“En nuestro futuro de IA, las personas, no los algoritmos que implementan, serán la razón por la que la mayoría de las empresas tengan éxito”. Con esta idea tan provocadora comienza un reciente artículo de H. James Wilson y Paul R. Daugherty para HBR. En dicho escrito se plantea que el nuevo enfoque de la IA centrado en el ser humano está cambiando las suposiciones que tenemos sobre los elementos básicos de la innovación empresarial. Dicho de otra manera, el éxito de las empresas que están incorporando el potencial de las tecnologías exponenciales se debe en mayor medida a los humanos en vez de a las máquinas.

Para llegar a estas conclusiones, los autores analizaron empresas como Etsy, L.L. Bean, McDonald's y Ocado, las cuales han alcanzado una adaptabilidad ágil y una integración perfecta entre humanos y máquinas al unir la IA y la automatización con una amplia gama de tecnologías y sistemas de información de vanguardia. Las principales conclusiones de la investigación se pueden englobar en cinco elementos del panorama tecnológico emergente.

El primer elemento se centra en el mundo de los datos para recomendar a las empresas que pongan más atención en su gestión en vez de simplemente acumular información. El segundo elemento busca aprovechar la experiencia humana dando rienda suelta al talento de los empleados. El tercer elemento nos lleva hasta la arquitectura proponiendo la construcción de sistemas tecnológicos adaptables. El cuarto elemento conecta directamente con la estrategia planteando que, en la actualidad, todas las empresas son tecnológicas. El quinto elemento plantea que las empresas deben potenciar una IA más humana y menos artificial.

Con relación a este último elemento y la combinación de los humanos con las máquinas inteligentes cada vez más empresas están investigando la figura del centauro. En estas coaliciones, los humanos aportan creatividad, imaginación e intuición mientras que la IA nos asiste en nuestra toma de decisiones. Los centauros son criaturas mitológicas con cabeza, torso y brazos humanos montados sobre el cuerpo de un caballo. Son los híbridos ficticios de caballo-humano de la mitología griega.

Este término lleva varios años tomando un gran protagonismo en el mundo de la tecnología y proviene del nombre de "centauro de ajedrez", donde los humanos trabajan con computadoras para superar a las mejores máquinas de ajedrez. Los nuevos centauros están empezando a explorar desafíos científicos, médicos, económicos, geopolíticos y ecológicos mucho más complejos y difíciles. Uno de los beneficios que se está observando es que la tecnología de IA está liberando a las personas de las tareas empresariales de bajo nivel que ocupan una gran parte de su tiempo para poner su atención en temas más complejos y de mayor valor.

En conclusión, con la figura del centauro los humanos están mejorando la capacidad del cerebro al aprovechar la potencia informática de los sistemas de IA para resolver problemas empresariales cada vez más complejos.

*** Paco Bree es profesor de Deusto Business School