En algunos paquetes aparecen fotografías que evidencian que las consecuencias judiciales son perjudiciales para la salud; en otros, directamente, aparece un mensaje en negro sobre fondo blanco: 'Fumar mata'.

El tabaco sigue siendo un producto de consumo diario para el 23,3% de hombres y el 16,4% de mujeres, según reflejan los últimos datos de la Encuesta Europea de Salud en España. Estas cifras suponen un descenso con respecto a las aportadas por la Encuesta Nacional de Salud de 2017 (25,6% y 18,8%, respectivamente).

La tendencia positiva se confirma al comparar el porcentaje de personas que declararon en 2017 que nunca habían fumado (39,5% de hombres y 61,2% de mujeres) con los que lo declaran ahora (46,4% y 64,8%, respectivamente.

Conclusión: aunque el consumo de tabaco sigue siendo un hecho, los datos demuestran que esta práctica está cayendo.

En este contexto, ¿alguien nos creería si dijéramos que hay una región en España que está intentando que el consumo de tabaco se normalice? Bien haría quien lo dude en no hacerlo, puesto que esta región existe y es Extremadura.

Pero que nadie se asuste. Lo que está haciendo Extremadura es, por supuesto gracias a la innovación y a la investigación, intentar que las propiedades del tabaco sean positivas para los consumidores en términos de salud.

El Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (CTAEX), respaldado y trabajando con la financiación de la Unión Europea y con el apoyo de la Junta de Extremadura o de organismos públicos como la Universidad Politécnica de Valencia, está trabajando en el proyecto Newcotiana.

Modificar su composición

Además de CTAEX y la UPV forman parte del proyecto otras 16 entidades más, coordinadas por el doctor Diego Orzáez, científico titular del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas del CSIC-UPV.

El principal objetivo de la iniciativa es modificar la composición y por tanto el uso que hacemos de las plantas de tabaco, sustituyendo la nicotina por sustancias de alto valor añadido utilizadas en medicina y cosmética utilizando  modificaciones genéticas de alta precisión, enriqueciéndola con otras sustancias con valor añadido, como sustancias antiinflamatorias, escualeno o proteínas y así poder revalorizar el cultivo tradicional del tabaco y, al mismo tiempo, mejorar la capacidad de fabricación de bioproductos para poder mejorar la salud de las personas.

La agricultura del siglo XXI necesita adaptarse a las nuevas condiciones de cultivo y a los nuevos usos. Las tecnologías de editado genético son tecnologías muy precisas y gracias a ellas se va a sacar el máximo partido a los diferentes cultivos en los próximos años, según explican desde CTAEX.

"Nuestra región es la principal productora de tabaco a nivel nacional con más del 90% del total de la producción, por lo que Newcotiana ofrece a los productores de nuestra región otra alternativa de uso en este cultivo", añaden.

En dos años aproximadamente, se tendrán las variedades para empezar con los cultivos comerciales si no surge ningún imprevisto, ya que la legislación es bastante restrictiva en este ámbito y "piden requisitos muy altos y difíciles de conseguir para que económicamente sea viable".

Esta disrupción sobre el tabaco se suma a otras que la región hace tiempo que viene tratando de aplicar a otros sectores controvertidos, como el cáñamo. 

Porque Extremadura también es un territorio con notable producción de esta planta, que, en su vertiente más industrial, alejado de sus usos recreativos, también tiene un importante potencial de futuro.

Cabe recordar que el propio CTAEX y la empresa Bhalutek Hemp -especializada desde 2012 en la I+D+i para la mejora genética del cáñamo industrial- fundaron en 2020 el Polo Tecnológico del Cáñamo.

Posicionar a la región

Este polo se está dedicando a intentar posicionar a la región extremeña como un centro de referencia nacional gracias a la investigación y la innovación relacionada con esta peculiar y siempre controvertida planta que, en cualquier caso, tiene demostrado su potencial como cosmético o como complemento medicinal y que no en todas sus variedades es psicoactiva.

El polo nació con la vocación de promover el desarrollo y aprovechamiento integral de esta planta, dar acceso a las tecnologías de cultivo y transformación, favorecer la creación de nuevos emprendimientos tecnológicos públicos y privados, compartir conocimiento tecnológico entre los integrantes y hacia terceros, impulsar la investigación, pública y privada, en las distintas disciplinas, actividades y conocimientos que forman el ámbito del cáñamo industrial, estimular la formación y capacitación de científicos, técnicos y agricultores de recursos agrícolas y productivos…

"Se define el Polo Tecnológico del Cáñamo como un lugar donde se realicen distintas actividades de I+D que reconozcan y pongan en valor el cultivo del cáñamo en nuestro país", explican desde el CTAEX.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo tanto el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, como la delegada del Gobierno en la región, Yolanda García Seco.

El compromiso del gobierno regional se intensificó hace unos días. El director general de Política Agraria Comunitaria, Javier Gonzalo, se reunió con responsables del Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario (CTAEX), en Villafranco del Guadiana, donde se abordaron diversas líneas de trabajo sobre el cáñamo y el impulso del polo tecnológico de este cultivo.

"En la nueva PAC es importante buscar cultivos complementarios a los que hay y que resulten rentables", según ha apuntado el director. En este marco el cultivo del cáñamo resulta muy interesante en cuanto a la captación de carbono, que es uno de los objetivos de la nueva Política Agraria Comunitaria.

Por tanto, el objetivo es "tratar de establecer convenios con empresas e impulsar el polo tecnológico, creado en CTAEX, analizando aspectos que van desde la producción hasta la comercialización, tanto de este cultivo, como de otros como la estevia y plantas aromáticas".

Así, ha destacado la colaboración al respecto entre el centro de investigación y la Junta, con el fin de potenciarlos y difundirlos entre los agricultores y agricultoras.

De hecho, ya existen experiencias en el norte de Cáceres, y en el caso de la estevia bastantes posibilidades seguras de incrementar su producción, ha precisado Javier Gonzalo.

En relación con el cáñamo, ha indicado que cuenta con una gran capacidad de absorción de carbono y que puede complementar a otros cultivos industriales de Extremadura.

Entre otros usos, se utiliza para la bioconstrucción, para tapizar vehículos, como pellet, además de emplearse en alimentación, entre otras opciones relacionada con la agroindustria. Eso sí, el mundo agrario debe tener claro que las flores no pueden utilizarse.

Además, se están estudiando líneas de producción ligadas a la industria farmacéutica, contando CTAEX con un proyecto para generar todo el proceso del cáñamo, el cual han trasladado hoy a la Consejería de Agricultura, a través del director de la PAC, por la importancia que tiene difundirlo a agricultores y agricultoras de la región.