Una usuaria abre la aplicación Bizum en su teléfono.

Una usuaria abre la aplicación Bizum en su teléfono. Carmen Suárez EL ESPAÑOL

Invertia

Bizum, el gran éxito de la banca española: así se 'inventó' la app para pasar dinero por el móvil gratis

Bizum, lanzado en 2016, es un proyecto conjunto de muchos bancos. La operatividad, 100% española y gratuita, la usan ocho millones de ciudadanos.

30 mayo, 2020 02:40

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Es un gesto más, una de esas cosas pequeñas que nos definen. Más ahora, cuando los contactos están sometidos al mayor escrutinio posible y la desinfección es lo más parecido a la tranquilidad. La escena siempre suele ser parecida y los términos, similares.

-Pago yo y ahora repartimos.

-Te paso lo mío por Bizum.

La cotidianidad con la que se pronuncia su nombre deja descolocados a algunos. ¿Bi… qué? Se trata, nada más y nada menos, del último pelotazo de la banca española: un servicio de pago instantáneo de cuenta a cuenta a través del móvil. Transferencias sin número de cuenta, sin IBAN. Desde y gracias al teléfono. Todo made in Spain.

Sin contacto, sin intercambio de monedas ni billetes: también sin posibilidad de contagio de coronavirus. Tampoco es necesario tocar o apoyar nada: ni datáfono ni cajeros.

Bizum, creada en 2015 y lanzada al mercado en octubre de 2016, es un proyecto conjunto de muchos, muchos bancos. Tantos, que son más los que nada tienen que ver con esta operatividad que los que sí disponen de la herramienta para sus clientes. Antes del confinamiento de España, con los últimos datos de febrero facilitados por la firma a EL ESPAÑOL, más de 7.100.000 usuarios lo utilizaban. De media se hacían 360.000 bizums al día, por un importe de 441.000.000 euros.

Todo estalló: ahora, con toda España en fase 1, ya superan los ocho millones de personas que usan la operatividad en su día a día.

Pero, exactamente, ¿en qué consiste? El usuario, con su móvil, se baja una aplicación asociada de Bizum a su banco habitual. Vincula su número de teléfono a su número de cuenta. Pasa por los controles bancarios para certificar la seguridad. Y listo. Ya puede enviar dinero de móvil a móvil con otros usuarios que también utilicen Bizum.

Por y para Europa

Todo surge de una directiva europea. Desde la UE querían un programa para implantar las transferencias inmediatas en toda Europa para dejar atrás las transferencias que hasta ahora se liquidaban el día siguiente o dos días más tarde. El objetivo es claro: “un nuevo estándar, transferencias SEPA pero inmediatas”, afirma el director general de Bizum, Ángel Nigorra, en conversación con este diario.

“El sector bancario español se plantea ajustar sus infraestructuras a estas nuevas transferencias inmediatas, pero, además, aparte de hacer esa adaptación, se plantea crear un servicio de valor, un servicio que responda a las necesidades de los usuarios que demandan cada vez medios de pago más ágiles, más seguros, más rápidos y cómodos”. El proyecto, que no tenía nombre y que se bautizó gracias a una empresa de márketing, nacía.

Aunque en la empresa tan sólo son 6 trabajadores -encargados, mayoritariamente, de la promoción y coordinación del servicio-, hay muchas más personas detrás, de todas las entidades bancarias que han apostado por este nuevo método de pasar dinero, de móvil a móvil, sin intermediarios y en apenas un par de segundos.

CaixaBank, Banco Santander, BBVA, Bankia, Banco Sabadell, Kutxabank, Grupo Caja Rural, Unicaja, Ibercaja, Grupo Cooperativo Cajamar, Abanca, Bankinter, Liberbank, Laboral Kutxa, EVO Banco, Eurocaja Rural, Caja de Ingenieros, Banco Mediolanum, Cajalmendralejo, CajaSur, Deutsche Bank, Imaginbank y Openbank están subidos al carro. Además, claro está, de asociaciones interbancarias y diversos procesadores.

Ángel Nigorra, director general de Bizum.

Ángel Nigorra, director general de Bizum. Cedida

Por eso, cuando se piensa en Bizum, se piensa un producto netamente español. Una idea que, a la postre y según los resultados obtenidos, parece brillante. Puro ingenio ibérico. Tanto es así, que la banca europea ya perfila esta operatividad como solución paneuropea de pagos instantáneos. Como adelantó Expansión, una veintena de grandes entidades europeas trabajan para acordar una aplicación común con el apoyo del BCE. El ejemplo de Bizum está ahí, como caso de éxito. Pero le ha salido un competidor: Facebook.

La compañía de Mark Zuckerberg piensa lanzar Libra, una tecnología de pagos basados en una criptomoneda. Así que los bancos han reaccionado. Y qué mejor para adelantarse que usar algo que ya existe.

Lo cierto es que existen muchos primos de Bizum a lo largo y ancho de Europa. Hay otras soluciones parecidas: en Francia está Paylib; en Alemania, Paydirekt; en Reino Unido, Paym. Por nombrar algunas. “Pero cada una tenemos particularidades. No ha habido inspiración directa”, sonríe Nigorra. Según fuentes del sector consultadas por este periódico, esas alternativas acumulan apenas un millón de altas cada una y registran datos de uso mucho menores.

¿Cómo se explica? En el mercado patrio existen otras aplicaciones similares, como Verse -principal competidor de Bizum-, u otras herramientas que permiten el reparto de pagos entre grupos de conocidos. Nigorra lo achaca a la fiabilidad y a la rapidez.

“Es una idea sencilla, que se entiende bien y que ofrece una experiencia de usuario muy buena que los demás consumidores han encajado y adoptado muy bien”, aduce. “Además, el que haya sido diseñado, promovido e impulsado por prácticamente toda la banca española es esencial”. Eso, a sus ojos, ha permitido una extensión del servicio -“es muy importante el efecto red: son 24 marcas bancarias que agrupan el 96% de la cuota de mercado”, desliza-, porque transmite una idea de confianza en el servicio. “Experiencia de usuario basada en la sencillez y efecto red”, sintetiza.

Quién usa Bizum y para qué

Entre mujeres y hombres, el perfil de usuario de esta tecnología está equilibrado. Y, sorprendentemente, también en el segmento de la edad. “La edad mayoritaria es entre 25 y 34 años, que suponen el 29% de todos los clientes, pero el grupo de 35 a 44 años está ahí ahí, con el 27%”, indica el director general.

Los más jóvenes, quizás por no disponer de cuentas propias aún ni ingresos bancarios, son considerablemente menos. De 18 a 24 años representan el 18%. De 45 a 54, el 16%. “Es un perfil amplio. Ha ido rejuveneciendo. Al principio en 2017 el mayoritario era de 35 a 44 años, con un 36%. Ha ido progresivamente rejuveneciendo”.

A raíz de toda la información recopilada, desde la empresa señalan, además, que el importe medio de las operaciones con Bizum es de 48 euros. Los usuarios utilizan el sistema, sobre todo, para compartir gastos: el 51% lo emplea para pagar a medias entradas, cenas o Netflix, y un 39%, para el pago conjunto de regalos. “El uso de Bizum también es popular para compartir gastos como la lotería o incluso a modo de cajero entre amigos y familiares”, comentan desde la empresa.

Durante el confinamiento y la crisis del covid-19, esto ha variado un poco: los usuarios lo han aprovechado como alternativa al efectivo para hacer la compra para otras personas en supermercados y farmacias, para compartir el pago de suscripciones a plataformas de entretenimiento y formación o incluso en juegos grupales en la distancia o vía telemática.

Una de las particularidades que tiene este sistema de pagos es que abre la opción de añadir emojis y fotografías en el concepto de la transferencia. Y, claro, la gente lo utiliza un poco con sorna, al tuntún. “Ya han salido varios casos en los que las autoridades, no tanto a nosotros como a los bancos, tienen que investigar”, ríe Nigorra.

“Igual que con cualquier movimiento bancario, pago con tarjeta o transferencia, ellos aplican sus sistemas de seguridad y control de fraude de acuerdo a la normativa vigente. En esos casos, cuando hay algo extraño, se investiga. Pero es puntual y anecdótico en la vida de Bizum hasta ahora. Los usuarios usan los conceptos, el texto o las fotos que se puede añadir al pago para muchas cosas, es incluso sustituto o complemento de sistemas de mensajería. Hay intercambio de información más o menos graciosa entre los usuarios”, analiza.

Pero quizás la mayor preocupación de cualquier usuario sea saber si, tarde o temprano, le cobrarán por utilizar esta operatividad. Nadie quiere acostumbrarse a algo y que, de repente, se lo arrebaten, claro. Desde la firma lo ven altamente improbable, pero lo cierto es que de ellos no depende. “Nuestra sociedad gana dinero cobrándoles a los bancos una tarifa por prestarles el servicio. Es el modelo de negocio como Bizum es sostenible en ese sentido”.

Después, son los bancos los que cobrarían, o no, al cliente por utilizarlo. “Es una competencia exclusivamente suya. En general para los pagos entre particulares en la mayoría no están cobrando -es una fórmula para mejorar los servicios digitales para los clientes-”.

“No creo que los bancos comiencen a cobrar al usuario. Es una competencia suya, no tenemos nada que decir, pero parece poco probable, por otras experiencias en el mercado y en el mercado español”, aclara el director general.

De momento, con todo lo conseguido, en Bizum están más que satisfechos. Su objetivo -además del puramente operativo, que sería acabar el año con doce millones de usuarios y ciento ochenta millones de bizums hechos- ya está cumplido. También han alcanzado otra de sus metas: implantarlo en la compra en comercios.

Pero el verdadero éxito lo vivió el propio Nigorra, hace unos meses. “Un conocido, que no sabía dónde trabajo, me preguntó, en un restaurante, si tenía Bizum”. De ahí, para arriba. O para el resto de Europa, si el covid-19 lo permite.