Pastos marinos de Colombia. FOTO: IMEDEA

Pastos marinos de Colombia. FOTO: IMEDEA

Baleares

Las Maldivas y Colombia recurren a Baleares para investigaciones sobre el cambio climático

El IMEDEA participa en un hallazgo sobre pastos marinos colombianos que reducen emisiones y predice, con otro informe, que el aeropuerto maldivo sufrirá cada vez más inundaciones por el cambio climático.

6 julio, 2021 01:44

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Dos investigaciones llevadas con la participación de talento procedente de las islas Baleares están ayudando a desarrollar proyectos específicos en Colombia y en las islas Maldivas para luchar contra el cambio climático.

El Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), con sede en el archipiélago balear, se está convirtiendo desde hace tiempo en un referente a nivel nacional, apoyado por el CSIC y la Universitat de les Illes Balears, pero estos dos proyectos están sirviendo para posicionarse con fuerza en el ámbito internacional.

En el estudio aplicado al cambio climático en Colombia se analizan los beneficios de los pastos marinos; en el caso de la investigación en Maldivas, se trata de intentar frenar las constantes inundaciones causadas por ese mismo cambio climático y que se espera que sean cada vez más peligrosas.

Colombia y los pastos marinos

En Colombia, los pastos marinos son grandes sumideros de carbono, superando los valores promedios de países en América y otras regiones del mundo. Este sorprendente hallazgo ha sido posible gracias a la colaboración internacional y multidisciplinar entre la investigadora Núria Marba del IMEDEA (CSIC-UIB), el investigador Oscar Serrano del CEAB (CSIC), el profesor Pere Masque y el estudiante de doctorado Cristian Salinas de la Edith Cowan University (ECU), y el equipo de trabajo del programa de biodiversidad y ecosistemas marinos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis (INVEMAR) de Colombia.

"La gran capacidad de los pastos marinos de acumular y mantener el carbono en sus suelos por largos periodos de tiempo en comparación con bosques terrestre es conocido como Carbono Azul. Esta capacidad también se ha encontrado en otros ecosistemas marinos y costeros como los manglares y marismas", dice Oscar Serrano, investigador del CEAB-CSIC.

Estos cálculos se derivan de la cuantificación del carbono secuestrado por Thalassia testudinum, pasto marino conocido comúnmente como hierba de tortuga, la cual es las más abundantes en el Caribe.

La investigación se desarrolló en praderas de pastos marinos de San Andrés, La Guajira, Tayrona y en inmediaciones de la bahía de Cartagena. "La gran capacidad de acumular y almacenar carbono de esta especie se atribuye a la elevada biomasa subterránea que genera, que puede llegar a ser el doble que la media de especies de pastos marinos a nivel mundial", explica Nuria Marba, investigadora del IMEDEA, CSIC-UIB.

Los pastos marinos en la región del caribe colombiano ocupan aproximadamente 661 kilómetros cuadrados que secuestran alrededor de 0,3 millones de toneladas de CO2 al año, lo que equivale al 0,4% de las emisiones anuales de CO2 de los combustibles fósiles en Colombia.

De hecho, el estudio demuestra que Colombia alberga algunas de las mayores reservas de carbono por unidad de área (241 Mg Corg/ha), ubicándose entre los valores de la media global (140 Mg Corg/ha) y los de las praderas de Posidonia oceánica del Mar Mediterráneo (375 Mg Corg/ha).

"Colombia se encuentra en una posición privilegiada para implementar proyectos de Carbono azul: la conservación y restauración de pastos marinos conllevaría grandes beneficios para la comunidad, que incluyen aportes económicos con créditos de carbono y mejoras en la calidad de las aguas, la estabilidad de la línea de costa frente a la erosión, y el turismo" dice Núria Marba, investigadora del IMEDEA (CSIC-UIB).
"El hallazgo es significante debido al rol que los pastos marinos pueden llegar a ocupar en la mitigación de los impactos del cambio climático", dice.  
Ello es debido al desarrollo costero y el gran aporte de nutrientes. Además, el cambio climático está causando un incremento en los huracanes que llegan a ser catastróficos para los pastos marinos en esta región.

La financiación de esta investigación fue otorgado por la Unión Europea, INVEMAR y la Fundación Natura bajo el marco del proyecto MAPCO (Manglares, Pastos Marinos y Comunidades locales: Desarrollo e intercambio de experiencias de la gestión integral de la biodiversidad y sus servicios en la región Caribe) entre el 2016-2020 y el programa I-COOP del CSIC.

Inundaciones en las Maldivas

Por otra parte, un equipo de investigadores con participación del IMEDEA (CSIC-UIB) ha demostrado que la frecuencia de inundación de las Maldivas no hará más que incrementar con la subida del nivel del mar provocado por el calentamiento global. El trabajo acaba de publicarse en la revista 'Frontiers in Marine Science'.

Las Maldivas son un conjunto de 1.200 islas con una elevación media por encima del nivel del mar de menos de 2 metros, una de las más bajas del mundo, por lo que la amenaza de inundación por eventos oceánicos extremos, combinado con la subida del nivel medio del mar provocado por el cambio climático, es particularmente preocupante.

Además, la falta de terreno emergido hace que necesiten proteger con defensas costeras las islas existentes y ganarle terreno al mar para acomodar a la población local.

En el marco del proyecto de investigación europeo INSeaPTION, investigadores del IMEDEA (UIB-CSIC) utilizaron modelos globales de oleaje para obtener una valiosa fuente de información climática a lo largo de la costa maldiva con una resolución espacial de hasta 500 metros y caracterizar así el clima de olas alrededor de las Maldivas.

Este nuevo conjunto de datos es esencial para la modelización local de los peligros de inundación, ya sea para el diseño de nuevas defensas en las islas naturales o para la construcción de nuevas islas artificiales.

Como ejemplo del uso de estos datos, los investigadores estimaron con qué frecuencia un nuevo aeropuerto construido en 2020 en Hoarafushi sufriría inundaciones debido al oleaje extremo. 

Este nuevo aeropuerto, que se construyó ganándole terreno al mar, se encuentra localizado en el norte del archipiélago y está expuesto a las olas más altas del archipiélago.

La principal conclusión del estudio fue que el nuevo aeropuerto se inundaría frecuentemente incluso sin subida media del nivel del mar debido al fuerte oleaje que azota la zona. Y las evidencias no se han hecho esperar: el aeropuerto se terminó de construir a finales del año 2020 y en mayo de 2021 ya se registraron las primeras inundaciones con daños severos.

La frecuencia de inundación del aeropuerto, así como la de las demás islas, no hará más que incrementar con la subida del nivel del mar, por lo que a las Maldivas les espera un futuro incierto.

Este estudio podrá servir al menos para planificar proyectos de mejor que mitiguen estos efectos.