La semana ha sido intensa en temas y en debates. Hemos seleccionado una veintena de ellos para hilar este habitual resumen semanal del Disruptores e Innovadores (D+I). Las ideas de cabecera de esta semana son para Don Tapscott, consagrado como gurú cuando ya en 1993 habló en su libro Paradigm Shift del cambio de paradigma y dos años más tarde cuando advirtió en otro libro de las ventajas y peligros de la inteligencia en la red. ¡Sólo era 1995!

Esta semana Tapscott ha estado en Madrid en la inauguración de Wobi (World of Business Ideas) y ha predicado que llega la "segunda era digital" con el "blockchain" como tecnología estrella en un mundo del todo conectado. Su tesis es que ese salto se da cuando el mundo físico queda conectado, máxime con una tecnología de verificación que eliminará el orden intermediado.

"La primera era digital -explciaba a Julio Miravalls en la pieza se que publicó D+I el viernes- vino a través de los mainframes, las minicomputadoras, las computadoras personales, internet, la web, las redes sociales, la web móvil, la nube, el big data…". El salto a la segunda era –prosigue Tapscott– se produce cuando "la tecnología se introduce en el mundo físico a través de miles de millones, billones de objetos que se hacen inteligentes y se comunican, donde pueden usar machine learning y análisis de datos y aprender a hacer cosas para las que no estaban programados…".

Y en la cima de esa nueva era sitúa al blockchain, que "es un libro de cuentas distribuido que crea una internet para los activos, para los valores".

El blockchain hace tiempo que superó en expectativas a las criptomonedas, ante las que les confieso que ando algo dubitativo entre dar crédito o no a toda su espiral especulativa. Pero hay protagonistas de noticias que te hacen cambiar la perspectiva. Me sorprendió esta semana la noticia en la que se anunciaba que Angels, el brazo inversor de Juan Roig, entraba en la ronda de Criptan junto a otros clásicos de la empresa y las finanzas como Angel Corcóstegui o José María Castellano.

La plataforma española de compraventa de criptomonedas ha logrado una inversión de 3,5 millones a la que se han apuntado los famosos digitales que ayudarán en sus canales a la difusión: WillyRex, Vegeta777 y Reven. Cuando coinciden en las apuestas ex altos cargos del Santander e Inditex, el olfato certero de Roig y personajes que son el canal en sí mismos, algo de buen negocio debe haber.

Angels Capital está en el lado sur de la Marina de Valencia, a tres bases de la antigua Copa América de la sede de Innsomnia, donde el lunes se inauguró una semana por la que pasaron varios cientos de gurús en muchas disciplinas. Como preámbulo del Digital Summit, en la aceleradora Innsomnia se analizaron las nuevas energías con la Universitat de València, la nueva convocatoria activa del fondo Ports 4.0 de Puertos del Estado, la apuesta por el e-health de la aceleradora y Distrito Digital y el futuro de la agricultura digital con Agrobank. 

Y el miércoles enlazó con los actos centrales de la Valencia Digital Summit. Un evento impulsado por la Asociación Valenciana de Startups cuya celebración abre un debate también sobre la llegada de una segunda era de los eventos digitales.

Porque recordemos que Valencia intentó arrebatar a Lisboa el Web Summit, el tercer evento del mundo. Fracasaron las negociaciones y se lanzó a por el Webit, que tampoco fructificó. Logró celebrar en otoño una vertical de salud del South Summit, que dejó mal sabor de boca a las administraciones patrocinadoras. Fue caro para reunir a los que ya se ven habitualmente.

La duda era si el entorno local era capaz de crear un evento de altura internacional. Y para ser la primera edición ha dejado un buen poso sobre el que puede nacer un nuevo hito en el circuito internacional. Porque han renido a 300 ponentes de 20 nacionalidades, en 4 escenarios con más de 60 horas de debates, 5.000 asistentes en plena pandemia y más de 400 startups. D+I ha sido el media partner del evento.

¿Es necesario pagar un pastizal a unos organizadores de eventos que subastan sus ediciones entre capitales o se pueden organizar eventos de circuito internacional por actores locales? En este caso la financiación era además público-privada. Quizás estemos entrando en una nueva era en la que se acabaron los sablazos injustificados y vamos a un ajuste más real a los precios y necesidades del mercado.

En el Valencia Digital Summit se ha hablado de muchas cosas, lo pueden leer en la sección de disruptores de D+I, pero entre tantas startups no podía faltar el debate sobre la ley del sector que presentó el Gobierno la semana pasada. Y se dejó ver la rivalidad ya conocida en el sector por apuntarse los tantos de la ley entre la Secretaria de Estado de Digitalización, Carme Artigas, y Paco Polo, el Alto Comisionado para España Nación Emprendedora.

Polo aseguraba en una entrevista con D+I el miércoles que lo complejo ha sido coordinar a nueve ministerios implicados en una ley que nos pone a la cabeza en Europa en su ámbito. Pero un día antes D+I hacía ronda de consultas con las startups para conocer su impresión y rebajaban un poco la propaganda institucional. Se ha acogido bien, pero no encabezamos, sino que nos acerca a Europa. "Es un punto de partida, no de llegada". Y como quejas, el sector insiste en la insorportable burocracia y que en países como Estonia sus homólogas no tributan Impuesto de Sociedades, ni pagan IVA hasta 40.000 euros de facturación.

De cliente a usuario

Hay ocasiones en las que la corágine del día a día no deja ver la esencia de lo que pasa. Y algunos vaticinios de gurús de plasman en realidad revolucionaria con los años. Les recomiendo esta semana la pieza histórica que escribía Adolfo Plasencia, donde nos relata con cuánta anticipación casi increíble se pronosticó que uno de los grandes cambios iba a ser que las empresas pasarían del concepto cliente al de usuario. Y con ello la llegada de la ilusión de la gratuidad. Un concepto que aborda, con solución incluida, Esther Paniagua en su último libro Error 404. La también columnista de D+I anda estas semanas en plena ronda de promoción. 

Y en ese concepto de cambio de visión del cliente se puede enmarcar por ejemplo Erasmus Play, el Trivago español para que los estudiantes encuentren alojamiento seguro en sus salidas al extranjero. Y surgió como suele suceder, después de una experiencia traumática y de dejar empleos prometedores, se lanzaron a la aventura empresarial. Tienen ofertas en más de 500 ciudades de Europa y su sede está en Zaragoza.

En el ámbito de la salud, si alguien pensó que lo privado rebasaría a lo público por adelantarse en lo digital, quizás se equivocó. Esta semana hemos leído cómo el hospital público catalán Hospital Germans Trias i Pujol lo digitaliza todo. Implementa un sistema de sensorización que va desde las sillas de ruedas a la ubicación de los pacientes a las sillas de ruedas para para optimizar la gestión hospitalaria y orientar a usuarios y familias.

Si lo público apuesta por lo digital, lo privado no tendrá más remedio que seguirle y superarlo. Es una buena palanca. En esa línea la ministra de Innovación Diana Morant, anunció el jueves en Barcelona la creación de Innvierte, tres fondos con 120 millones para convertir en empresas las ideas de las universidades. Una palanca más para  empujar a la mal llevada transferencia del conocimiento en España. Se articulará a través del CDTI que ha elegido a los fondos Beable Capital, (gestora que apuesta por la tecnología industrial), Bullnet Gestion (por la transferencia en el ámbito de las TIC) y Clave Mayor (inversor en tecnologías biosanitarias).

Las regiones peleonas

Ejemplo de que puede ser real esa transferencia del conocimiento es el resultado de la alianza de las universidades de Sevilla y Málaga. Su proyecto de inteligencia artificial ha generado ocho patentes interesantes en dos años. Desde el control de cultivos en sistemas tropicales a la descongestión de pacientes en hospitales. Son habituales las rivalidades entre sevillanos y malagueños, pero cuando se unen hacen cosas muy interesantes que sirven para monitorizar a estudiantes, controlar el coste energético de plantas de cemento o predicen comportamientos en los embarazos.

Otro ejemplo de utilidad de los avances universitarios es el del velero autónomo de Galicia que puede hacer el control de la calidad del agua durante horas en las rías. Una muestra de que la tecnología sirve para reducir el riesgo y la incomodidad de los trabajadores en esas aguas.

En Castellón se están desquitando del sambenito del aeropuerto sin aviones. La entidad que gestiona Blanca Marín va a convertir la instalación de la capital de La Plana en un hub de innovación aeronáutica, con gran apuesta por los drones y la logística donde van a invertir 105 millones en 2022.

Un poco más al sur, en Valencia, Moontech Industrial mostró esta semana cómo están cambiando los sistemas autónomos de AGV Lo que está ocurriendo con estas máquinas que transportan objetos por sí mismas en las empresas es que se están conectando y entendiendo ya con los cobots y multiplican sus aplicaciones con el 5G. Un salto importante en la industria 4.0.

Y siguiendo por el Mediterráneo, el proyecto de smart mobility La Manga 365 se ha impuesto a grandes capitales al lograr el premio de la Plataforma enerTic que agrupa a 82 entes públicos y privados. La iniciativa apoyada por Telefónica gestiona el tráfico y las plazas de aparcamiento.

Ojo a la salud y la educación

Sólo con seguir la actualidad basta para darse cuenta cómo la aplicación de la tecnología a la salud y la educación son dos de las áreas de seducción para los inversores actualmente. Platzi, la startup formada por un colombiano y un guatemalteco hace siete años, ha logrado 62 millones de inversión. Tienen más de 200 empleados y sede en San Francisco, Bogotá y Ciudad de México. Es una plataforma con más de tres millones de estudiantes suscritos para formación donde el inglés para entornos laborales es la estrella. Las edtech han llegado para revolucionar la educación.

Y en el Miami ha surgido otro unicornio. Healthcare.com ha logrado 180 millones para aplicar inteligencia artificial a su marketplace de seguros. Pretenden ofrecer el mejor seguro de salud a cada perfil, según edad, sexo, necesidades y condiciones médicas de manera fácil. A las compañías de seguros se les ha colado un actor en la fiesta, entre ellos y sus clientes, que amenaza con revolucionarles el mercado

Imagínense el día que todo esto entre se interponga entre los ciudadanos y las administraciones y los políticos. No les queremos asustar, pero nuestro hoy gurú de cabecera con el que iniciábamos este relato miren lo que se atrevió a baticinar esta semana en Madrid: un nuevo contrato social, un blockchain para la democracia. 

Según Don Tapscott: "Si tenemos votaciones online basadas en blockchain, podrás verificar si una elección es válida y, como votante, que tu sufragio fue anotado a la persona por quien votaste... El voto inteligente cambiaría comportamientos y tal vez los políticos tendrían que responder a los ciudadanos, en vez hacerlo ante la Asociación del Rifle, o el lobby que los haya puesto en el poder…"

Suena un poco americano, pero si este tipo ya predijo hace más de un cuarto de siglo los debates que hoy tenemos con la inteligencia artificial, igual debemos empezar a planteárnoslo... ¿Y por qué no?

** Rafa Navarro es editor de D+I y CEO de Inndux Digital Group.