Un microscopio durante una prueba de laboratorio.

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Navarra

La brecha de género obliga a Navarra a reformular una Ley de Ciencia y Tecnología que ya cumple siete años

Las entidades que forman parte del ecosistema innovador de la región deberán equilibrar sus órganos directivos y plantillas de investigadores o justificar por qué no lo hacen.

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J. A.
Publicada

El hoy secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz Cigudosa, presumía en una entrevista concedida a DISRUPTORES a finales de 2020 de algunas de las características que hacían especial a la Ley Navarra de Ciencia y Tecnología, aprobada dos años antes.

Cigudosa hablaba entonces como consejero de Innovación de esta comunidad autónoma, pero seguramente hoy se seguirá sintiendo orgulloso de aquel cuerpo legislativo que tanto alabó. Una de estas características especiales era que el gobierno regional asumía un compromiso de gasto, es decir, se comprometía a destinar una cantidad concreta de dinero a la I+D+I.

La ley fijaba que para este año 2025, esa cantidad debía ser el equivalente al 1,6% del presupuesto autonómico; y en el 2030, al 2%.

Pero esta ley ha cumplido siete años y los actuales gestores gubernamentales han decidido que es momento de actualizarla. En este caso, parece que el compromiso de gasto se mantiene inamovible, pero sí que se va a mejorar en un aspecto que no estaba del todo bien especificado en la legislación de 2018: el compromiso por luchar contra la brecha de género.

Vayamos por partes. Conviene decir en primer lugar que el Gobierno de Navarra ya ha entregado un primer borrador de la actualización de la Ley de Ciencia y Tecnología a los principales agentes del Sistema Navarro de I+D+i (SINAI), así como a los diferentes departamentos del propio ejecutivo foral y a los grupos parlamentarios.

Esta actualización, explican fuentes autonómicas, tiene como objetivo reforzar el ecosistema innovador navarro, adaptándolo a las necesidades actuales, mejorando su eficiencia, equidad e impulsando su dinamización.

La modificación, impulsada por el Departamento de Universidad, Innovación y Transformación Digital, a través de la Dirección General de Ciencia, Tecnología e Innovación, tiene como principal misión adaptar el marco legal a las necesidades presentes y futuras del ecosistema de innovación navarro, contribuyendo además a reforzar el impacto de la I+D+I en el desarrollo económico y social de Navarra.

La propuesta de actualización normativa incorpora varias modificaciones, tres de ellas consideradas más estratégicas al estar destinadas a reforzar el papel de los agentes del SINAI. En primer lugar, la reforma propone una regulación más amplia de las entidades singulares, reconociendo su papel esencial no solo en la divulgación científica, sino también en la dinamización del ecosistema de innovación y en la participación activa en proyectos de I+D+I.

Asimismo, el artículo 11 introduce la posibilidad de subcategorizar las entidades singulares según las actividades que desarrollen, permitiendo una acreditación más precisa y adaptada a sus nuevas funciones.

Pero tal vez la mayor novedad en esta actualización es la de la adaptación a los principios recogidos en la Ley Foral de Igualdad entre Mujeres y Hombres, garantizando la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los órganos de dirección y en el personal investigador con fórmulas adaptadas a la situación real del SINAI.

Los artículos 7 y 9 establecen que ningún sexo podrá superar el 60% ni ser inferior al 40%. En los casos donde no se alcance esta proporción, se exigirá una justificación objetiva y la elaboración de un Plan de Acción para avanzar hacia el equilibrio de género.

La tercera modificación de esta Ley Foral propone eliminar la justificación de la necesidad de provisión de fondos a la hora de recibir anticipos de hasta el 100% de las ayudas concedidas para sus proyectos de investigación e innovación. Esta acción tiene por objeto agilizar la ejecución de proyectos y reforzar la estabilidad financiera de las entidades que integran el sistema.

El proceso de reforma se inició el pasado mes de abril, mediante la Orden Foral 25E/2025, con la que se puso en marcha el procedimiento de actualización de la Ley Foral 15/2018, de Ciencia y Tecnología.

Modelo abierto, ágil e inclusivo

A partir del mes de mayo, el Departamento abrió una ronda de aportaciones que ha permitido recoger propuestas y observaciones de los principales actores del sistema: universidades navarras, clústeres y asociaciones empresariales, empresas públicas, centros tecnológicos, centros de investigación, Unidades de I+D+I Empresarial (UIEs), entidades singulares, así como de los distintos departamentos del propio ejecutivo foral.

Gracias a esta fase previa se han podido identificar las áreas de mejora de la norma y orientar las modificaciones hacía un modelo más abierto, ágil e inclusivo.

La hoja de ruta establecida por el Departamento contempla que, próximamente, se abra un periodo de exposición pública en el portal de Gobierno Abierto durante 15 días hábiles, antes de elevar la propuesta definitiva al Parlamento de Navarra a finales de año, tras el correspondiente Acuerdo de Gobierno.

Desde su aprobación hace siete años, la Ley Foral de Ciencia y Tecnología —la tercera norma autonómica de este tipo en España, tras las del País Vasco y Cataluña— ha servido como marco de impulso a la transferencia de conocimiento entre el sistema científico-tecnológico y el tejido productivo, así como para fomentar la cultura científica.

Bajo su amparo se creó el Sistema Navarro de I+D+i (SINAI), un ecosistema que actualmente agrupa a más 40 agentes: dos universidades, tres centros de investigación, un instituto de investigación sanitaria, seis centros tecnológicos, diez Unidades de I+D+i Empresarial, veinte entidades singulares y la fundación ADItech, coordinadora del conjunto del sistema.