En la milenaria necrópolis egipcia de Abusir, un equipo de arqueólogos checos ha descubierto la saqueada tumba de un alto funcionario llamado Djehutyemnakht. Entre los restos vacíos y asaltados de su otrora fastuosa cámara funeraria, los investigadores han podido rescatar a su morador, protegido por un rico sarcófago.

El lugar del hallazgo, enclavado en las arenas del Delta del Nilo, ha sido desde hace décadas una autentica mina de conocimiento. Los incalculables hallazgos arqueológicos de este recinto sagrado cubierto de pirámides ha permitido desvelar cientos de secretos de la cautivadora civilización de los faraones.

El descubrimiento más reciente en esta necrópolis, la tumba de Djehutyemnakht, un alto funcionario que vivió en el periodo tardío, entre los siglos VI y V a.C., ha sido protagonizada por arqueólogos del Instituto Checo de Egiptología de la Facultad de Artes de la Universidad Carolina

Entrada a la cámara funeraria Ministerio Egipcio de Turismo y Antigüedades

Mostafa Waziri, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, afirmó que las primeras pistas de la tumba se descubrieron en mayo, en el cementerio para altos oficiales y comandantes militares de las dinastías XXVI y XXVII.

"Estas tumbas en fosa son típicas de este período y fueron muy usadas por las élites egipcias a imitación de la tumba del faraón Djoser, el fundador del período conocido como Imperio Antiguo, famoso por la construcción de las pirámides en el III milenio a.C.", apuntó Waziri.

Detalle de uno de los relives encontrados Ministerio Egipcio de Turismo y Antigüedades

Al norte de la necrópolis, un pequeño pozo conduce a la cámara a través de un estrecho corredor de unos tres metros de largo. "Sorprendentemente, el pequeño pozo estaba parcialmente lleno con varias docenas de grandes bloques en relieve provenientes de la tumba monumental del general Menekhibnekau, situada cerca", dijo Miroslav Verner, director del equipo. La cámara funeraria está ricamente decorada con textos y escenas. El muro norte está cubierto con una larga secuencia de hechizos contra las mordeduras de serpientes de los Textos de las Pirámides.

"Curiosamente, las serpientes mencionadas en ellos eran consideradas peligrosas por un lado, pero por otro actuaban como poderosos protectores del difunto y de su momia", explicó Marcel Bárta. El propietario de la tumba, "un tal Djehutyemnakht, fue un importante escriba real", afirmó Ladislav Bareš, investigador que ha coordinado las excavaciones checas de las tumbas del período tardío en Abusir durante más de veinte años.

"Este nuevo descubrimiento, junto a los hallazgos anteriores de este yacimiento, al igual que la enorme tumba del general Wahibrameryneith, arrojará una preciada luz sobre los cambios que ocurrieron en Egipto en los turbulentos siglos VI y V a.C.", continua explicando el veterano arqueólogo. 

Protección mágica

A 14 metros bajo tierra, toda la cámara funeraria del funcionario está adornada con motivos religiosos. Repleta de místicos relieves, en el techo aparece dibujado el viaje solar desde el amanecer hasta el atardecer, acompañado de diversos himnos dedicados hacia el sol naciente y poniente. 

Dentro de la misma ha aparecido el sarcófago repleto de varios textos mágico-religiosos -tanto en su interior como en el exterior- que tenían como objetivo garantizar la entrada sin problemas del difunto a la bendita y bien provista vida eterna en el más allá.

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Junto a varias ilustraciones de deidades como Isis y Neftis, los textos jeroglíficos que protegían a la momia contienen varios pasajes de los capítulos 178 y 42 del Libro de los Muertos, obra redactada con textos mucho más antiguos extraídos de las pirámides. Estos fragmentos e imágenes estaban destinadas a divinizar y dar protección al difunto.

En las paredes exteriores del cofre del sarcófago hay extractos de los Textos de los Ataúdes y de los Textos de las Pirámides, que repiten parcialmente los hechizos que ya aparecen en las paredes de la cámara funeraria. En el interior del ataúd está representada Imentet, la diosa de Occidente, y en los lados interiores se encuentran los llamados hechizos canópicos, recitados por esta diosa y el dios de la tierra Geb.

La tumba del escriba Djehutyemnakht fue descubierta casi vacía. Su descanso eterno fue perturbado por silenciosos saqueadores de tumbas en torno al siglo V d.C. En esta necrópolis, la presencia de estos ladrones fue algo cotidiano debido a las inmensas riquezas con la que eran enterrados estos altos mandatarios.

Relación familiar

"El análisis antropológico de los restos óseos, realizado por destacados expertos egipcios, ha demostrado que Djehutyemnakht murió a una edad relativamente temprana, alrededor de los 25 años", afirmó Mohamed Megahed, subdirector de la misión checa.

El trabajo sedentario del escriba le produjo graves daños en la columna, como ha permitido conocer el equipo arqueológico al estudiar su esqueleto, confirmando además que padecía una osteoporosis grave.

Este último hecho podría significar que estaba relacionado con otros habitantes de este complejo funerario, en los que también se ha descubierto esta enfermedad, como el propietario de la tumba vecina, Iufaa, cuya cámara funeraria, respetada por los saqueadores, fue descubierta en 1996.

"Por lo tanto, es posible que la mayoría de los propietarios de las tumbas de pozo enterradas en esta parte de la necrópolis de Abusir perteneciera a una familia extendida, fuertemente arraigada en la élite militar del Egipto saíta tardío", sugirió Megahed.