Ursula von der Leyen saluda a Pedro Sánchez durante una visita a Madrid.

Ursula von der Leyen saluda a Pedro Sánchez durante una visita a Madrid. Moncloa

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Así es el rompecabezas por el que la Comisión Europea decidirá el cálculo final de los fondos que recibe España

El reglamento que rige el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia fija una revisión de parte de los fondos asignados para el próximo mes de junio. 

30 enero, 2022 05:30

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Los últimos 22 meses han sido lo más complejos de la historia reciente de Occidente en lo que se refiere al cálculo de previsiones económicas. Nunca antes durante un periodo de paz la economía mundial vivió tantos meses con un nivel de incertidumbre tan alto como el que ha provocado el coronavirus.

El intermitente azote de la pandemia ha ido convirtiendo las proyecciones de gobiernos, empresas y estamentos internacionales en papel mojado trimestre tras trimestre. Ante este complejo contexto, la Comisión Europea decidió guardarse un as bajo la manga cuando puso en marcha su multimillonario Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. El mayor desembarco de ayudas comunitarias de la historia se articuló con un cálculo en el que se mezclaban cuestiones estructurales de los países con el impacto causado por la Covid-19.  

Según señala el artículo 11 del reglamento que rige el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, el 70% de las ayudas directas tuvo en cuenta una foto fija en la que se mezclaban elementos como la población, el producto interior bruto (PIB) per cápita o la tasa de desempleo relativa de cada Estado miembro. Del mismo modo, para el 30% restante se optó por una fórmula que valoraría la evolución de las economías comunitarias en el periodo 2020-2021.

El objetivo era evaluar el cambio del PIB real de 2020 y el cambio acumulado del PIB real durante el siguiente año. Para ello se tomaron como punto de partida las previsiones de otoño de 2020 realizadas por la Comisión Europea. Del mismo modo, se fijó que el cálculo definitivo se cerrará el 30 de junio de 2022 mediante la sustitución de los datos de las previsiones de otoño de 2020 de la Comisión por los resultados definitivos.

A menos crecimiento, más fondos

Han pasado los meses y ha llegado el momento de realizar ese cálculo final. Durante los últimos días, España y el resto de sus socios europeos han comenzado a plasmar los primeros datos preliminares de su crecimiento durante los últimos 12 meses. Una cifra que, si ya tiene implicaciones importantes todos los años, este año sumará uno más: los países que más reduzcan su crecimiento frente a las proyecciones realizadas en otoño de 2020 verán como se incrementarán los fondos que recibirán de los Next Generation.

España es uno de los países que se encuentra en esta situación. Según las estimaciones realizadas por Bruselas en el otoño de 2020, nuestro país iba a estar a la cabeza de las economías más golpeadas por el virus. Los severos confinamientos sumados a la importante reducción de la movilidad puesta en marcha en marzo de 2020 para frenar el primer impacto de la Covid y el importante peso del turismo y la restauración en nuestra economía provocaron que, desde el primer momento, las previsiones para España señalaran profundas reducciones de PIB.

En concreto, las proyecciones comunitarias predijeron una caída del 12,4% para 2020 y un incremento del 5,4% para 2021. La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística hizo público su primer cálculo para 2021, con lo que ya se podría valorar la diferencia entre las proyecciones y el impacto real de la pandemia. En el caso de España, la caída del PIB durante 2020 fue del 10,8%, mientras que el aumento durante 2021 ha sido del 5%

Mejor de lo esperado, pero... ¿peor que el resto?

Estos datos arrojan importantes diferencias con lo proyectado por la Comisión Europea en otoño de 2020. La caída del primer año de pandemia fue 1,6 puntos porcentuales menor que la calculada. En lo que tiene que ver con 2021, el crecimiento español fue 0,4 puntos menor que las estimaciones.

Partiendo de esta base, la evolución española se presenta como algo mejor que lo que se calculó hace más de un año. En el caso de que se valorara solo a España, esto podría suponer una reducción de las ayudas dado que el impacto de la pandemia, finalmente, habría sido menor del esperado. Pero el cálculo tiene en cuenta la evolución del conjunto de los socios comunitarios. En este punto, los primeros datos señalan que el resto de socios habrían tenido un comportamiento mejor al español.

En lo que tiene que ver con 2020, todos los países redujeron menos PIB del previsto. En la eurozona, las caídas pasaron del 7,8% previsto en otoño de 2020 al 6,6%. La UE en su conjunto mejoró las previsiones de una caída del 7,4% a una final del 6,1%. Entre los países más golpeados por la pandemia, Francia o Italia consiguieron reducir más de un punto las caídas proyectadas como en el caso español.

Así las cosas, en el cálculo final del reparto de los fondos Next Generation, 2021 tendrá un peso muy grande. Un año en el que los cálculos de 2020 señalaban importantes crecimientos que no en todos los países se van a conseguir. Sin ir más lejos, los datos de Alemania señalan que, frente al crecimiento del 3,5% calculado, su economía avanzará solo un 2,8%. En el otro lado, Francia ha superado las previsiones al crecer un 7% frente al 5,8% previsto.

Prudencia en los cálculos

En este contexto, la prudencia se impone tanto en el lado de la Comisión Europea como en el del Gobierno de España. Desde Bruselas rechazan hacer cualquier tipo de cálculo hasta no contar con los datos definitivos de todos los países. Una cuestión que podría alargarse hasta el mes de abril. 

En lo que respecta al Ejecutivo español, la actitud sigue una senda similar. En el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia se trabaja con el volumen de fondos actualmente asignados. Hasta el verano no se espera ningún tipo de novedad y, hasta ese momento, no se realizarán valoraciones sobre cualquier variación en los montantes.

Las próximas semanas asistiremos a un goteo de anuncios que permitirán configurar una fotografía más nítida que la actual sobre la evolución de la economía en el periodo 2020-2021. Un periodo en el que, respecto a las previsiones que marcaron los cálculos del mecanismo de recuperación, España ha caído menos de lo previsto y, a la vez, ha tenido un primer año de recuperación algo menos intenso de lo fijado. El comportamiento del resto de los socios comunitarios marcará si esto se traduce en un aumento o en una reducción de las ayudas europeas.