España es el único país de la UE que ha sido capaz de poner en marcha una maquinaria nueva para ejecutar los conocidos como fondos Next Generation: un nuevo paquete de estímulos para transformar nuestra economía apoyado en los pilares de la sostenibilidad y la digitalización.

No ha sido la igualmente necesitada Italia ni la siempre eficaz Alemania, tampoco nos han adelantado los hábiles portugueses ni los heridos griegos; con la ministra Calviño a la cabeza (tiene una interlocución única en Bruselas) España ha sido capaz de obtener un primer anticipo de 9.000 millones y de conseguir la aprobación de los 27 a un primer pago de otros 10.000 millones de euros a última hora del año.

En las sombras (para mí hay pocas) habría que situar la baja ejecución: a pesar de haberse comprometido casi 9.000 millones de euros, la ejecución es muy baja (el dinero todavía no ha llegado a los beneficiarios finales) y el ritmo de las convocatorias ha sido más lento de lo esperado; la escasa colaboración con las Comunidades Autónomas: éstas han entrado en los repartos del React EU porque se distribuyen como los FF.EE.

Pero a pesar de que la Sra. Calviño les ha pedido que identifiquen proyectos estrella, su rol de momento es más de espectadores, de comparsa; y la generación de una enorme expectativa entre en las empresas.

Muchos empresarios todavía creen que llegará un maná para tapar sus agujeros, o, lo que es peor, aspiran todavía a subvencionar su actividad diaria para ganar dinero sin correr riesgos: para nada. Toca competir, inventar, transformar, arriesgar: la máxima debe ser que quien no transforma no recibe ayudas.

¿Qué pasará en 2022? ¿Qué novedades habrá en la ejecución de los fondos? ¿Cómo se relacionarán los NextGen con otros fondos? Ahí van mis diez predicciones para 2022 (de más sencilla a más incierta y arriesgada).

1.- Se triplicará el número de convocatorias (este año no se han alcanzado las 170) y se ejecutarán más de 35.000 millones de euros (sumando el presupuesto de 2021 no gastado y el consignado en 2022).

2.- Los cuatro primeros meses del año serán trepidantes, con muchas convocatorias, también de PERTES que se han quedado en el tintero, y los organismos gestores (los super administradores) tendrán una actividad notable en el ecosistema de fondos públicos español. Mi estimación es que casi un 70% de los compromisos financieros del NextGen2022 se convocarán en el primer cuatrimestre del año.

3.- Los municipios españoles son los primeros campeones del mecanismo: además de haberse publicado ya numerosas ayudas para ellos, cuentan con el conocimiento y la estructura de gestión apropiadas para absorber con rapidez los fondos. Si hay problemas de ejecución, el municipalismo español se ofrecerá para abordar otros objetivos: turismo, comercio, transición energética...

4.- Las CC.AA tendrán un papel más relevante, tanto por la financiación directa de proyectos estratégicos (¿PERTES regionales?) como por la colaboración con otras CC.AA para presentar proyectos interregionales. Hacen bien los actores regionales en sentarse a la mesa de los proyectos conjuntos porque para quienes ven más allá habrá más oportunidades...

5.- La cooperación será clave para ganar proyectos. Muchas convocatorias exigirán la presencia de beneficiarios de más de una región (preferiblemente de 3-4 regiones) y la participación de actores públicos y privados en sus consorcios. Habrá que aprender a compartir más información, a pensar a lo grande y a ceder y reconocer a los demás su papel en esta gran interpretación colectiva.

6.- Todavía veremos muchas ayudas directas tipo Kit digital y ayudas de Autoconsumo pero con el paso del tiempo, las convocatorias competitivas irán aumentando y se centrarán de un modo absoluto en los objetivos sostenible y digital.

7.- Las entidades financieras lo anticiparán todo. Esta es una de las grandes diferencias con respecto a los FF.EE. Con los NextGen la prefinanciación y la cofinanciación no supondrán grandes obstáculos para la ejecución de proyectos solventes.

8.- Comenzaremos a ver sinergias entre fondos: NextGen con Programas Europeos (Horizonte Europa), FF.EE con NextGen y con programas especiales de innovación y energía del BEI, etc. Esto hará más necesaria que nunca la creación de una Oficina de Instrucción de proyectos que construya un pipeline de proyectos estratégicos.

9.- Es posible que la falta de ejecución de algunos Estados (Polonia, Italia, Grecia), anime la configuración de un nuevo esquema: los proyectos transnacionales NextGen. Desde mi punto de vista, en algunas materias tiene todo el sentido: infraestructuras energéticas, coche autónomo, inteligencia artificial… ¿Seríamos así capaces los europeos de crear un hub único de referencia mundial sobre Inteligencia Artificial?

10.- ¿Estamos ante el final de los Fondos Estructurales tal y como los hemos conocido? Si esto funciona tiene sentido revisar cómo se estructura el presupuesto de la UE e inspirar el futuro en el propio set up de los Next Generation. Vamos hacia un mundo que se transforma cada día, veloz y vertiginoso. En ese escenario, los viejos esquemas del FEDER o del FSE, con su reglamento hiper burocratizado y sus reglas de reparto, tienen cada vez menos sentido.