decisivos como la energía.
Cuando nos involucramos, experimentamos lo que significa actuar como facilitadores: poner la información adecuada al alcance de todos, simplificar la toma de decisiones y abrir la puerta a soluciones que van más allá de la instalación individual. Porque, si el autoconsumo ya genera ventajas por sí solo, la posibilidad de avanzar hacia verdaderas comunidades energéticas multiplica los beneficios: optimización de excedentes, reducción de costes y una mayor cohesión del tejido empresarial.
Hemos comprobado que los parques científicos y tecnológicos son espacios idóneos para lograr reducciones significativas de emisiones y para impulsar proyectos complementarios como el almacenamiento energético, la movilidad sostenible o los sistemas de climatización eficientes. Así nos lo han expuesto expertos de distintos ámbitos y así lo reflejan los datos obtenidos. Esa convergencia refuerza el papel estratégico que estos espacios pueden desempeñar en la transición energética.
Hemos puesto el ejemplo del mapa solar digital, pero cabe señalar que su implantación en parques científicos o tecnológicos no es un punto final, sino un punto de partida. Aunque tiene una aplicabilidad inmediata, ya que permite a las empresas visualizar su potencial, planificar con rigor y animarse a dar el paso hacia la generación fotovoltaica, no es más que el primer escalón. A partir de ahí, se abre la puerta a la construcción de un ecosistema energético compartido que genere ahorros económicos y beneficios ambientales para todos.
***Manuela Pedraza, gerente de la EGM Parc Tecnològic Paterna