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Texto de la intervención de Pedro J. En la fiesta del X aniversario de EL ESPAÑOL en la que ha propuesto un "pacto por la Elegancia Política" y ha reivindicado la valentía de sus lectores, accionistas, anunciantes y periodistas.

1.- El poder

Ahora que ya habéis visto que puedo estar en dos sitios a la vez entenderéis por qué tenemos tanto éxito y publicamos tantas exclusivas.

Pero el poder también tiene mucha más fuerza que nunca para controlarnos gracias a la tecnología. Y a tantos altos cargos, asesores y funcionarios. Sólo en Moncloa ya son casi mil.

Me habría encantado invitarles a todos, pero entonces no habría cabido nadie más.

La otra posibilidad es que hubiera venido su jefe o que mandara a algún ministro, pero están todos demasiado ocupados preparando la reelección.

Cuando estuve en el Hormiguero y dije eso de “Prohibido Perpetuarse en el Poder” hubo quien comentó: ¿Por qué le molestará tanto a Pedro J. que haya quien pretenda quedarse 13 años en la Moncloa, si él lleva 45 como director?

La respuesta se llama pluralismo. Lo bueno es que haya un poco de influencia en unas cuantas manos como pasa ahora en el periodismo. Y lo malo es que haya tanto poder en manos de uno sólo como ocurre en la política.

2.- El liderazgo

Pero hoy no se trata de lo que haga él o ellos sino de lo que hagamos nosotros en el futuro.

Es un sueño celebrar los diez años de EL ESPAÑOL en la cima de la prensa, con Cruz y con esta familia profesional de 300 personas que componen un equipo fabuloso.

Lo hacemos como líderes absolutos. Lo hemos sido 26 de los últimos 27 meses y lo habríamos sido 27 de 27 si no fuera por los ciberataques que investiga la Guardia Civil.

Esto no ha salido de la nada. Por mi parte es el resultado de toda una vida dedicada al periodismo.

Pero la clave del éxito colectivo es haber cumplido con los compromisos de aquellas doce campanadas de 2015.

Nuestro León ha sido universal, independiente, inteligente, innovador, combativo, ecuánime, plural y sobre todo valiente.

Qué honor estar encabezando esta manada de valientes.

3.- Los valientes

Valientes son nuestros veinte millones de lectores que desafían a quienes tratan de desprestigiarnos

Valientes son nuestras decenas de miles de suscriptores que se identifican con una línea editorial que defiende la democracia, sin la demagogia de los extremos.

Valientes han sido nuestros más de cinco mil accionistas que arriesgaron con aquel crowdfunding.

Valientes fueron los anunciantes que apostaron por nosotros cuando sólo éramos una expectativa.

Valientes son nuestros medios asociados que conviven con españoles que se creen no serlo.

Y valientes son nuestros profesionales que pudiendo encontrar acomodo en otros lugares han elegido ser leones de EL ESPAÑOL.

A los periodistas el valor se nos supone. Pero quienes lo demuestran merecen la gratitud de toda la sociedad.

Es el caso de José Ismael Martínez, perseguido y apaleado por aquella jauría de encapuchados en Pamplona. O de María Senovilla en Ucrania, saltando in extremis del blindado contra el que impactó alevosamente aquel dron ruso.

Su abnegación por informar representa el ejemplo admirable que nos empuja a seguir cumpliendo la labor del periodismo.

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4.- 'Follow the reader'

Por eso, insisto, hablamos del futuro. Porque queremos convertirnos en el mejor periódico en español del planeta.

Eso significa mejorar la calidad de todos nuestros contenidos, en todos los soportes.

Este no es un periódico personalista tipo “follow the leader”, sino un proyecto de comunicación humanista cuyo lema es “follow the reader”.

Un periódico ya no puede conformarse con ser sólo un periódico.

Allí donde los lectores busquen noticias, opiniones y explicaciones; allí donde quieran formar comunidades estará EL ESPAÑOL.

En la web, en las redes sociales, en la televisión conectada, en el bookazine, en los foros temáticos, en los grandes eventos como las Top 100 o el Wake Up, marcaremos nuestra impronta.

5.- La elegancia

Hace años en una celebración similar lancé una gorra al otro lado de una pared imaginaria. Hoy no voy a lanzaros ningún objeto, ni siquiera los tirantes que se han quedado fuera del “dress code”.

Pero quiero lanzaros una idea que representa el reto del más difícil todavía.

Y tiene que ver con el Future Chic.

El futuro de la civilización humana será elegante o no será. Será datoide, será robótico, será humanoide, pero no será humano ni civilizador.

Y no estoy hablando de la elegancia en el vestir que cada uno la tiene a su manera.

Estoy hablando de esa elegancia interior, que se traduce en la elegancia de las conductas.

Ortega la relacionaba con el sentido de la contención: “Ser fuego, pero parecer alabastro”

EL ESPAÑOL tiene que ser elegante en la escritura, en el diseño, en el fair play con los colegas, en el respeto a quienes no nos respetan.

Y el primer Pacto de Estado que va a promover EL ESPAÑOL en esta nueva etapa, en cuanto haya la menor oportunidad, es el de la Elegancia Política. Un pacto de Estado que destierre los insultos, arrincone el odio y restablezca la concordia.

6.- La quimera

Puede parecer una quimera. Pero también parecía una quimera hace 45 años salvar a un agonizante Diario 16 y afianzarlo como bastión contra el golpismo.

También parecía una quimera hace 35 años crear El Mundo de la nada y convertirlo en el gran periódico que sigue siendo.

Y sobre todo también parecía una quimera hace 10 años fundar un periódico nativo digital, llamarle EL ESPAÑOL, subirlo a lomos de un león y encumbrarlo hasta esta cima.

Aquí seguiremos. Mientras haya historias que contar, injusticias que denunciar, ciudadanos que exijan la verdad, EL ESPAÑOL seguirá rugiendo. Contad con nuestro talento, contad con nuestra visión y contad con nuestro compromiso.

Amigos, nada hay tan elegante como el idealismo.

Permitidme brindar con vosotros y con Cruz por un Future Chic. Por el pacto de Estado por la Elegancia Política. Por EL ESPAÑOL y por los españoles. Por el presente y por el futuro.