José Manuel Fernández, CEO y CCO de Genesal Energybn.

José Manuel Fernández, CEO y CCO de Genesal Energybn.

Opinión LA TRIBUNA

Resiliencia energética, el escudo invisible de los centros de datos

José Manuel Fernández
Publicada

En tiempos de hiperconectividad, nuestro día a día depende cada vez más de lo que hacemos con nuestros dispositivos y de la enorme cantidad de datos que estos necesitan para un funcionamiento fluido y en línea. Desde transferencias bancarias a sistemas de transporte y telecomunicaciones, o compras online.

Incluso cualquier trámite para la atención sanitaria requiere que los centros de datos funcionen de manera ininterrumpida. Y esta dependencia no para de crecer ya que, según Spain DC y Accenture, la demanda de estos centros en España aumentará un 90% hasta 2028, lo que refuerza su papel como columna vertebral de la economía digital.

Sin embargo, este crecimiento plantea un reto crítico: garantizar que la energía que alimenta estas infraestructuras sea continua y segura, incluso frente a fallos del suministro, incidencias técnicas o fenómenos climáticos extremos.

En este sentido, las soluciones de energía distribuida como los grupos electrógenos se han convertido en la primera línea de defensa frente a estas contingencias. Cada minuto de interrupción de un data center no solo representa pérdidas económicas directas, sino que puede afectar a millones de personas que dependen de estos servicios esenciales.

En otras palabras, la energía de respaldo no es solo una cuestión técnica o empresarial; es un pilar estratégico para toda la sociedad.

Resiliencia operativa frente a la incertidumbre

Los centros de datos están expuestos a una serie de riesgos que pueden afectar su funcionamiento. Los cortes de suministro eléctrico, los picos de demanda inesperados, las incidencias técnicas en la red y los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes.

En este contexto, la resiliencia energética no se limita a disponer de energía de respaldo en el sentido estricto del concepto, sino a contar con sistemas autónomos capaces de garantizar la continuidad operativa.

Los grupos electrógenos modernos ofrecen distintas configuraciones según el nivel de criticidad del centro de datos: algunos se utilizan únicamente como respaldo de emergencia ante fallos puntuales, mientras que otros forman parte de arquitecturas redundantes N+1 o 2N, diseñadas para asegurar que la infraestructura continúe operando incluso si uno o varios generadores fallan. Estas arquitecturas permiten mantener la disponibilidad de los servicios sin comprometer la seguridad ni la calidad del suministro.

Además, los avances tecnológicos han permitido integrar soluciones híbridas que combinan generación convencional con energías renovables y almacenamiento. Entre estas soluciones destacan, por ejemplo, la utilización de combustibles alternativos como el HVO (Hydrotreated Vegetable Oil), que disminuye significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, o los sistemas de baterías de respaldo, capaces de asumir cargas críticas durante segundos o minutos, cubriendo los periodos de conmutación hasta que los grupos electrógenos arrancan y estabilizan el suministro.

La monitorización y la automatización también juegan un papel esencial en la resiliencia operativa. Sensores y software avanzados permiten anticipar fallos mecánicos o eléctricos, programar mantenimientos preventivos y predictivos y gestionar la carga de manera inteligente. Esto asegura que los sistemas de respaldo estén disponibles cuando se necesiten, prolonga la vida útil del equipamiento y reduce los costes operativos.

En un entorno en el que cada segundo de inactividad puede tener consecuencias económicas y sociales relevantes, estos recursos se convierten en una inversión estratégica de alto retorno.

Otro aspecto clave es la capacidad de respuesta ante escenarios extremos. Fenómenos climáticos como tormentas, incendios, olas de calor o inundaciones pueden afectar simultáneamente a la red eléctrica y la infraestructura del centro de datos.

La combinación de grupos electrógenos, almacenamiento local y sistemas de conmutación automática permite que los servicios digitales esenciales sigan operativos, asegurando que millones de personas no vean interrumpidas actividades cotidianas.

España como hub tecnológico resiliente

El crecimiento acelerado de los centros de datos sitúa a España en una posición estratégica en el mapa tecnológico europeo. La combinación de ubicación geográfica, conexiones internacionales de telecomunicaciones y expansión del mercado digital la convierte en un destino atractivo para la inversión internacional.

Sin embargo, el verdadero factor de competitividad dependerá de su capacidad para garantizar la resiliencia energética de estas infraestructuras.

Como respuesta a estas demandas, invertir en sistemas de energía de respaldo robustos, confiables y sostenibles permite consolidar la confianza de inversores, operadores y usuarios. La capacidad de un país para asegurar la continuidad operativa frente a contingencias energéticas se traduce en un argumento competitivo tangible: las compañías buscan entornos donde sus servicios críticos puedan operar sin interrupciones, y la resiliencia energética es un criterio decisivo.

A pesar de que muchas empresas lo perciben como un coste operativo más, en realidad se trata de una apuesta estratégica de largo plazo: inversiones que aseguran la continuidad digital, protegen la economía y refuerzan la posición de España como hub tecnológico resiliente y sostenible.

En un mundo en el que la conectividad se ha convertido en un servicio esencial, blindar la resiliencia energética de los centros de datos es blindar la confianza de toda la sociedad.

***José Manuel Fernández es CEO y CCO de Genesal Energy.