En los últimos años hemos visto como los gigantes digitales están apostando por España para instalar sus centros de datos o para abrir en el país nuevas regiones cloud. Meta, Amazon Web Services (AWS), Microsoft, Google... son sólo algunas de las grandes compañías que ven en el país un enclave ideal para ello. 

Si miramos el mapa de España que publica este lunes Disruptores e Innovadores, en el que se detalla dónde se ubican los data center más relevantes del país y cuáles son sus principales características, se puede comprobar que Madrid es la comunidad donde hay, con diferencia, mayores instalaciones de estas características.

Sin embargo, también muestra que algunas de las grandes compañías están apostando por instalar sus nuevas instalaciones en zonas más alejadas del centro geográfico del país. AWS ha decidido apostar por Aragón, mientras que la matriz de Facebook o Instagram se ha decantado por Talavera de la Reina (Toledo).

Los centros de datos son unas instalaciones que necesitan amplios espacios para instalarse y tener luego posibilidad de incrementar sus capacidades para responder al aumento de la demanda. Y en un mundo en el que la digitalización avanza a una velocidad de vértigo, lo más probable es que la vayan a necesitar. Y más pronto que tarde. 

España cuenta con varias características que hacen del país un lugar atractivo para estas infraestructuras. Una de ellas es un despliegue de fibra óptica digno de envidiar por otras economías del Viejo Continente tanto en número de hogares (y empresas) conectados con fibra como en calidad de los servicios prestados.

Es además uno de los mercados europeos donde más elevada es la penetración de la fibra en las zonas rurales, lo que últimamente se ha venido a llamar la 'España Vaciada', aunque es evidente que en este ámbito aún queda mucho trabajo por hacer. 

Otra de las características que reivindican al país como polo de atracción son su ubicación geográfica, que le convierte en la puerta de Europa a América y África, una característica que no se cesan de resaltar las empresas de centros de datos e interconexión cada vez que deciden instalarse en España.

Centro de datos de Nabiax en Alcalá de Henares (Madrid).

Centro de datos de Nabiax en Alcalá de Henares (Madrid).

El tercer gran atractivo del país es la energía. Y es que el coste de la electricidad es uno de los principales atractivos del país para convertirse en uno de los grandes hubs de centros de datos en el sur de Europa, como se puso de relieve la presentación de un reciente informe de PwC Real Estate sobre el sector.

Esta afirmación puede sonar extraña en un momento en el que no dejamos de recibir informaciones sobre lo cara que está la luz en el país y el enorme que impacto que está teniendo en la actividad industrial del país. Pero es que en nuestros países vecinos la situación es incluso peor. 

Además, en un momento en el que la sostenibilidad se ha convertido en una parte indisociable del desarrollo del negocio, España es un prácticamente un paraíso para las fuentes de energía renovables. De hecho, Amazon ha señalado que esto le permitirá alcanzar sin problema su objetivo de que en 2025 todas sus infraestructuras se alimenten con energía verde.

Por lo tanto, sería imperdonable que España no aprovechara todas estas ventajas para seguir atrayendo a las grandes empresas digitales y de interconexión que buscan ampliar sus capacidades en Europa, proyectos que traen consigo inversiones millonarias allá donde van.

El alto grado nivel de conectividad y la relevancia de las energías renovables suponen también una oportunidad para hacer que el sector no se limite a crecer en Madrid y sus alrededores y busca en otras partes del país enclaves que cumplan todos los requisitos y que no sean precisamente grandes ciudades. 

Las Administraciones públicas tienen un papel clave que desempeñar aquí. Es evidente que sin el apoyo decidido de los Gobiernos de Aragón y Castilla-La Mancha no se hubieran podido materializar los proyectos de Amazon y Meta que tan buenas noticias darán a la región. Habrá sin duda otras comunidades autónomas que sigan sus pasos en el futuro.

En el Gobierno central son también conscientes de la relevancia de estas infraestructuras y la agenda España Digital 2025 se marca como objetivo el impulso de las inversiones privadas en data center y situar al país como un hub de negocios alrededor del espacio cloud europeo.

Además, también parece consciente del papel que puede desempeñar la tecnología en la lucha contra el reto demográfico y de cómo esta se puede beneficiar de las características ya mencionadas que ofrece el país fuera de Madrid. Gracias a ello, el Gobierno decidió hace algo más de un año trasladar el Centro de Procesamiento de Datos (CPD) de la Seguridad Social a Soria, la provincia más despoblada de España.

Los centros de datos son también generadores de empleo. Quizás no tantos como otras industrias en cantidad, pero sin duda se trata de puestos de trabajo de calidad. Como todo el empleo tecnológico, no sobra precisamente mano de obra cualificada en este subsector.

Por ello, otro reto que será necesario abordar si queremos asegurarnos de que España sea un polo internacional en centros de datos es el de la formación. Y esto no significa solo que haya más universitarios en carreras STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), sino que se le dé un impulso a la Formación Profesional (FP) para cubrir estos puestos técnicos que son imprescindibles para su funcionamiento.

Cuando los compañeros de Disruptores e Innovadores actualicen su mapa sobre los centros de datos en el futuro, confiemos en que se vaya llenando de nuevos puntos naranjas que confirmen que la apuesta por ser un hub europeo de conectividad no se limita solo a Madrid. Aprovechemos todas las ventajas y trabajemos entre todos por una España poblada de centros de datos.