Iker Marcaide es el fundador de la primera startup española en cotizar en Wall Street. En la actualidad está al frente de Zubi Group con un firme propósito: impulsar proyectos sostenibles y de impacto que ayuden a construir un mundo mejor para las futuras generaciones.

Iker Marcaide es el fundador de la primera startup española en cotizar en Wall Street. En la actualidad está al frente de Zubi Group con un firme propósito: impulsar proyectos sostenibles y de impacto que ayuden a construir un mundo mejor para las futuras generaciones.

Inversores

Iker Marcaide (Zubi Capital): "Fundé Flywire en 2009, siempre hay capital para las buenas oportunidades"

El impulsor de la primera startup española en cotizar en el Nasdaq lanza su primera gestora dentro del grupo empresarial con el que aspira, con visión global y propósito de impacto, a construir "un mundo mejor".

12 octubre, 2022 01:14

Iker Marcaide es uno de los referentes indiscutibles del emprendimiento español. En 2009, en medio de la mayor crisis financiera de nuestra historia reciente, fundó Flywire, fintech que se convertiría tiempo después (mayo 2021) en la primera startup española en cotizar en Wall Street.

Poner en marcha una compañía emergente justo en ese convulso momento es toda una carta de presentación que evidencia su raza emprendedora, su optimismo -"siempre veo el vaso medio lleno", confiesa a D+I- y su determinación cuando confía plenamente en un proyecto.

Sin embargo, más que por contribuir a la entronización en el 'Olimpo bursátil' del que fuera el proyecto de un estudiante de máster que no podía entender la densa burocracia del abono de las matrículas, Marcaide se siente orgulloso por aportar su granito de arena desde Zubi Group a la construcción de "un mundo mejor".

[La ‘fintech’ valenciana que entroniza en el Olimpo bursátil de las tecnológicas (elespanol.com)]

Imagine Montessori Schoool es, según reconoce a D+I, el proyecto que más le satisface y reconforta como emprendedor. Con él está impulsando la educación que él no tuvo, y de la que ahora se benefician sus hijos junto a más de 350 niños en Valencia. Es el claro ejemplo de "cómo tus proyectos pueden impactar en los tuyos".

En medio de una nueva crisis económica, Marcaide ha creado su propia gestora -Zubi Capital- con la que aspira, no sólo a crear empresas que le ayuden en ese objetivo de crear un mundo mejor, sino también en participar de proyectos alineados con esa meta que, debido a la incertidumbre, necesitan un impulso.

Crear talento, y en concreto, aquel que tenga un impacto positivo en la sociedad, es uno de los objetivos de Zubi Group. ¿Cómo entendéis este concepto tan valioso en la actualidad?

Recuerdo mis días de escuela y universidad de una forma que no me gustaría que mis hijos recordaran. Por eso, en 2016 los tres cofundadores pusimos en marcha Imagine Montessori School pensando precisamente en nuestros hijos.

Aspiraba a una educación en la que se fomentara la autonomía, la curiosidad y muy guiada por los intereses y motivaciones de cada niño. Y la educación que vi cuando visitaba los colegios de Valencia era la que yo había tenido en mi infancia y mi juventud: estandar sin reconocer nuestras diferencias e intereses.

Así que en 2016 inauguramos el primer centro, en 2019 el segundo y, en la actualidad, tenemos unos 350 niños de dos a 14 años. Probablemente, de todo lo que he hecho es el proyecto del que más orgulloso me siento porque responde a cómo puedes poner en marcha proyectos que impactan a tus seres queridos.

Desde Imagine Montessori School queremos nutrir a la sociedad de talentos para un mundo mejor, no sólo nutrir de talentos sin un objetivo

Más allá del talento o de personalizar el proceso para cada niño, Imagine tiene un elemento fundamental como es la parte del propósito, de sostenibilidad, que está muy engranada en todo el proceso educativo. Queremos nutrir de talentos para un mundo mejor, no sólo nutrir talentos sin un objetivo, sino con la meta de poder construir un futuro mejor.

¿Falla el actual modelo educativo entonces en formar a ese talento tan necesario para acometer los retos tecnológicos?

Creo que aprender es un proceso activo, por eso huyo de referencias a 'no me han formado', 'no me han enseñado', porque parece que la pelota está en el tejado de los demás. Al final, queremos tener personas que se buscan la vida, que son curiosas, que buscan respuestas, que son capaces de tener un criterio.

En Imagine nos centramos mucho en alimentar ese fuego interior que cada uno tenemos, ese placer por aprender que nos lleva a buscar nuestro camino y a relacionarnos para conseguirlo. Les guiamos en el camino que es el proceso de aprendizaje donde el dueño es el niño.

Por eso, cuando visitas el colegio hay un silencio tremendo en las aulas porque cada niño está concentrado en su tarea y está haciendo cosas distintas.

¿Cuál es el coste de no contar en la actualidad con un modelo educativo que potencie esas herramientas y habilidades en las nuevas generaciones?

El problema del actual sistema educativo es cuánta gente se ha quedado por el camino que podría haber logrado grandes cosas y que no lo ha hecho

El verdadero éxito de Imagine no es ayudar a los niños de hoy, sino poder transformar la educación pública. En ocasiones, te encuentras con gente que te dice que, al final, el actual sistema educativo no está tan mal. "Si yo he salido adelante, me he buscado la vida...", te comenta gente que te vas encontrando en tu vida profesional y personal.

El problema es cuánta gente se ha quedado por el camino que podría haber logrado grandes cosas, y que no lo ha hecho. Y eso sí que es responsabilidad de cada uno de nosotros, de un sistema educativo que tampoco ha cambiado tanto en las últimas décadas.

¿Cómo valora el actual sector emprendedor español? ¿Cuáles son sus fortalezas y carencias?

Cuando a finales 2103 volví de EEUU y me preguntaban qué faltaba en el ecosistema español, siempre decía ambición, ambición sana. Y eso ha evolucionado muchísimo, no solo en los emprendedores, sino también en los directivos, los inversores, etc...

A nivel global, creo que hemos vivido la revolución tecnológica y que en los próximos diez años vamos a vivir la revolución de la sostenibilidad; una transformación estructural a través de la sostenibilidad y el impacto.

Es muy interesante también la descentralización del emprendimiento y la innovación; ahora desde muchos lugares uno puede estar conectado y hacer proyectos interesantes. Repartidos por toda la geografía española tenemos muchos casos.

Son proyectos con ambiciones globales, y cuando a veces hablo con emprendedores siempre invito al propósito de cada uno. Es muy duro emprender, y cuando nos caemos y nos volvemos a levantar, te motiva mucho precisamente eso, el porqué de hacer las cosas que te da esa resiliencia y tenacidad a largo plazo.

Usted es valenciano y desde Valencia, con ese propósito global de impacto al que aludía, ha levantado Zubi Group. ¿Cómo valora el posicionamiento del emprendimiento de la región?

Es un ecosistema muy bien articulado. No es el más grande, pero al final han sabido construir sobre eso sus fortalezas, por ejemplo, la colaboración público-privada es bastante fluida. Startup Valencia ha tenido también mucho que ver en esa articulación y crecimiento del ecosistema emprendedor valenciano.

Cuando vas a eventos como Valencia Digital Summit, y te encuentras con miles de actores de primera línea..., dices 'esto tiene tamaño' y un tamaño que cuando los ecosistemas son incipientes hay empresas también muy tempranas; pero ahora ya empieza a haber un equilibrio entre empresas incipientes, otras más avanzadas e incluso, corporates y empresas tradicionales vinculándose a todo esto.

Es clave articular el tejido más tradicional con el más innovador; es un 'win win' para todos que Valencia Digital Summit ha sabido gestionar

Y esto es clave: articular el tejido más tradicional con el más innovador, incipiente... es un win win para todos y hay empresas tradicionales que esto lo entienden muy bien y otras que se mantienen algo escépticas. 

En torno a estas temáticas de sostenibilidad, impacto, y otras adyacentes como salud, bienestar o alimentación hay masa crítica en Valencia.

Y en este escenario, lanza su propia gestora de capital. ¿Aspira a contribuir con ello a la consolidación de Valencia como polo tecnológico y hub de emprendimiento?

Inicialmente, hace años, pensaba que Valencia igual se veía como una ciudad secundaria donde no sé hasta qué punto interesaba ir a conocer proyectos. Eso ha cambiado radicalmente en la actualidad.

Más allá de que Valencia necesitara una gestora con sede aquí, lo que veía interesante es que hubiera un atractivo en Valencia para que inversores cuyas sedes y sociedades estuvieran en otros lugares, vieran esta tierra atractiva como para dedicarle tiempo. Y esto ha sucedido.

El origen de toda esta parte de inversión con Zubi Capital casi se remonta al Covid. Hasta ese momento, creábamos empresas para un futuro mejor, ése era nuestro propósito. Identificábamos un reto social o ambiental e intentábamos utilizar la empresa como un elemento para solucionarlo.

Mapa de la estructura empresarial de Zubi Group, presidido por Iker Marcaide.

Mapa de la estructura empresarial de Zubi Group, presidido por Iker Marcaide.

Así nacieron toda una serie de proyectos como el colegio o el ecobarrio -La Pinada-, y otros de carácter más tecnológico como CoCircular.

Cuando llega el Covid, vimos que este propósito de un futuro mejor, con mucha gente que lo estaba pasando mal y con el grifo de la financiación bastante más cerrado, tenía que ir también ligado a poder invertir en empresas terceras. 

Así que ampliamos el foco; ya no sólo creamos empresas, sino que también invertimos para un futuro mejor.

Y estamos participando, por ejemplo, en empresas lideradas por mujeres, en proyectos relacionados con la diabetes y en cómo mejorar la calidad de vida de estas personas...

Vemos retos que podemos solucionar no sólo creando empresas, sino también invirtiendo en gente que ya lo está haciendo muy bien en otros proyectos. La gestora al final es ese paraguas que puede dar cabida a proyectos regulados.

¿Cómo definiría el momento que atraviesa ahora el sector del emprendimiento en cuanto a la captación de inversión?

No sé si la palabra es indefinición o incertidumbre. Todos los tiempos de cambio, son tiempos de oportunidades. Por naturaleza soy optimista y el vaso lo veo medio lleno. Flywire lo fundé en 2009, saliendo de la crisis financiera.

Estoy convencido de que más que ser pesimista y quejarme de la situación, al final yo lo veo como una oportunidad. Siempre va a haber capital para las buenas oportunidades.

Todos los tiempos de cambio, son tiempos de oportunidades. Fundé Flywire en 2009, saliendo de la crisis financiera. Siempre va a haber capital para las buenas oportunidades

Cuando volví de Estados Unidos en 2013 me di cuenta de que lo quería era trabajar y orientar mi actividad profesional hacia la felicidad de mis hijos. Y su bienestar estaba ligado al bienestar de los demás y del planeta, porque el aire que respiran es el que respiramos todos.

Que cuando caminen por la calle lo hagan de forma segura no está condicionado a cuanto tengan ellos, sino a cuánto tienen los demás. 

Quiero usar la empresa para mejorar el bienestar de los demás y el bienestar del planeta, porque creo que eso es lo que nos va a hacer más felices.

¿Qué requisitos debe tener un proyecto para que Zubi Capital confíe en él?

En Zubi Capital, en función de cada estrategia de inversión, hay un foco concreto, pero lo que tienen todas las inversiones en común es la parte de propósito de impacto. Siempre que invertimos en una empresa, igual que hay un análisis financiero, hay un análisis de impacto. 

Nos encontramos con empresas que podrían ser fantásticas inversiones, pero no llegan a un mínimo de impacto, o pensamos que no cuentan con la manera de entender el propósito y el impacto que tenemos nosotros. Y ambas cuestiones, la financiera y la del impacto son complementarias y deben ir a la par para nosotros.