Campus I+D de Hipra.

Campus I+D de Hipra. Hipra.

Investigación ESPECIAL

Speedcell: la iniciativa europea liderada por Hipra para producir vacunas en 100 días y reforzar la soberanía sanitaria

La farmacéutica española combina biotecnología, automatización e inteligencia artificial para acelerar la capacidad de respuesta de Europa ante futuras emergencias sanitarias como la del covid-19. 

Más información: Carlota G. de la Hoz (Hipra): "En biotecnología, debemos tener una perspectiva no solo española, sino europea"

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Durante la pandemia, Europa tomó conciencia de la importancia de tener recursos propios para afrontar crisis sanitarias como la vivida hace ya casi seis años y no depender tanto de terceros. Una llamada de atención que puso en alerta a gobiernos, centros de investigación y empresas tras detectar las carencias para acceder a medicamentos esenciales.

Desarrollar vacunas no es sólo una cuestión científica, también es estratégica, e implica evitar cuellos de botella en las cadenas de suministro o contar con infraestructuras preparadas para responder a emergencias de esta índole.

Como respuesta a estas carencias, la Comisión Europea y Hera (la autoridad responsable en Europa de dar respuesta ante emergencias sanitarias) se fijaron el reto de ser capaces de elaborar vacunas en menos de 100 días. Una nueva forma de preparación, bautizada como la 100 Day Mission, que ya se está materializando en el proyecto Speedcell liderado por la farmacéutica española Hipra.

La propia iniciativa recoge que la meta es “establecer una plataforma de producción más rápida, flexible y eficiente, capaz de entregar nuevos productos biológicos en solo 100 días”. No se trata sólo de mejorar procesos, sino de diseñar todo el ciclo de innovación para que el Viejo Continente pueda reaccionar con autonomía si surge un nuevo patógeno con alcance global, como el covid-19.

“El proyecto permite situar a España a la vanguardia en biotecnología y preparación ante emergencias en Europa”, asegura la directora de I+D de Salud Humana de Hipra, Laura Ferrer, en entrevista con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL. Aunque Europa lo impulsa, es Hipra la que aporta la tecnología, las infraestructuras y la capacidad industrial desde sus centros de I+D en Girona.

Evolución natural

Hipra acumula más de cinco décadas de experiencia en vacunas veterinarias y conocimiento en más de 300 patógenos. Esto les permitió desarrollar, durante la pandemia, la primera vacuna española y europea contra el virus. Por lo que en la farmacéutica consideran que Speedcell es la “evolución lógica” de algo que empezó mucho antes de esta iniciativa europea.

Ahora tienen por delante un nuevo reto: cumplir con el objetivo temporal de 100 días que requieren los procesos biológicos. Por eso, explica Ferrer, el equipo de investigación combina biotecnología de última generación (especialmente plataformas de expresión en líneas celulares y producción de proteínas recombinantes) con tecnologías de automatización, digitalización y herramientas basadas en inteligencia artificial “para acelerar el diseño, la optimización y el control de calidad”.

Campus de Hipra en Girona.

Campus de Hipra en Girona. Hipra.

La clave, añade, está en “automatizar lo que antes era manual para ganar velocidad sin sacrificar rigor". A diferencia de otros enfoques más recientes, como el ARN mensajero, estas “vacunas recombinantes” representan una tecnología madura, escalable y con décadas de experiencia.

Ferrer destaca que su robustez industrial es una ventaja: “Se trata de procesos con un perfil de seguridad muy conocido y una escalabilidad probada bajo estándares GMP [siglas en inglés de Buenas Prácticas de Fabricación]”. Además, “requieren cadenas logísticas menos exigentes y permiten modular la respuesta inmunitaria mediante adyuvantes”, lo que facilita adaptarlas a próximas variantes o patógenos.

Soberanía sanitaria

Este proyecto europeo no sólo está pensado para reaccionar con rapidez ante futuras pandemias, se ha concebido como una herramienta de soberanía industrial para Europa.

“El proyecto refuerza nuestro compromiso con la innovación y la respuesta a los grandes retos globales, y permite situar a España a la vanguardia en materia de biotecnología y preparación ante emergencias”, asevera Ferrer.

Además, Speedcell no será un ecosistema cerrado. Toda la tecnología y capacidad desarrolladas se abrirán a terceros a través de Hipra Biotech Services, una división que actuará como CDMO (Contract Development and Manufacturing Organization) para otras farmacéuticas, biotecnológicas y centros de investigación.

“Permitirá que otras compañías accedan a una infraestructura de última generación sin necesidad de acometer grandes inversiones”, explica la directiva. Esto acelerará la llegada de nuevos biológicos al mercado y fortalecerá el tejido europeo de innovación.

El corazón industrial

El corazón industrial de Speedcell estará en el Campus Hipra, en Aiguaviva (Girona), con una infraestructura de 114.000 metros cuadrados que supone una inversión de más de 500 millones de euros. La primera fase -de 28.000 metros cuadrados- triplica las actuales capacidades de investigación y producción de la compañía.

La visión de Ferrer no deja un resquicio de duda: Europa debe tener la capacidad de convertir su ciencia en soluciones tangibles en tiempo récord. La pandemia demostró que no basta con tener talento científico si no se acompaña de industria, automatización y cadenas de suministro sólidas. Speedcell aspira a cerrar ese círculo.

"El legado será haber demostrado que Europa puede ser autosuficiente, ágil y competitiva en biotecnología avanzada”, concluye Ferrer. “Que es posible producir innovación desde el territorio, con talento local y proyección internacional”.