La investigadora Cristina Soler (c), con su equipo, haciendo un cribado de algas en la Sección Departamental de Ciencias de la Alimentación de la Universidad Autónoma de Madrid.

La investigadora Cristina Soler (c), con su equipo, haciendo un cribado de algas en la Sección Departamental de Ciencias de la Alimentación de la Universidad Autónoma de Madrid.

España 11F - DÍA DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA

Brecha de género: estos son los planes del Gobierno para que el 51% del talento STEM no se desperdicie

Carme Artigas critica en D+I que aún haya tendencias culturales que "perpetúen la idea de que hay carreras de chicos y de chicas".

11 febrero, 2023 02:12

Los datos hablan por sí solos. En el campo de la ciencia, aunque las mujeres representan más de un tercio del total de investigadores (el 33,3%), suelen recibir becas más modestas que las de sus compañeros masculinos y suponen apenas el 12% del total de miembros de las academias científicas nacionales. 

Según Naciones Unidas, las científicas suelen tener carreras más cortas, peor pagadas, su trabajo está infrarrepresentado en las revistas de alto nivel y, a menudo, "no se las tiene en cuenta para los ascensos". 

Mientras, en el campo de la tecnología, a pesar de la escasez de competencias que afecta al sector, las mujeres siguen representando solo el 28% de los licenciados en ingeniería y el 40% de los licenciados en informática y computación. Por ejemplo, en el campo de la inteligencia artificial, uno de los más relevantes en la actualidad, solo son uno de cada cinco profesionales.

Estas son solo algunas de las cifras que sustentan la enorme necesidad de celebrar este 11 de febrero el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una efeméride que tiene como objetivo reforzar los lazos entre este campo, la política y la sociedad para buscar estrategias orientadas a mejorar el futuro de las ellas, tal y como recogen desde Naciones Unidas. 

La importancia de la educación

En este camino, cobra una especial relevancia el proceso formativo, un ámbito donde es clave lograr fomentar las vocaciones por disciplinas STEM (Ciencias, Tecnologías, Ingenierías y Matemáticas) para generar equidad en el acceso y acabar con la brecha de género. 

Y es que, según un informe del Ministerio de Educación y Formación Profesional publicado en 2022 con datos relativos al curso 2019-2020, a pesar de que las alumnas suponen el 53,7% del total de estudiantes matriculados en Bachillerato, su presencia difiere mucho en función del itinerario escogido, siendo el Bachillerato de Artes el más seleccionado con un 72,1%, seguido de Humanidades y Ciencias Sociales, 58,2% y Ciencias con un 47,5%.

Este patrón se repite en el caso de la Formación Profesional, por ejemplo, en la FP Básica, donde, por un lado, Imagen Personal tiene un 80,9% de alumnas y Textil, Confección y Piel un 58,5% y, por otro, Informática y Comunicaciones apenas supera el 17% y Electricidad y Electrónica solo consigue un 3,5%. 

También en la Universidad, con Educación acogiendo un 77,9% de mujeres, frente Ingeniería, industria y construcción, con un 29,1%, o Informática, que suma un 13,4%. 

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Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, explica a D+I que una de las principales razones tras la brecha existente en el acceso a las formaciones STEM tiene que ver con que, "por desgracia", aún existen una serie de tendencias sociales y culturales "que perpetúan la idea de que hay carreras de chicos y de chicas".

"Afortunadamente son ideas cada vez menos arraigadas y que se van superando poco a poco", precisa, pero añade que es una realidad que se debe revertir "de manera urgente". 

Artigas se muestra convencida de que la educación es la base sobre la que se debe trabajar, especialmente, en las primeras etapas formativas. Esta idea la consolidan numerosos estudios, entre ellos uno de Microsoft, en el que se revela que ambos sexos muestran el mismo interés por ámbitos como la tecnología a los 11 años de edad, pero este decae de forma evidente en el caso de las mujeres a los 15 años, la edad en la que se empieza a decidir la vocación. 

"Es decir, existe una ventana de oportunidad de cuatro años para que las niñas no pierdan ese interés genuino por este tipo de ámbitos de conocimiento", resume.

Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.

Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. Javier Carbajal

 

Ahí, señala, es donde se deben centrar los esfuerzos para promover este tipo de vocaciones a través de acciones y trasladar el mensaje de que son ámbitos que también pertenecen a las mujeres. 

La secretaria de Estado explica que, desde el Ejecutivo del que forma parte, están trabajando en la organización de encuentros, charlas o acciones en las que se visibilizan referentes femeninos relacionados con estos sectores, una labor que, según apunta, parte de los propios centros educativos, pero en la cual "todos y todas" deben aportar su "granito de arena". 

"No se puede prescindir del 51% del talento"

Y es que, en esta ventana de oportunidad para terminar con la brecha de género, tienen un papel imprescindible las políticas públicas. 

Dentro de su negociado, Artigas precisa que una de las iniciativas que están llevando a cabo y que ella destaca como una de las más relevantes se enmarca en el Plan Nacional de Competencias Digitales, que nace con el objetivo de lograr que en 2025 el 80% de la ciudadanía disponga de este tipo de conocimientos. En él, se unen dos conceptos claves para luchar contra la brecha de género: la educación y la tecnología. 

Según explica, hay un "abanico enorme" de este tipo de conocimientos que comprenden desde las más cotidianas hasta el manejo de la alta tecnología. En estas últimas, apunta, es donde se debe poner el acento en el caso de las niñas, ya que, actualmente, existe cuatro veces más oferta que demanda en puestos cualificados relacionados con este sector. "Eso abre una oportunidad única", afirma. 

"Solo con el impulso de estos perfiles multidisciplinares, e incluyendo a las mujeres, lograremos dar el paso adelante como país en cuanto a competitividad e innovación", sentencia la secretaria de Estado. 

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Así, el Plan Nacional de Competencias Digitales de España cuenta con un presupuesto de 3.750 millones de euros, de los cuales 96 millones están íntegramente destinados a un programa de fomento de vocaciones científico-tecnológicas en mujeres en línea con reducir la brecha de género. 

Dentro del Plan, Artigas también destaca el Pacto por la Generación D, presentado a finales de 2022 y que busca que grandes corporaciones, administraciones, asociaciones o medios de comunicación se comprometan a formar en competencias digitales. "Tengo total seguridad de que esta alianza servirá para cerrar brechas de todo tipo", afirma Artigas. 

"Estamos poniendo el foco sobre las competencias digitales como la herramienta fundamental para una transformación digital productiva, innovadora y exitosa y, en este camino, no se puede prescindir del 51% del talento de este país", añade. 

Junto a estas iniciativas, la secretaria de Estado también destaca otras como la Ley de Startups, el Fondo Next Tech o el lanzamiento de una Línea ENISA de financiación que vienen a respaldar el papel de la mujer en otros sectores como el emprendimiento, donde también afecta la brecha de género de forma significativa. 

Aún queda mucho por recorrer

Artigas recuerda durante la entrevista que, hace unos días, durante un viaje a León con motivo de la celebración del Día de Internet Seguro, tuvo una pequeña charla con las alumnas del IES Padre Isla, el centro donde estudió Sara García Alonso, la bióloga molecular que fue hace unos meses seleccionada para ser astronauta de la ESA, convirtiéndose en la tercera persona española de la historia que accede a esta oportunidad. 

Este, afirma, es "el mejor ejemplo de cómo ha evolucionado este papel de la mujer en la ciencia y en la tecnología al más alto nivel, el ejemplo de que hay cosas que están empezando a cambiar". 

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No obstante, la secretaria de Estado reconoce que "aún queda muchísimo camino por recorrer", ya que, recuerda, el porcentaje de estudiantes "dista mucho de ser paritario", así como muchos sectores siguen copados por hombres en su mayoría y muchos proyectos de mujeres emprendedoras aún siguen quedándose por el camino porque no pueden acceder a mecanismos de financiación debido al sesgo. 

En este camino, afirma que es necesario entender la lucha contra la brecha de género como "una cuestión transversal" que interpela a todas las personas y requiere de una perspectiva "holística y de conjunto" para alcanzar "un cambio real". Las acciones, señala, deben ir desde los centros de educación primaria hasta los consejos de dirección de las grandes empresas.

"Hay que redoblar los esfuerzos en todas las áreas en las que sigue existiendo desigualdad y exigir a todos los actores involucrados un compromiso a la altura de lo que nos jugamos con este cambio tan urgente y necesario", concluye.