Laboratorios del Parque Científico de la Universidad de Barcelona.

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Autonomías 4.0

Cantabria y Extremadura: la 'década prodigiosa' de la biotecnología femenina

Son las dos regiones que más han incrementado el impacto de la mujer en el mercado laboral del sector desde 2010. Eso sí, en más de la mitad de territorios el personal femenino es hoy menos protagonista.

26 febrero, 2022 02:44

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Lo bueno que tienen la mayor parte de estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) es que te permiten recibir respuesta a cualquier pregunta que te puedas plantear.

Esta semana se han hecho públicos los datos genéricos del sector de la I+D+i en la biotecnología española. Pero ¿por qué quedarnos con datos generales si podemos ir más allá?

En este caso, el submundo de documentos Excel que se esconde bajo cualquier anuncio estadístico del INE, nos permite, por ejemplo, analizar con detalle la evolución del mercado laboral femenino en el citado sector.

Es cierto que el trabajo no viene hecho. Hay que elegir el año con el que queremos comparar las últimas cifras publicadas, hay que descargarse las cifras, hay que tirar de calculadora, ordenar los datos y… voilà, ahí aparecen conclusiones que, seguramente, ni imaginábamos.

Ahí va el primer titular, Cantabria y Extremadura, desde 2010, han sido las dos comunidades autónomas españolas que mayor incremento han vivido en cuanto a presencia de la mujer en la I+D+i biotecnológica.

De todo el personal que trabajaba (en equivalencia a jornada completa) en la I+D+i cántabra para el sector biotecnológico, el 55,8% eran mujeres. Pues bien, 10 años después, este impacto se ha incrementado de forma brutal hasta el 72,7%. O dicho de otra manera, 7 de cada 10 trabajadores en el sector ya son chicas.

Una tendencia similar se observa en Cantabria si observamos sólo la cifra de investigadoras, que ya supone el 77,6% cuando en 2010 se quedaba en un 45%. De haber menos mujeres que hombres en la investigación biotecnológica a arrasar por goleada.

No es la tónica

Es una cifra alentadora pero que, ni mucho menos, es la tónica en nuestro país. Sólo Extremadura vive un crecimiento notable similar en cuanto a impacto de la mujer en el sector. En el personal total, el mercado laboral por género, al 50% en 2010, se decanta ya en favor de la mujer, que ya asume casi el 59% de los puestos de trabajo.

Cabe recordar que el frío dato, a veces, tiene su traslación al mundo real. Y en el caso de Extremadura, no conviene olvidar que se ha puesto en marcha una incubadora de Alta Tecnología en Bioeconomía y Economía Circular, un proyecto que confirma que la apuesta extremeña es total.

Por su parte, en el caso cántabro, avances que relacionan la tecnología con la biología como el Proyecto Cohorte en el que se prevé monitorizar a 50.000 habitantes de la región para facilitar avances en el campo de la medicina, son la mejor prueba de que se trata de un sector al que se le está dando una importancia creciente.

Pero, lo dicho, todavía hay mucho trabajo por hacer. Si analizamos los datos del personal total, hay más regiones (9) que han reducido el impacto de la mujer en el ecosistema biotecnológico que las que lo han incrementado (8).

Así pues, Aragón, Baleares, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, País Vasco y La Rioja bien harían en tomar nota de las políticas acometidas no sólo por Cantabria y Extremadura sino también por Andalucía, Asturias, Canarias, Cataluña, Murcia y Navarra.

En 10 años, tomando como referencia el total nacional, el impacto de las mujeres en relación a los hombres en el sector se ha estancado en el 57,5%, pero, por buscar la parte positiva, el sexo femenino sigue siendo mayoría.

La excepción: más hombres que mujeres

De hecho, como curiosidad, cabe resaltar que sólo Castilla-La Mancha tiene a más hombres que mujeres trabajando en el sector.  Sólo una comunidad autónoma de 17. No es un mal augurio.

Respecto a ese impacto femenino en el sector, volvamos al vaso medio vacío, sólo 7 regiones están por encima de la media nacional.

El panorama, si analizamos únicamente el mercado laboral de los investigadores, ofrece una  foto similar.

Cantabria (que pasa del 45% al 75%) y Extremadura (del 45% al 61%) vuelven a ser los que presentan un mayor crecimiento del impacto femenino y Castilla-La Mancha (que pasa del 48% al 38%), el que presenta la mayor reducción. Sólo ocho regiones están por encima de la media nacional (las mujeres representan el 54,13% del colectivo investigador biotecnológico).

En definitiva, un mapa español con luces y sombras que tiene a Cataluña, Madrid y Andalucía como las más empleadoras.

Estas comunidades autónomas también son las que realizaron un mayor gasto en actividades de I+D interna en biotecnología en 2020. Cataluña asumió el 30,4% del total español; la Comunidad de Madrid, el 25,4%; y Andalucía, el 11,0%.

2.059 millones de gasto

Aterrizando ya en aquellos datos generales más fáciles de identificar, conviene resaltar que el gasto en actividades de I+D interna relacionadas con la biotecnología alcanzó los 2.059 millones de euros en el año 2020, con un incremento del 0,9% respecto a 2019. Este gasto supuso el 13,1% del gasto total en actividades de I+D interna.

Por sectores de ejecución, el sector Empresas disminuyó un 4,6% su gasto interno, mientras que la Administración Pública lo aumentó un 4% y el sector Enseñanza Superior, un 8%.

Las actividades de I+D interna relacionadas con la biotecnología se financiaron, principalmente, por la Administración Pública (43,3% del total) y el sector Empresas (40,6%). Los fondos procedentes del resto del mundo (9,9%), la Enseñanza Superior (4,6%) y las Instituciones Privadas Sin Fines de Lucro (1,6%) financiaron el resto.

Volviendo al empleo, el número total de personas que se dedicaron a este ámbito, en equivalencia a jornada completa, aumentó un 1,2% en 2020 respecto a 2019 hasta alcanzar las 30.003,8. Esta cifra supuso el 12,9% del personal total ocupado en las actividades de I+D.

El colectivo de investigadores en actividades de I+D interna en Biotecnología alcanzó la cifra de 19.421,7 personas en equivalencia a jornada completa, un 1,4% más que en 2019.