Los paneles fotovoltaicos para invernaderos.

Los paneles fotovoltaicos para invernaderos.

Centros tecnológicos

Los paneles fotovoltaicos que dejan pasar la luz al mismo tiempo que generan energía

Lenium y Eurecat han diseñado unos paneles orgánicos para invernaderos energéticamente autosuficientes que permiten el crecimiento de las plantas. 

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Paneles solares flexibles y transparentes que permiten, de manera simultánea, la generación de energía y el crecimiento de las plantas. Esta es la propuesta del centro tecnológico Eurecat y la pyme barcelonesa Lenium con el objetivo último de desarrollar invernaderos energéticamente autosuficientes.

Lo han conseguido con el empleo de "células orgánicas impresas semitransparentes que utilizan la luz de forma sinérgica, es decir, captan y generan energía fotovoltaica al mismo tiempo que dejan pasar la luz suficiente para que las plantas puedan crecer", explica Martí Gibert, investigador de la unidad de Impresión Funcional y Sistemas Integrados de Eurecat.

Estas células solares orgánicas se componen de cinco capas esenciales: dos, situadas en primer y último lugar, que contienen dos electrodos que extraen la corriente; otras dos intermedias, que seleccionan el tipo de corriente que se necesita; y la capa activa, la más importante, que tiene la propiedad de convertir la luz en corriente.

“Sus ventajas, respecto al tradicional panel de silicio, son su extrema ligereza, flexibilidad y fabricación a través de impresión. Todo ello hace que sea una tecnología muy escalable”, explica Gibert. Crear corriente a partir de la luz es la tarea de estos paneles.

"Utilizar moléculas orgánicas nos permite adaptar la capa activa para que absorba los colores de la luz según convenga. Por ejemplo, la modificamos para que absorba solamente el color verde de la luz, el que las plantas no utilizan, para fabricar electricidad. De esta manera, somos capaces de bloquear el calor, un sistema que puede utilizarse en invernaderos o piscifactorías”, detalla el investigador.

La iniciativa supone “un paso más hacia la creación de un modelo de invernadero autosuficiente en energía y agua, pensado para el cultivo sostenible en entornos con recursos limitados”, destaca Esteve Lafita, socio fundador de Lenium junto con Hicham Elbokhari,

"Hemos creado un prototipo básico con nuestra propia tecnología, que adaptamos a las necesidades de cada cliente”, explica el investigador..

Investigaciones que suman

De forma paralela, Lenium trabaja junto con la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en el proyecto Nuclis, que se propone diseñar un sistema de riego a partir de la humedad del ambiente. Joan Melià, responsable de innovación de la pyme, lidera la participación de la UOC en este proyecto, a la vez que es el responsable de Innovación en Lenium, donde dirige el proyecto para desarrollar invernaderos autosuficientes.

"Trabajamos con dispositivos de identificación por radiofrecuencia a ultra alta frecuencia, similares a los códigos de barras que llevan las piezas de ropa en las tiendas”, concreta Melià.

Estos sensores, que son reutilizables y de bajo coste, no tienen batería; funcionan con la energía de las ondas de radiofrecuencia que les envía un equipo de antenas. Ellos son los encargados de transmitir los datos sobre la humedad del ambiente y el suelo.

“Los paneles tradicionales los puedes desplegar de diversas formas sobre el terreno, pero resultan excesivamente pesados para instalarlos en el techo de un invernadero. Sin embargo, los orgánicos semitransparentes sí pueden instalarse. Además de que es un sistema más económico y ligero, nos permite regular la cantidad de luz que entra. Esto es importante porque dependiendo de los cultivos y la época del año, la necesidad de luz es diferente”, comenta Melià.

Piloto y expansión internacional

La prueba piloto en un entorno real se realizará la próxima primavera, bajo condiciones solares simuladas y con radiación, temperatura y humedad controladas, con el fin de encontrar un equilibrio entre la transparencia y el rendimiento de las células orgánicas para conseguir un invernadero autosuficiente.

Lenium, con seis personas en plantilla, ha participado en más de 220 proyectos en 19 países de Europa, África y América del Norte.“Nuestros proyectos industriales siempre tienen un fuerte componente de descarbonización y una misión social”, apunta Lafita, que no ha perdido sus inquietudes de antropólogo. La empresa colabora habitualmente con universidades y centros tecnológicos, tanto nacionales como internacionales.

“La investigación y el desarrollo no es nuestro core business, pero apostamos fuerte en esta área, sobre todo en el ámbito del agua para la agricultura y las energías renovables”. Actualmente, la empresa trabaja conjuntamente con la Universidad de San Diego (California) en un proyecto sobre desarrollo e implementación de hidrógeno verde. “El próximo paso es la entrada en el mercado latinoamericano”, anuncia Lafita.