Javier Hernández.
¿Cuál será la próxima gran transformación tecnológica en la industria? Es difícil de predecir con certeza, pero sí sabemos que no tardará. Para estar preparados, no basta con invertir: hay que ser digitales, estar conectados y reaccionar con agilidad.
La inteligencia artificial generativa (Gen-IA) llegó hace poco a la industria y ya está cambiando la forma de trabajar. ¿Cómo? Analiza tendencias para anticipar fallos en las máquinas, procesa grandes cantidades de datos para presentarlos de manera sencilla a los operarios y mejora la seguridad gracias a modelos entrenados que interpretan vídeo en tiempo real.
Pero la IA no puede desplegar todo su potencial sin datos de calidad. Se requieren grandes volúmenes de información que provengan de dispositivos y sensores conectados por toda la planta industrial. Para que esto sea posible, hacen falta conectividad robusta, bajas latencias y máxima seguridad y privacidad, incluso en los lugares más desafiantes como ambientes explosivos o con mucha infraestructura metálica.
Precisamente aquí es donde la tecnología 5G para escenarios industriales (como puertos, aeropuertos, minas, refinerías, plantas de fabricación, etc.), el 5G industrial, es un habilitador fundamental.
Lo mismo sucede en las comunicaciones críticas, esas que no pueden fallar cuando todo lo demás deja de funcionar. Eventos recientes, como el apagón en la península ibérica, la DANA o la caída de AWS, han evidenciado las vulnerabilidades de los sistemas de comunicaciones públicos.
Mantenerse conectado en situaciones de emergencia es esencial para proteger a las personas y garantizar la continuidad del negocio. La combinación de redes privadas 5G robustas y tecnologías complementarias, como la comunicación vía satélite, será clave para alcanzar este nivel de resiliencia.
En este contexto, el espectro radioeléctrico es un recurso estratégico para el 5G industrial, es como la autopista por la que viajan las comunicaciones. Para garantizar la seguridad de los datos, evitar interferencias y asegurar la máxima disponibilidad se requieren decisiones firmes y coherentes en cuanto a regulación, para que la industria y los fabricantes confíen y se atrevan a seguir invirtiendo en soluciones 5G.
España ha apostado con acierto por el espectro radioeléctrico industrial con las frecuencias de autoprestación de la banda n40 (2300-2400 MHz) y se espera próximamente la armonización europea de la banda n77 (3.8-4.2 GHz).
De esta manera, sectores estratégicos de la industria española se están consolidando posiciones de liderazgo en áreas como puertos y ciudades inteligentes, sistemas de transporte conectados e industria 4.0, adoptando tecnologías como el 5G y demostrando que la transformación digital no es solo una tendencia, sino una realidad tangible que abre oportunidades a nivel global.
El 5G industrial ya no es una revolución tecnológica, es la columna vertebral de la próxima disrupción industrial. Estar conectados, digitalizados y preparados significa, hoy más que nunca, asegurar competitividad y liderazgo para no quedarse atrás.
*** Javier Hernández, Key Account Manager de Boldyn Networks en España.