Cables submarinos
Google desplegará un nuevo cable submarino desde Santander hasta Florida para conectar sus regiones 'cloud'
Sol, que así se llama la infraestructura, unirá la capital cántabra con Palm Coast, previo paso por las islas Azores y las Bermudas. La inversión asociada a este proyecto no ha sido desvelada.
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Google Cloud ha anunciado esta mañana el despliegue de Sol, su nuevo cable submarino transatlántico que conectará España con Estados Unidos, las islas Bermudas, las Azores y, finalmente, Florida. Esta infraestructura, que se suma a otras iniciativas similares como Grace Hopper, Nuvem o Firmina, persigue crear una red global más resiliente, con menor latencia y mayor capacidad para los servicios en la nube e inteligencia artificial, según la propia enseña.
La nueva infraestructura tendrá una particularidad añadida: será el único cable de fibra óptica en servicio entre Europa y el estado de Florida.
En el caso español, Sol llegará a tierra en Santander gracias a la colaboración con Telxius, el operador de infraestructuras de telecomunicaciones del Grupo Telefónica. Será el segundo cable submarino de Google en España, tras Grace Hopper, que fue instalado en 2022 en la localidad vizcaína de Sopelana.
El nombre del proyecto, Sol, hace referencia a los climas cálidos de los puntos de conexión que atravesará: España, Florida, las islas Azores y las Bermudas. La red no solo conectará ambos lados del Atlántico, sino que incluirá enlaces estratégicos en estas islas, con el objetivo de reforzar la resiliencia y permitir rutas alternativas para el tráfico de datos.
Para todo ello, el cable contará con 16 pares de fibra óptica y su instalación permitirá mejorar significativamente la capacidad, fiabilidad y eficiencia de la red global de Google Cloud, que actualmente cuenta con 42 regiones operativas en todo el mundo, incluyendo la presente en Madrid.
El trazado del cable submarino Sol, de Google.
Según la alcaldesa de Santander, Gema Igual, este tipo de infraestructuras “atrae inversión, talento y empresas tecnológicas, además de generar empleo y posicionarnos como una ciudad preparada para el teletrabajo, los servicios avanzados y el modelo de ciudad inteligente".
El despliegue desde el otro polo está previsto desde Palm Coast, localidad de la costa este estadounidense donde Google colaborará con DC BLOX para establecer el punto de aterrizaje del cable, así como un nuevo centro de conectividad en la región. “Estamos construyendo una ruta directa hacia la economía del mundo digital”, ha declarado la vicealcaldesa de Palm Coast, Theresa Carli Pontieri, que ha calificado el anuncio como “un momento histórico” para su comunidad.
España, nodo de la conectividad global
Actualmente, España y Portugal están conectadas por una gran densidad de cables submarinos, siendo uno de los principales nodos estratégicos en las infraestructuras globales de telecomunicaciones. Se estima que unos 40 cables submarinos tocan la Península Ibérica, incluyendo España, Portugal y sus archipiélagos, con más de una decena de puntos de amarre de cables internacionales en nuestro país.
Además del recién presentado Sol, no podemos olvidarnos de otras infraestructuras de colosales dimensiones como Marea (Bilbao–Virginia Beach), activo desde 2018, así como de EllaLink, 2Africa, Medusa, Equiano… que conectan no solo con América, sino también con África, Asia y Oriente Medio.
Siguiendo los pasos de Grace Hopper
Sol es la última apuesta en infraestructuras de Google con arraigo en la península, un camino que abrió allá por 2022 otro cable submarino, Grace Hopper, que se extiende entre EEUU, Reino Unido y España.
Este cable también está equipado con 16 pares de fibras (32 fibras), lo que supuso en aquel entonces una actualización significativa de la infraestructura de internet que conectaba Estados Unidos y Europa. Además, contó con la novedosa conmutación de fibra óptica, una tecnología que mejora la fiabilidad de las comunicaciones globales, lo que "permite mover mejor el tráfico en caso de que se produzcan cortes". Un hecho que por esos tiempos se veía improbable, pero que la realidad geopolítica actual nos ha demostrado más que plausible.
Desde 1850 conectando el mundo
En 1850 entró en funcionamiento el primer cable submarino de telecomunicaciones, que unió Francia y Reino Unido a través del estrecho de Dover. Aunque no duró mucho tiempo, ya que al poco de su instalación un pescador partió sin querer el cable al engancharse éste a sus redes, su instalación fue un primer paso clave en el impulso de la conectividad.