El informe de 2019 de FoodDrinkEurope revela que pese a que la industria alimentaria es la primera en empleos en muchos países europeos, representa apenas el 0,23% del gasto en I+D, la menor tasa en relación con otras regiones del mundo, frente a los 0,75% de Australia, 0,66% de Corea, 0,64% de EEUU o 0,60% de Japón, entre otras.

Además, en este estudio sobre la industria de la alimentación en la Unión Europea se recoge que ninguna de las 16 firmas europeas del sector que aparecen entre las 2.500 empresas que más gastan en I+D es española, pese a ser el tercer país de la UE con más compañías con más de 28.000 empresas especializadas (solo por detras de Italia, con más de 56.000, y Francia, con más de 54.000).

La implementación de nuevas tecnologías en cualquier empresa requiere de importantes inversiones, pero son claves para desarrollar nuevos productos y servicios y para mejorar los procesos productivos. Según este informe, aunque el 88% de las compañías de alimentos es plenamente consciente de las nuevas perspectivas que brinda la transformación digital, solo el 59% admite tener las habilidades necesarias para aprovechar esta transformación digital.

Así, para llevar a cabo todos estos retos de la era digital, el 27% de las empresas de la industria alimentaría ha nombrado a un Chief Digital Officer y una de cada cuatro ha visto ya resultados concretos al adoptar tecnologías digitales en sus procesos, como el aumento del número de empleados. 

En concreto, se han identificado nueve tecnologías clave para poder emprender este proceso: robótica y automatización, internet de las cosas, big data y analítica de datos, fabricación aditiva (impresión 3D), inteligencia artificial, servicios en la nube, soluciones de ciberseguridad, medios sociales y servicios móviles.