Nadie duda si digo que los CIO cada vez tienen más peso en las organizaciones, ¿no? En el pasado, gestionaban los sistemas informáticos, los servicios de asistencia y la infraestructura tecnológica. Hoy en día, se han convertido en personas que influyen en la innovación y desempeñan un papel fundamental en la estrategia empresarial, la resistencia, el crecimiento… y son claros candidatos a ocupar una posición de CEO.
Este giro no es sorprendente. Las empresas están experimentando una rápida transformación. La encuesta ‘Pulse Survey’, de PwC, sobre reinvención empresarial, reveló que los ejecutivos planean priorizar las inversiones en nuevas tecnologías, incluida, como no, la inteligencia artificial generativa, durante este 2025.
Como gestores del cambio, el papel de los CIO adopta muchas formas. Combinan enfoques técnicos y estratégicos a la hora de adoptar una IA responsable e incorporan prácticas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en toda la infraestructura informática. Se les pide que racionalicen las organizaciones mediante asociaciones tecnológicas estratégicas, refuercen las defensas frente a las ciberamenazas y tengan muy presente el core del negocio.
El CIO de hoy en día está entrando en una era que exige una supervisión estratégica y una acción decisiva para dar forma al futuro del liderazgo tecnológico en las organizaciones, y esto explica su creciente interés en formarse para ocupar puestos en Consejos de Administración.
Con el auge de la informática en la década de 1980, los directores de sistemas se aseguraron de que los sistemas y las operaciones de backend funcionaran con eficiencia. El auge de internet y el correo electrónico en la década de 1990 impulsó la adopción de sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP) como SAP y Oracle, y los CIO pasaron a desempeñar un papel integrador, contratando e implantando sistemas para toda la empresa, optimizando los flujos de trabajo y permitiendo la conectividad global.
La era de las 'puntocom' propició el auge de la ciberseguridad y la explosión del comercio electrónico. La crisis financiera de 2007 a 2009 hizo que el papel del CIO se ampliara a la estrategia digital y la ciberseguridad, permitiendo a las empresas realizar una transición segura a las operaciones en línea al tiempo que optimizaban los presupuestos de TI, consolidaban los sistemas y demostraban el retorno de la inversión en tecnología.
La década de 2010 y principios de 2020 introdujo la adopción de plataformas en la nube, big data, IA e IoT, en parte acelerada por la pandemia. Una vez más, el papel del CIO se transformó, esta vez para gestionar entornos de TI híbridos. Los CIOs también implementaron análisis en tiempo real, permitiendo la innovación a través de procesos de negocio basados en la nube y la IA.
Todo esto situó al CIO a la vanguardia de las transformaciones empresariales que dependen en gran medida de la tecnología para seguir siendo competitivos. Vamos, un no parar… Y lo que queda.
Los CIO se sitúan ahora en la intersección de la tecnología y la sostenibilidad, con mandatos que incluyen ayudar a sus empresas a avanzar hacia la eficiencia energética y la neutralidad de carbono en medio del aumento de los costes energéticos, el escrutinio de los consumidores, las nuevas normativas y los compromisos de sostenibilidad. La encuesta 'Pulse 2024' de octubre afirma que el 33% de los CIOs del Fortune 1000 integran plenamente el consumo de energía de la IA y la huella de carbono general de TI en su estrategia de sostenibilidad, y el 42% están realizando la transición de los centros de datos a energías renovables.
La sostenibilidad va más allá del impacto medioambiental. Los CIO también ayudan a desarrollar marcos éticos y de gobernanza de la IA para garantizar una IA responsable, la mitigación de los prejuicios y el cumplimiento de la normativa mundial.
También se centran en las personas que construyen la tecnología. Atraer y retener talento con las habilidades necesarias para crear equipos diversos y multifuncionales es fundamental para mantener una reserva de talento eficaz. Los CIO deben colaborar estrechamente con los responsables de personas para asegurarse de que contratan y fomentan la mano de obra adecuada.
A medida que cambian los requisitos de cualificación, es crucial trabajar con los equipos de aprendizaje y desarrollo para diseñar y ejecutar una hoja de ruta con un plan de estudios orientado al futuro para mejorar y reciclar las cualificaciones de los empleados existentes.
En la era de la IA y de las arquitecturas tecnológicas dinámicas, las organizaciones pueden verse favorecidas por la fortaleza de sus partners. Los CIO son artífices de sólidos ecosistemas de partners. Orientan hacia los proveedores más adecuados y ecosistemas favorables a los desarrolladores para garantizar que sus organizaciones permanezcan perfectamente integradas en toda la empresa. Asesoran sobre posibles adquisiciones y ayudan a determinar si sus organizaciones tienen la experiencia y el tiempo necesarios para crear una capacidad interna. Si no es así, ofrecen orientación crucial sobre asociaciones estratégicas, como la elección de proveedores independientes para que la empresa tenga flexibilidad para adaptarse a medida que evolucionan las necesidades.
Y no nos olvidemos que en medio de amenazas cada vez más sofisticadas, estos profesionales desempeñan un papel fundamental en la implantación de marcos de seguridad y gobernanza corporativos para salvaguardar los datos y activos confidenciales.
Los CIO trabajan mano a mano junto al resto de directivos para guiar la adopción de tecnologías emergentes y soluciones seguras en la nube, como los centros de contacto como servicio, para ayudar a protegerse contra las amenazas. Impulsan la implantación de mejores prácticas con el fin de fortalecer sus defensas antes de que se produzca un ataque. Ya sabéis, más vale prevenir…
Y esto no queda, ni quedará, aquí. La evolución del papel del CIO para ser un asesor cada vez más estratégico en todas las funciones de la empresa y uno de los defensores más elocuentes de la innovación, la agilidad y la resiliencia organizativa continuará hoy, mañana y pasado.
Los avances en inteligencia artificial general harán que el papel del CIO evolucione aún más a medida que navega donde los equipos humanos, sus copilotos y agentes de IA y las fuerzas de trabajo digitales interactúan y se cruzan.
Los CIO también serán cruciales para ayudar a la empresa a evaluar el rendimiento de las inversiones de sus pilotos y adopciones de IA para determinar qué soluciones deben permanecer o desaparecer, y cómo desenmarañar los sistemas parcheados de diferentes generaciones cuando sea necesario. Tendrán que examinar la compatibilidad de las nuevas soluciones con vistas al crecimiento y la competitividad a largo plazo, al tiempo que son pioneros en estrategias multicloud, gestión de riesgos en tiempo real y hojas de ruta tecnológicas alineadas con ESG para que las organizaciones estén preparadas para el futuro frente a los retos emergentes.
A través de todas sus iteraciones, la misión fundamental del CIO sigue siendo guiar a la organización hacia la resiliencia y la adaptabilidad mientras ejecuta la estrategia empresarial, y en un mundo dependiente de la tecnología, esto nunca ha sido tan crítico. Larga vida a las organizaciones… Gracias a los CIO.